Unánimemente, quienes habían disputado algún encuentro de fútbol en la canchita de Villa Clelia, dijeron que era insegura, que el campo de juego era desastroso, que la hinchada era agresiva y que los árbitros, claramente favorecían al equipo local condicionados por los aprietes previos. Pero se equivocaron quienes decían esto. Todo es mucho peor. En la canchita de Villa Clelia es imposible jugar al fútbol. El campo de juego tiene tanta arena como la playa, no hay seguridad para los jugadores visitantes que deben llegar a los vestuarios transitando por dentro de la tribuna local y son escupidos, puteados y amenazados en ese trayecto, los árbitros llegan a dirigir asustados y la Liga de la Costa protege todas las irregularidades. Hoy, en estas condiciones, la Unión Deportiva Regional del Tuyú es una farsa.
La Liga de la Costa es una herramienta política
Dirigentes políticos que dependen de la poderosa familia De Jesús, son quienes manejan la mayoría de los equipos que participan del torneo costero. Alguno de ellos bancan económicamente a las instituciones desde “su bolsillo”, aseguran. Lo que al ser funcionarios públicos puede suponerse que es del bolsillo de todos. Casualmente, uno de los equipos suele obtener la mayoría de los campeonatos que disputa y participa activamente de los regionales, el CADU, es el oficial. Muchos geselinos han pasado por el mismo y en la actualidad un par de ellos lo integran, cobrando en negro, una cifra importante por partido. Al dinero lo pone un funcionario del Municipio.
Punteros y patoteros
Atlético Villa Gesell visitó al equipo de Villa Clelia en su canchita. Sus hinchas fueron agredidos y hubo heridos de consideración. Algunos geselinos, puristas con los otros y no consigo mismos y los suyos, cuestionaron la actitud de los hinchas que fue netamente defensiva. Antes de relatarlo sucedido, vayan sabiendo quienes son los Acuña Díaz y quien era el “Indio” Acuña, dueños de Villa Clelia.
Villa Clelia: Las piñas y los aprietes como único argumento. El prontuario como presentación
En el proceso previo a las elecciones del 2011, en el club Defensores de Villa Clelia una patota agredió a golpes de puño y luego, pretendieron seguir con armas blanca, al concejal Marcos García, quien ganó las últimas elecciones legislativa y que se postula a intendente por el partido opositor al de “La Familia” De Jesús.
Mientras se llevaba a cabo una jornada popular para juntar fondo para operar a un niño de la localidad vecina a Mar de Ajó, y mientras el Dr. García compartía el escenario fue abordado por quien fuera empleado municipal y ahora maneja una cooperativa, que brinda servicios a la municipalidad, Norberto Salvador Acuña Díaz (a) El Indio Acuña.
Es importante conocer quién es el agresor, y quienes lo respaldan, en este caso “La Familia” De Jesús, Juan el diputado provincial y su hijo Juan Pablo, intendente municipal.
La Banda
Acuña Díaz Cristian Arnaldo, DNI 34.501.126, uno de los hijos del “Indio Acuña” fue procesado por robo simple, Lesiones Leves y Amenazas en IPP 59308, de la UFI 3 de Dolores, y encubrimiento (lo encontraron con cosas robadas en un allanamiento en su domicilio) en causa N° 29028 causa a cargo de la UFI 1 de Dolores.
Fernando Ariel Acuña Díaz DNI 34.501.127, otro de los hijos de Acuña, fue procesado por robo simple y encubrimiento en IPP 51920, a cargo de la UFI 2 de Dolores. Respecto de Fernando Ariel Acuña Díaz, formó una gran banda con Roberto Leonardo Cuevas, quien en el año 2009 protagonizó en el Club Villa Clelia (en el mismo lugar donde se produjeron los hechos de violencia el domingo) una gran pelea, donde terminó procesado por homicidio en grado de tentativa, con la IPP 3352-09.
Además esta banda estaba integrada por Nadia Sabrina Guerrero, pareja de Fernando Ariel Acuña Díaz, y Mara Graciela Guerrero, concubina del otro hijo del Indio, y su hermano Omar Esteban Guerrero. Este último en el año 2010 realizó un escruche en San Bernardo, del cual derivó la causa 937-10, persona que tiene al menos ocho causas, pero al gozar de la protección judicial de la familia De Jesús, siguen robando y delinquiendo libremente.
Otra de los nuevos integrantes, que se ha unido en estos últimos tiempos a la banda de la familia Acuña Díaz es Maximiliano David Gils, imputado por venta de drogas en IPP 1431-09.
Todos estos formaban parte de una banda que robaba y reducía cosas robadas.
Ambos fueron allananados, encontrándose en el domicilio de calle Montevideo 2369 y 2371 de Villa Clelia, que es la casa del Indio Acuña, (Norberto Salvador Acuña Díaz)
parte de los botines que dieron merito a los pedidos de la justicia.
En la época que la familia De Jesús no era gobierno, el Indio Acuña y sus hijos eran los que reducían los productos que robaban de escruches, luego que De Jesús ganara la intendencia, legalizaron su banda.
