El acuerdo entre el gobierno y el Club de París que cerró la semana pasada el ministro de Economía Axel Kicillof dejó algunos puntos oscuros respecto a los
cálculos utilizados para llegar a la cifra final de U$S9700 millones que se le ter
minará pagando a ese grupo de países.
Un punto curioso curioso es que en las planillas de la Secretaría de Finanzas correspondientes a septiembre de 2013, la deuda con el organismo ascendía a
sólo U$S6.000 millones, un 60% más baja del monto en el que el titular del Pa
lacio de Hacienda cerró la negociación.
Los números no tardaron en llamar la atención de los economistas y dirigentes
de la oposición.
Uno de ellos fue el diputado Claduio Lozano. “De manera extraña, la deuda con
el Club de París creció 3700 millones”, advirtió el economista de la CTA.
En diálogo con LPO, el legislador señaló que para llegar a ese número “la única
explicación es que no sólo no se obtuvo reducción de capital, sino que además
implica una tasa de interés del 5,7%, que duplica las tasas normales para esta
tipo de operaciones”.
“El interés surge de la actualización a tasas normales. Metieron una tasa del
5,7% con un punitorio por dejar afuera de las negociaciones al FMI”, puntuali
zó Lozano.
Esto da una tasa de interés total del 8,5% anual desde el 2001 hasta ahora, su
mando intereses devengados y punitorios, estiman en la consultora ACM. "Es
demasiado", apuntaron desde ese estudio.
Ese porcentaje está lejos de ser un motivo de festejo, a pesar de los esfuerzos
del gobierno de querer mostrarlo como un éxito.
“Por el momento, el monto de US$9.700 mill. de la deuda a reestructurar si
gue siendo uno de los aspectos más brumosos, teniendo en cuenta que de
acuerdo al comunicado oficial la fecha de corte para la consolidación de los pasi
vos es el 30 de abril, ampliando el período original de la consolidación que era
diciembre de 1983”, coincide el último reporte de la consultora.
Cuando Kicillof fue consultado al respecto el viernes, el funcionario explicó-sin
dar muchos detalles- que “surgen de la aplicación de los contratos que estaban
firmados con los países, que fueron convalidados por el Parlamento argentino”.
“La conciliación consiste en aplicar el contrato firmado y actualizar la deuda en
base a los intereses”, amplió, sin despejar los nuberrones. “Si no se paga, inclu
ye una tasa de interés con punitorios”, cerró.
“No se conocen los detalles del cálculo sobre la deuda, y los intereses, más los
punitorios reconocidos”, reza la nota presentada por el investigador de la deu
da externa argentina Alejandro Olmos Gaona, que respaldó el senador de
Unen Pino Solanas en un pedido de comunicación a la Cámara Alta.
Pero estas dudas no fueron despejadas por Kicillof, porque sólo dio el monto
final y los montos de los pagos sucesivos, pero no puntualizó qué parte de los
U$S9700 corresponde a intereses devengados, qué parte a los punitorios ni
qué proporción representa el capital.
Sin Fondo
Para Lozano, “lo que está implícito es haber validado deuda ilegal que equiva
le al 42% del total. Es deuda que proviene de la dictadura que no tiene docu
mentación respaldatoria”. De lo contrario, el gobierno debería pagar U$S4000
ó U$S5000 millones.
El economista recordó que hasta el Banco Central reconoció en 1984 que par
te de esa deuda era fraudulenta, por ejemplo en el caso de Cogasco, una em
presa que contrajo deuda por U$S1.000 millones pero de los que sólo se de
sembolsaron U$S200 millones.
“Está claro que ahí hubo un conjunto de penalidades que hicieron que Argen
tina termine pagando esa deuda carísimo. Pagaron más tasa de la necesaria
por estar fuera del Fondo y aceptaron deuda ilegal”, se indignó el diputado.
Es que el gobierno se obstinó en rechazar la presencia del FMI en el acuerdo,
porque de lo contrario habría puesto condiciones sobre la política económica
y tendría que auditar los números flojos del Indec. No obstante, esto encareció
el pago y los plazos, que habrían podido financiarlos por hasta diez o hasta 20
años y así aliviaría los compromisos anuales de acá al 2019.
En ese sentido, el gobierno de Cristina sólo va a pagar poco más de U$S1.100
millones entre este año y el que viene. El 88% de la deuda restante deberá ser
abonada por su sucesor.
En el 2001, la deuda en default con el Club de París era de U$S1900 millones.
Es decir que desde ese entonces se multiplicó por cinco por la acumulación de
intereses.
Por otro lado, si se toman otros U$S2000 millones que se debían por créditos
bilaterales, entonces la deuda total “sólo” se multiplica por algo más que dos.
La sospecha de Boudou
En septiembre del 2008, Cristina había anunciado el desembolso de U$S6700
millones a este grupo de países. La operación nunca terminó de concretarse
porque se desató la crisis mundial, pero el decreto que autoriza el giro-con la
firma del entonces jefe de Gabinete Sergio Massa- sigue vigente, por lo que po
dría ser usado por Kicillof cuando el acuerdo se confirme.
El segundo amague del gobierno en cerrar con el Club de París fue en el 2011.
Ese año, el ministro de Economía Amado Boudou dijo que se iban a pagar
U$S8470 millones, un 25% más que en el anuncio anterior. Pero la iniciativa
volvió a pincharse y el acuerdo fue al freezer por tres años más.
"Es posible que el monto actualmente reestructurado contemple deudas poste
riores a 1983”, resalta el informe de ACM.
El periodista Marcelo Bonelli sugirió en las sus dos columnas pasadas que par
te del incremento en la deuda se formó durante la gestión de Amado Boudou
como ministro de Economía.
“El incremento no está justificado y podría incluir maniobras irregulares du
rante la gestión de Boudou”, alertó Bonelli. Según fuentes del Banco Central,
la diferencia estaría justificada por la inclusión de deudas de privados con ga
rantía estatal y también sin cobertura del Estado, asegura el cronista.
"Hasta ahora no existe información concreta ni lógica que explique el creci
miento exponencial. Los punitorios sólo fueron a tasas internaciones del 2
al 3%", continúa Bonelli. Y agrega que fuentes del Banco Central sostienen
que el ahora vicepresidente incluyó en la cifras compromisos no saldados de
bancos y empresas que tenían garantía del Tesoro Nacional.
Muchas impagas durante la privatización de bancos de provincias en la épo
ca del menemismo. "En otras palabras: parte del monto adicional sería fruto
de la estatización de deudas privadas, como lo hizo Domingo Cavallo en 19
82", concluye el columnista.
"Por supuesto, hubo incorporación de deuda privada, pero además hubo in
tereses punitorios acumulados", aclaró Olmos a este medio.
Como sea, para Lozano el resultado es el mismo: el país deberá pagar de un
día para el otro U$S3700 millones más, y si esa cifra surge de una deuda pri
vada que fue estatizada, o por intereses excesivos, no cambia la delicada situa
ción financiera en la que queda la Argentina a raíz de este arreglo.