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domingo, 7 de octubre de 2012

El armado de Alicia K, de cara a lo que viene



La ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner, tiene partido propio en la Provincia. Kolina será parte del FpV, y servirá para contener listas transversales. Siguen midiendo la candidatura de la funcionaria
Con dos años de vida como movimiento, la estructura de un megaministerio y la regencia de una lideresa de apellido Kirchner, Kolina planta su bandera en la provincia de Buenos Aires. Logró el aval de la Junta Electoral para ser partido político, y el derecho a confeccionar sus listas propias, sin la obligación de tironear lugares con los caudillos justicialistas, o pelear de lleno en una interna. Así sucedió en 2011, cuando la agrupación se ilusionaba con el visto bueno de la Junta, pero, ante la demora, jugó en algunos distritos una desigual interna en el FpV. Sandra Gallardo, en Brandsen; Luis Vivona, en Malvinas Argentinas; Gustavo Traverso, en Junín; Ignacio Barraza, en Dolores; Lisandro Bornioli, en Pergamino; y Nicolás Ambor-sius, en Tres Arroyos, fueron los candidatos a jefes comunales que pulsearon y perdieron la apuesta. Ahora, con sello propio, avanzan hacia las futuras instancias electorales.

No son los únicos referentes seccionales de Kolina. En la Tercera está, además, el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray (ex funcionario del ministerio). En La Plata hace punta Carlos Castagneto. Su hijo, Gastón, es el secretario general del partido provincial, además de uno de los apoderados.

La estructura va ensanchándose poco a poco. Una porción de intendentes vecinalistas está en la mesa de discusión. Ricardo Moccero, de Coronel Suárez, es sin duda el más entusiasmado. Confía en ce-rrar acuerdos con sus pares de la Sexta y extender la tarea hacia otras regiones. La idea es que, ante las eventualidades electorales, puedan tener una lista segura en Kolina. José Martínez, de Gonzáles Cháves, ya está en la mesa, aunque respetando su origen en el movimiento Evita. Igual sucede con los otros alcaldes, salvo el de Tres Arroyos, Carlos Sánchez, que prefiere conservar su independencia.

En ese caso, la jugada de los K de Alicia es elevar Kolina por fuera del Ejecutivo, a través de los bloques deliberantes.
El kirchnerismo logró ponderar dos presidentes, Néstor y Cristina, líderes indiscutidos de su movimiento. Logró, además, contener la bravura del PJ, sobre todo el bonaerense. Ahora apuesta a tener su propio partido, con menos cuerpo que el justicialismo pero con lealtad cuasi absoluta. Kolina es, sin duda, no solamente la sigla que identifica a Alicia, también es el proyecto K plasmado en un partido político; por eso la necesidad de hacer pie y sostenerse con fuerza en Buenos Aires.
La lógica que manejan desde el organismo es generar un espacio donde todos los sectores kirchneristas tengan lugar, sin perder su identidad partidaria.

Esto favorece el ingreso, pero limita los personalismos. “Todos tienen la palabra en las mesas distritales, pero ninguno la decisión absoluta”, expresan desde la conducción. De esa manera también se evitan infiltrados, o aquellos que busquen desarticular el armado.

Con respecto al trabajo territorial, si bien los funcionarios de Desarrollo Social que forman parte de Kolina se preocupan en aclarar que las dos labores -la institucional y la política- van por vías separadas, es evidente que la estructura de una no podría existir sin la otra; Desarrollo Social es el área fuerte del Gobierno nacional. Las pruebas son evidentes: su presupuesto se incrementó en estos años en un 700 por ciento. Para 2012 la partida prevista fue de 27.485 millones de pesos, una suba del 23 por ciento en relación con el año anterior. Parte de estos recursos son utilizados para financiar el programa Argentina Trabaja, que fomenta la conformación de cooperativas entre personas desocupadas. Cada cooperativista recibe un salario mensual (o beneficio cooperativo) de 1.200 pesos. No es el único programa. También está la asistencia a comedores, y las más de 850 mil pensiones no contributivas para madres de más de siete hijos, ancianos sin cobertura y personas con discapacidad. El movimiento Evita, algunos de cuyos intendentes están cerca del flamante partido, tiene una participación importante en el ministerio. A su cargo está la subsecretaría de Economía Social, en la órbita de Castagneto. Esa área es la encargada de bajar al territorio programas de inclusión social a través del trabajo.