Merecido homenaje
Por estos merecimientos, y otros servicios de los Acuña Díaz al De Jesús, la canchita de Villa Clelia se llama Norberto Salvador Díaz Acuña (a) “El Indio”, y el campeonato que se está disputando entre equipos de la Liga de La Costa y la Madariaguense, lleva su nombre… Obviamente, todo es como debe ser…
Hecho el campeonato, hecha la trampa
Cuando se organizó el campeonato en curso, se tomó la decisión que la Liga de La Costa sea quien lo fiscalice. Esto es, entre otras cosas, maneja el Tribunal de Disciplina y por ende, las sanciones a los estadios y la elevación de los informes al APREVIDE. Claro está, nada hará en contra de los equipos que la conforman y mucho menos en contra de los brazos armados de De Jesús… Los Acuña Díaz gozan de total impunidad y la canchita de Villa Clelia es el Maracaná para ellos.
Informes para ciegos (Ernesto Sábato dixit)
Algunos geselinos son más papistas que el Papa. Tienen una gran facilidad para juzgar al otro – los otros, partiendo de su convencimiento que orinan agua bendita y por ende están en capacitados para condenar otras conductas. Obviamente no lo están, no son castos y puros, si no que parten de una posición discriminatoria, en la que consideran al hincha de fútbol causante de todos sus males, cuando estos, juntos con los jugadores, son el único fundamento de fútbol. Con mucha facilidad condenaron a los hinchas de Atlético como generadores de la violencia irracional que se vivió en el reino de los Acuña Díaz, que es decir, en la tierra del patrón de estancia Juan De Jesús. En Villa Clelia hubo víctimas y victimarios. Está claro que los que sufrieron la agresión y fueron heridos de gravedad fueron los geselinos. Los Acuña Díaz y su patota, fueron los victimarios. Total, una mancha más que le va a hacer al tigre. Otro de los equipos locales, San Lorenzo también fue agredido, amenazada su hinchada con armas blancas. Y nada se hizo. La próxima semana deberá viajar Defensores del Oeste. Ante la violación inminente, que se preparen sus integrantes para gozar tranquilamente. O además, serán golpeados.
Lo que dijo uno que sabe
Alberto Zueta fue árbitro y posee un largo historial en la zona y en otros escenarios mucho más exigentes. En la actualidad es el responsable de la formación y designación de los árbitros en la Liga de Madariaga. Estuvo presente en el partido Villa Clelia – Atlético y luego elevó al presidente de la Liga de La Costa Iriart, otro hombre de De Jesús, el siguiente informe, que a su vez, con la firma del Dr., Luna y de Salvarezza, como secretario y presidente de la Liga Madariaguense, elevaron al APREVIDE.
Al Presidente Unión Regional Sr. Alfredo Iriart:
Encontrándome el día domingo 8 del corriente mes en el estadio del Club Atlético Villa Clelia, donde se jugaba el partido entre el equipo antes mencionado y el Club Atlético Villa Gesell, observo, que el partido se desarrollo en forma normal, a pesar de las escasas medidas de seguridad brindadas por el estadio, las cuales no cumplen con las mínimas requeridas para un evento de esta naturaleza.
Realmente me debo obligado a contarle que, si no ocurrió una desgracia fue porque contamos con mucha suerte. Partamos de la base que el club visitante, para ingresar a su vestuario, debió pasar entre medio de los hinchas locales; lo mismo para realizar el pre-calentamiento habitual, para el cual debió volver a pasar por dicho lugar para nada recomendable. Como consecuencia se vio obligado a terminar la actividad sobre una calle aledaña al estadio.
Una vez suspendido el partido cuando aun restaban cinco (5) minutos por jugar, los hinchas se tomaron a golpes de puño, arrojándose todo tipo de objetos, sumándose los jugadores que representan al Club Villa Clelia saliendo disparados desde su vestuario hacia la calle y sin que llegara aun ningún tipo de refuerzo policial. Cuando llegaron ya era tarde. La gresca finalizo con personas quebradas, ensangrentadas entre ruidos de disparos que se escucharon. El terror se adueño de los vecinos aledaños. Una de las personas del Club Atlético Villa Gesell debió esperar hasta el día siguiente para poder recibir el Alta Médica debido a sus graves lesiones.
Como presidente del Colegio de Árbitros de la Liga Madariaguense de futbol, me gustaría colaborar para que se apliquen sanciones sobre dicho estadio ya que no ofrece ningún tipo de seguridad para organizar un evento deportivo con similares características.
El partido
No vale la pena hablar del mismo desde lo futbolístico. Tan solo un comentario desde lo arbitral: Fue un robo. El arma utilizada para el ilícito fue el silbato. Las otras armas, los palos, cadenas, fierros y revólveres, están fuera de la canchita. Porque hubo tiros, geselinos puristas. Los pobrecitos de Villa Clelia, invadidos por las hordas geselinas, dispararon contra el ómnibus que trasladaba a los hinchas de Atlético.
Otro sí digo: El Tribunal de Penas oficial, determinó que había que terminar con Atlético Villa Gesell y le bajó medio equipo. A los de La Costa…. Nada. A la canchita menos.
Así no se puede jugar. El próximo campeonato entre equipos de la Liga de la Costa y la de General Madariaga debe suspenderse. Para siempre.
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