Todavía no logramos reponernos de los días agitados de las elecciones del pasado mes de octubre, que los actores políticos ya comenzaron a posicionarse para las próximas. Pero, para sorpresa de muchos, no buscan espacios legislativos en 2013, sino posicionarse en primera fila para 2015.
Sí, aunque parezca surrealista y de un cuento de ficción, todavía no asumieron los cargos y ya están buscando un lugar para dentro de cuatro años. Los argentinos siempre nos caracterizamos por ser previsores, pero en el rubro político, sin dudarlo, somos los mejores del mundo, igual que Maradona. Somos todos unos campeones.
Para el rubro Gobernador ya tenemos varios en carrera. Por un lado, Gabriel Mariotto, que en tan sólo tres semanas ha logrado aglutinar a casi todo el peronismo kirchnerista de paladar negro, y a todos aquellos librepensadores dentro del glorioso movimiento, que el gobernador Daniel Scioli no ha sabido, o no ha querido, contener.
Cuenta con la caja del Senado, que no es poca, en virtud de que tiene mucho manejo de dinero pero poco gasto operativo en administración. La gran mayoría son contratos de personal sin estabilidad, una excelente caja para la política. Sin responsabilidades de gestión, salvo por las leyes que haya que sacar o pisar, según sean los requerimientos de Nación.
Además cuenta con varios funcionarios del gabinete de Scioli que ante algún requerimiento de gestión, primero lo consultan, antes de tomar decisiones. Todo un dilema para los próximos cuatro años, porque seguramente el Gobernador va a ser el último en enterarse de lo que dispongan sus propios funcionarios.
Por otro lado tenemos al intendente de Tigre, Sergio Massa, que viene de sufrir varios reveses dentro de su apoyatura política, aunque su habilidad le permitió conquistar dos municipios dentro del Conurbano profundo, que le darían un gran respaldo territorial, sumado al buen acogimiento en la sociedad, según muestran las encuestas.
Tendrá que trabajar muy duro para estar en la línea de largada y poder quebrar esa valla que tiene dentro del peronismo, que no lo quiere; aunque se lo conoce por ser un hombre de mucha cintura, por lo que, seguramente, podrá arreglárselas para saltar los obstáculos y estar en la línea de partida. Cuenta con caja, pero no la suficiente como para comprar voluntades.
Otro infaltable en la grilla de largada es nuestro vicepresidente y rockstar de Puerto Madero. Amado Boudou venía con mucho viento a favor y, además, con un gran karisma, aunque en los últimos días bajó las acciones dentro del entorno kirchnerista por orden de Máximo Kirchner, quien, según dicen las malas lenguas, habría tenido acceso a alguna grabación del rockstar y su novia que no lo han dejado muy bien parado, sobre todo por la falta de caballerosidad con la que se manifestó en las conversaciones.
Seguramente un radio pasillo más, pero que en los hechos significó que toda La Cámpora saliera a apoyar a Mariotto en lugar de Boudou. El tiempo dirá qué le deparó el futuro, por cuanto en temas de amor nunca se sabe, siempre existe la posibilidad de reconciliarse.
En los hechos ha surgido un nuevo actor: Alberto Pérez. Un hombre poderoso dentro de la estructura de Scioli, que ha sabido, con un perfil bajo, consolidad su poder. Está en plena tarea de construir el “Perizmo”; seguramente tendrá mucha incidencia en los próximos años. Aunque el Gobernador ya ha manifestado que no lo quiere como su sucesor, él sigue en su armado.
Cuenta con cosas básicas: mucha experiencia de gestión y de política, fue uno de los grandes actores para que el mandatario bonaerense sacara más votos que Cristina Kirchner en la Provincia; hay un 7% que votó al Gobernador y no votó a Cristina, una buena base para largar. Posee, además, mucha caja, toda la que el gobierno bonaerense puede disponer. En la sociedad nadie lo conoce, pero si se cumple con el axioma de que es mejor un candidato sin conocimiento que uno con mala imagen, seguramente tendrá posibilidades.
Por su parte, el Colorado De Narváez ya manifestó su intención de volver a presentarse. De hecho, radio pasillo dice que mantuvo una reunión a solas con Daniel Scioli para arreglar una estrategia en conjunto a futuro. Además cuenta con un interlocutor de lujo, que es Pepe Scioli, quien, a pesar de los comentarios mal intencionados, sigue teniendo relación y no deja de ser un asesor bien intencionado de su hermano; la familia es la familia, y de eso el Gobernador sabe mucho.
Mientras sus secuaces juegan a ver quién lo sucede, el mandatario provincial está comenzando a librar la madre de todas las batallas con el Gobierno nacional; siempre entre las sombras, pero batalla al fin. El escenario del conflicto es la provincia de Buenos Aires, con lo cual, a los platos rotos los vamos a pagar todos los bonaerenses.