Con la megaestructura ministerial como fuerte motor, Kolina avanza firme en tierras bonaerenses. Tiene como laderos nacionales a los ministros Débora Giorgi (Industria) y Alberto Sileoni (Educación), más el jefe de la bancada FpV en el Senado, Miguel Angel Pichetto. Todos ellos comulgan en una suerte de megaestructura que resguarda los intereses del partido. Está, como líder, Alicia K, la segura candidata del nuevo partido. Desde hace tiempo la Presidenta, Cristina Fernández, sueña con ubicar a su cuñada en la Provincia. Hasta ahora, si bien la ministra conserva una muy buena imagen, y tiene un alto nivel de conocimiento en el electorado, no logra instalarse como postulante. “La gente no la ve como candidata, la sigue viendo en tareas sociales; por eso hay que sacarla a la cancha, y ahí va a mostrar lo que es”, dicen desde su partido. Para ello se está trabajando en su discurso y sus expresiones, para aggiornarlos a los tiempos electorales. El partido ya está en marcha, y la candidata está en carrera; sólo falta el ok popular para que Kolina ascienda en el campo electoral.

Los gendarmes advierten al Gobierno: “Si tocan a otro no nos movemos más”



Después de que la ministra Nilda Garré decidiera pasar a disponibilidad al vocero Raúl Maza, los gendarmes que reclaman una mejora salarial en el edificio Centinela señalaron que “si llegan a echar a otros camaradas el clima se va a complicar”. “No podemos creer que no nos podamos expresar en democracia”, dijeron. El temor a los infiltrados y el rechazo al mote de “golpistas”. 
Los gendarmes advierten al Gobierno: “Si tocan a otro no nos movemos más”
La protesta de lo gendarmes cumple hoy su quinto día.
“No creemos que metan la mano en el avispero, pero si tocan a otros, se va a complicar porque no nos vamos a ir”, es la amenaza que, por lo bajo, los gendarmes le dedican al Gobierno.

Es que luego de que la ministra de Seguridad, Nilda Garré, decidiera pasar a disponibilidad a al vocero de los gendarmes que reclaman mejoras salariales, Raúl Maza, los efectivos continúan en la puerta del Edificio Centinela y advierten que endurecerán las medidas si hay más “represalias”.

Esta mañana, Maza y otros dos gendarmes (Saúl Quispe y Maximiliano Mecenazco) fueron notificados de su pase a disponibilidad por parte de Seguridad. La notificación fue firmada por el director de Bienestar y Sanidad de Gendarmería, comandante mayor Gerardo Otero, y es el paso previo para una posible baja, si es que la investigación que se abre de acá en más así lo determina.

En diálogo con LPO, el propio Maza señaló que la notificación “no hace referencia” al recamo en sí y su rol como vocero aunque aclaró que todavía no se reunió con sus abogados “para desglosar la totalidad de los ítems”.

“Uno de de los camaradas tiene una situación familiar muy particular y me parece arbitrario todo lo que están haciendo. Vivimos en democracia y no puedo creer que se esté reprimiendo de esta manera, estas son estrategias para desgastarnos. He recibido mensajes de todo el país en donde nos dicen que sigamos adelante y vamos a seguir hasta el final”, le dijo a este medio.

Además, Maza aprovechó para responderle a los sectores del oficialismo que en los últimos días vincularon la protestas con un intento de “desestabilización” hacia la presidenta Cristina Kirchner y a la propia jueza de la Corte Suprema Elena Highton de Nolasco que remarcó que “hay que tener cuidado” con el reclamo.

“No se que actitud quieren que tomemos, Hemos agotado todas las instancias, inclusive legales y nunca hemos tenido respuesta como correspondía”, replicó Maza.

Por la tarde, los gendarmes tenían claro que hasta el martes no habrá ningún tipo de avance en la negociación ya que el propio secretario de Seguridad, Sergio Berni, pidió plazo a este ese día para estudiar el pedido de 7 mil pesos de bolsillo para los escalafones más bajos, incorporación a una ART y la garantía de que no habrá represalias, entre otros puntos.

