Los economistas de la Universidad de Belgrano acercaron al BCRA y
a Macri su diagnóstico y propuesta para frenar el deterioro del patrimo
nio neto del Banco Central.
Los economistas y profesores de la Universidad de Belgrano, Diego
Giacomini y Javier Milei, hicieron llegar esta semana a la presidencia
de la Nación y a las autoridades del Banco Central su diagnóstico
respecto de la inflación que no cede pese a que la tasa de interés esté
arriba del 74% anual.
Su propuesta se resume en que el Gobierno le pida 20.000 millones de
dólares al FMI, además de los 56.000 millones del Acuerdo Stand-By
y que se usen para comprarle al Banco Central los bonos del Tesoro
intransferibles que tiene en su activo. De esta forma, la autoridad mo
netaria cambia la composición de sus activos y se hace de dólares con
los que pagar las Leliqs y le pone fin a la obligación de estar permanen
temente prometiéndoles a los bancos ganancias en pesos que el
Banco Central debe emitir para luego buscar que esos pesos vuelvan
al Banco Central para que no se conviertan en un aumento de la Base
Monetaria que Sandleris congeló.
En palabras de Giacomini y Milei, la idea es "que se negocie con el FMI
usd20.000 MM adicionales para que el Tesoro absorba las LELIQs a
cambio de la deuda intransferible contra el Tesoro que el Central tiene
en su activo. En este marco, los nuevos usd20.000 MM financiados por
el FMI no consistirían un incremento marginal de la deuda neta del
sector público nacional considerando BCRA".
"Con esta operatoria adelgazaría el balance del BCRA, mejorando la
calidad tanto del activo como del pasivo de la autoridad monetaria.
También mejoraría la cuenta de resultado del BCRA desapareciendo
el déficit cuasi fiscal y la promesa de emisión futura. Concretamente,
a un tipo de cambio de $51,45 por dólar, esta operatoria permitiría
mejorar el patrimonio neto (bien medido) del BCRA en un 76%", agre
garon los economistas de la UB.
Ambos economistas son abiertamente críticos de la gestión de Guido
Sandleris. Milei incluso ha bregado por el cierre del Banco Central
como única forma de frenar la emisión de pesos que, en su opinión y
la de los economistas de la escuela monetarista, es la causa única de
la inflación porque hace crecer la cantidad de pasivos del Banco Cen
tral sin un correlato por el lado de los activos. Esto aumenta las expec
tativas de devaluación, porque sin activos que respalden los pasivos,
el Banco Central debe licuarlos vía devaluación.
Se trata de la misma devaluación que el Banco Central ahora busca
frenar vendiendo dólares de las Reservas Internacionales por debajo
de $51,45, el techo de la zona de no intervención, o vendiendo 250
millones de dólares diarios por arriba de ese techo, política que
"alcanza como mucho hasta septiembre".
Para los profesores de la UB, "la política de ventas de reservas es
muy difícil que aguante hasta las elecciones; es decir, es muy probable
que tenga que ser abandonada con anterioridad a los comicios, impac
tando negativamente en el dólar y la inflación antes de los comicios".
"Además, la venta de reservas tendría efectos muy negativos sobre la
cantidad de dinero, la tasa de interés, el nivel de actividad y la meta fis
cal. La contrapartida de vender USD 10.000 MM es una fuerte caída de
la cantidad de dinero que hará subir fuertemente la tasa de interés,
agrandando exponencialmente todos los problemas relacionados con
las LELIQs", consideraron Giacomini y Milei.
El diagnóstico de ambos es que "el problema del BCRA es que su
balance (bien medido) está quebrado y su patrimonio neto es nega
tivo, consecuentemente hay que esperar más devaluación e inflación
a futuro. Bien medido y a un tipo de cambio mayorista de $43,48
($51,45), el patrimonio neto de verdad del BCRA asciende a -usd34.045
MM (-usd25.730 MM). Es decir, un salto del tipo de cambio hacia la
banda mejoraría instantáneamente el balance en un 25%. Sin embargo,
con estebalance de BCRA quebrado no hay chances de estabilizar
el tipo de cambio, desacelerar la inflación y bajar la tasa de interés".
Por eso, lo que proponen es que el Gobierno renegocie con el FMI un
adicional de 20.000 millones de dólares con los que respaldar los de
pósitos a plazo fijo -el 90% de las Leliqs son la contraparte de estos
depósitos- y así eliminar las Leliqs, que son pasivos remunerados
que crecen a un ritmo efectivo de más del 90% anual.
Esto explica la premura, desde el punto de vista de los economistas
de la UB, si no se frena el crecimiento de las Leliqs ahora, dentro de
un año serán necesarios unos 18.000 millones de dólares al mismo
tipo de cambio. La alternativa es la "profecía autocumplida", es decir,
otra devaluación y una nueva aceleración inflacionaria.