En persona, Daniel Scioli bendijo la creación de una línea política propia. Detallista, obsesivo por el marketing, husmeó en un puñado de opciones que le sugirieron y eligió la marca de esa tribu que tiene un objetivo puntual: encarnar al sciolismo puro.
Debutó el martes y ayer, con guiño de Scioli, se bautizó La Dos. Repite lo de femenizar los sectores -La Cámpora reeditó el modismo de la JP o La Coordinadora radical- y aunque sugiere una clave numérica, tiene otra lectura: es el acrónimo de Daniel Osvaldo Scioli: D.O.S.
El nombre despeja toda duda. Tras la irrupción de La Juan Domingo, que se presentó el sábado último en Los Toldos, el gobernador habilitó lo que desde un pedido que abortó una y otra vez en los últimos años: el surgimiento de una agrupación explícitamente sciolista.
«Cristina pidió estar unidos y organizados. Nosotros nos organizamos», dijo un promotor del club sciolista en un zona gris entre lo textual y la ironía. La primera cita fue el martes, en una cena con menú de euskadi y preparativos para el futuro cercano.
El manifiesto -todavía no escrito- de La Dos transitará lo previsible: respaldo al Gobierno provincial dentro del modelo Nac & Pop. Distinguirá, como sutil contracara de La Juan Domingo, entre el hipersciolismo y el peronismo que hace sciolismo sin Scioli.
Martín Ferré, ministro de Desarrollo Social, asoma como uno de los «sponsors» junto con su colega del gabinete bonaerense Cristian Breitensten, exintendente de Bahía Blanca, ahora al frente de la cartera de Producción. Los dos orbitan en torno a Alberto Pérez, jefe de Gabinete de Scioli.
En la orgánica aparecen, además, los diputados Guido Lorenzino, Rodolfo «Manino» Iriart, Iván Budassi y Martín Cosentino, además de una ristra de funcionarios: Mariano Cascallaras, del IPS; Roberto Passo, vice del IOMA, y el secretario de Transporte, Hugo Bilbao.
El staff inicial se completa con Santiago Cafiero, Nicolás Milazo, Pablo Pernicone, José Molina del OPDS, Alejandro «Topo» Rodríguez, Carlos Giannella, Walter Carbone y Guillermo Bucek. Se trata, en general, de figuras que colaboran con Scioli desde antes de su mudanza a la provincia.
Hay matices: La Juan Domingo colecta peronistas quejosos, molestos con Gabriel Mariotto que más allá los fraseos de ocasión tienen una rivalidad explícita con el kirchnerismo.
Sin despreciar aquel armado, Scioli avaló a La Dos para que ofrezca otra ventanilla: se atrincheran en lo generacional del sub-40 -algunos exceden ese límite- para atraer a dirigentes y grupos que recelan de la cofradía histórica de La Juan Domingo.
Así y todo, ése no es el foco crítico: la irrupción de La Dos es otro de los planos en que se manifiesta antagonismo entre Scioli y Mariotto, disputa que adquirió otra configuración desde que el vice se dejó tentar por la quimera de treparse al ring de los presidenciables.
Se entrevé, por eso, antesala de la pulseada por la candidatura presidencial del pankirchnerismo de 2015. Mariotto tiene un relato. Para ser gobernador bonaerense, ha dicho, hay que ser una figura nacional. Eduardo Duhalde, Carlos Ruckauf y Scioli certifican esa tesis.
Pero la solidez argumental no cuaja para sus aliados. La primera salida del vice al interior del país -la semana pasada viajó a Córdoba- despertó reproches de La Cámpora y de Olivos. Por eso, su módica agenda de salidas a las provincias quedó en «stand by».
De entrecasa, nada se amortigua. El «scrum» legislativo de La Cámpora y Mariotto sacudió a Scioli con un «pack» de leyes: una comisión sobre el crimen de Candela, una investigación sobre Luciano Arruga y un pedido de informes sobre el vínculo contractual con la empresa Boldt con la provincia.
A los tumbos, el sciolismo amagó con una rebelión, pero evitó fracturar el bloque del FpV en la votación. Por entonces, José Ottavis, vice de Diputados y cacique neocamporista, escuchó un aviso: «La próxima ley que presenten contra el gobernador, rompemos».
Ocurrió ayer, pero en el Senado. Cristina Fioramonti, jefa del bloque K de la Cámara alta y esposa de Carlos Kunkel, defendió un pedido de informes presentado por el radicalismo para interrogar al Gobierno provincial sobre el gasto publicitario en 2011.
-Pedimos que se pase para la próxima sesión -intervino Baldomero «Cacho» Álvarez, senador y patriarca de La Juan Domingo.
-Hubo un acuerdo para acompañar este proyecto
-dijo Fioramonti- y reveló un acuerdo con la UCR que empujó el proyecto a través del possista Roberto Costa.
-Señores senadores, se vota ahora -dispuso, terminante, Mariotto.
Se votó: de los 27 senadores del FpV, un grupo -algunos dicen 7, otros estiran el número a unos 15- no levantó la mano, pero el proyecto se aprobó. La sospecha sciolista es que el texto fue promovido por el vicegobernador.
Afuera, después de romper una reja y entrar a los empujones a la Legislatura, las ruralistas que protestaban contra el proyecto que aumenta el Inmobiliario Rural -donde el FpV votó en bloque- se replegaban corridos por militantes de La Cámpora.
fuente : ambito financiero