“No se animan a tocar a otros”

En ese contexto, según pudo comprobar LPO, la medida caló hondo entre los efectivos que continúan con la protesta en el Centinela. Pidiendo anonimato un gendarme graficó: “Sabíamos que esto podía pasar porque tenemos una conducción lógicamente verticalista. Pero no creo que se animen a echar a 500 o 50. Ni siquiera a 15, no creo que se animen a meter la mano en el avispero”.

“¿Y que pasaría si se da ese escenario?”, preguntó el cronista de este medio. “Ahí se complicaría porque no nos vamos a mover hasta que los reincorporen”, advirtió el efectivo.

Sobre las acusaciones de cierto plan desestabilizador detrás de la protesta, otro gendarme dejó en claro su posición: “Soy hijo de la democracia y lo que quiero es expresarme libremente, no somos golpistas”.

Una señora, que se identificó como “esposa de un suboficial con 40 años de servicio” pero que no quiso dar su nombre sí se animó a criticar al Gobierno. “Yo se lo que es la vida de un gendarme y sé cómo los alimentan en Campo de Mayo. Como el Indec dice que se puede comer con 6 pesos deben tomar un litro de leche por día, nada más”.

El temor a los “infiltrados”

En su quinto día de protesta, si algo preocupa a los gendarmes es que la protesta se mantenga “dentro de los carriles normales”, según dijeron. Por caso, apenas arribado al lugar, al cronista de LPO le fue exigida su credencial como condición para quedarse en el lugar. Lo mismo sucedió antes de conversar con Maza, con el agregado de un pequeño interrogatorio sobre sus referencias profesionales.

“Hubo muchos infiltrados en estos días. Se nos quieren meter de todos los partidos y tenemos que tomar nuestras medidas”, contaron. Otros efectivos también admitieron que los recaudos son por el temor a que el Gobierno esté haciendo inteligencia.

De todas maneras, el clima en Retiro parecía distendido en horas de la tarde. Rodeados de esposas, hijos y demás familiares, los gendarmes se distendían leyendo los diarios, algunas revistas y, sobre todo, tomando mate. El murmullo constante sólo se interrumpía cada vez que una camioneta de la Prefectura pasaba por el lugar y saludaba a bocinazo limpio.

Eso sí, todos aplaudieron cuando un grupo de gendarmes llegó con un cargamento de yerba. “Playadito”, pedían los más exigentes aunque la mayoría se conformaba con cualquier otra marca. 

La protesta de los zumbos


Por 
 Ricardo Ragendorfer


Crisis en prefectura y gendarmería. Pese a su origen salarial, el rechifle en ambas fuerzas ha crecido como una bola de nieve. Entre sus efectos resalta la ruptura de la cadena de mandos. Las causas profundas de un conflicto no convencional.
En los prefectos y gendarmes que protestan en Puerto Madero y Retiro se pudo advertir cierta predisposición por el espontaneísmo. Ello lo constató el prefecto general Norberto Venerini, quien el miércoles protagonizó una dramática salida del Edificio Guardacostas al ser atacado a patadas y puñetazos por el personal en lucha. “¡Devolvé la guita, chorro hijo de puta!”, le gritaban. La escena fue transmitida en vivo por todas las señales de noticias. Y tal vez la haya apreciado el aún comandante general de Gendarmería, Héctor Schenone, mientras aguardaba en una confitería de Palermo cercana al Ministerio de Seguridad definiciones acerca de su propio destino. Aún no había trascendido que su sueldo era de 97 mil pesos, gracias a una medida cautelar.
Los acontecimientos desatados el 2 de octubre pusieron al descubierto que el 80 por ciento de los gendarmes y el 60 por ciento de los efectivos de Prefectura cobraban haberes regidos por cautelares de la Justicia Federal. Desde entonces, un río de tinta corrió sobre el carácter delirante de esas escalas salariales, en cuya tramitación intervino un selecto grupo de estudios jurídicos especializados en litigar contra el Estado, como el bufete de Roberto Durrieu, un ministro de la última dictadura. Un río de tinta también corrió sobre el Decreto 1307 –basado en dos fallos de la Corte Suprema– que buscaba mitigar tales distorsiones. No menos sabido es que una aplicación maliciosa de su letra en las liquidaciones realizadas por las oficinas administrativas de las dos fuerzas hizo que los suboficiales y agentes rasos sufrieran grandes recortes. Aún resta saber si al respecto hubo negligencia o intencionalidad de generar un conflicto. Lo cierto es que desde entonces los efectos del asunto crecieron como una bola de nieve. No es para menos: en Argentina, los rechifles policiales siempre tuvieron mala prensa.
Mucho ya se ha dicho sobre el hecho de que las Fuerzas Armadas latinoamericanas han sido reemplazadas por las agencias policiales de la región en el hábito de derrocar gobiernos constitucionales. Aquel es uno de los ejes en los que se funda la nueva dialéctica golpista diseñada en las catacumbas del Pentágono. Pero no se trata de una idea genuina; por el contrario, el uso de fuerzas policiales a los efectos de articular golpes de Estado es, como el dulce de leche, una contribución argentina a la humanidad. Prueba de ello es el llamado Navarrazo, en homenaje al comisario Antonio Domingo Navarro, quien el 27 de febrero de 1974 derrocó en Córdoba al gobernador Ricardo Obregón Cano. A partir de entonces, esa provincia había pasado a ser el primer laboratorio del terrorismo estatal que se aplicaría luego en todo el país.
Casi cuatro décadas más tarde, un putsch parlamentario eyectaría del poder al presidente de Paraguay, Fernando Lugo. Ello fue el increíble epílogo de una conspiración bordada desde la esfera policial: la masacre de Curuguaty. Ocurrió el 15 de junio, después de que un juez ordenara el desalojo de tierras ocupadas ilegalmente en esa localidad situada en la frontera con Brasil. Francotiradores infiltrados entre los campesinos abrieron fuego sobre la partida policial. La respuesta pareció urdida con anticipación. Aquella tarde, 17 cadáveres de campesinos y policías, además de un centenar de heridos, quedaron diseminados en el sembradío. La sangrienta cosecha no tuvo otro fin que el de tener un motivo para linchar a Lugo en un juicio político de fantasía. El resto de la historia ya es pública.
Sin embargo, su fase más virulenta –la matanza en sí– remite a undéjà vu de cuño nacional: los incidentes del 7 de diciembre de 2010 en el Parque Indoamericano, después de que una jueza ordenara el desalojo de unas 350 familias que habían ocupado de manera pacífica un sector lindante al barrio Los Piletones. La faena –consumada en un operativo conjunto de la Policía Federal y la Metropolitana– concluyó con dos cadáveres. También hubo decenas de heridos; entre ellos, un bebé. Horas después, la estentórea irrupción de un ejército de matones sindicales, barrabravas y punteros oscilantes entre el duhaldismo y el PRO provocaría –no sin apoyatura policial– otra víctima fatal y 70 nuevos heridos. Sobre lo ocurrido aún persiste un interroganta: ¿Había entonces un plan de desestabilización en marcha? Lo cierto es que en aquellas circunstancias, la respuesta oficial más nítida consistió en la creación del Ministerio de Seguridad, seguida por un proceso de reformas profundas en en el seno de la Policía Federal.
Lo de la reciente huelga policial en Santa Cruz fue menos complejo. Hay que reconocer que los amotinados lograron su objetivo estratégico: instalar la sensación de que esa provincia era una enorme zona liberada. Y sin que haya crecido la actividad delictiva. Sólo bastó que, por falta de custodia, los bancos y las dependencias oficiales hubieran limitado o suspendido sus horas de atención para así trastocar los ejes de la vida cotidiana. Pero no exclusivamente en el sentido burocrático. Es que el plan de lucha de los uniformados también se valió del miedo civil y del contagio. Lo primero, por caso, se refleja en la desolación del paisaje urbano con el cierre por decreto de locales bailables, confiterías y salas de juego; lo segundo, en una especie de foquismo policíaco. De hecho, en los últimos días corrieron versiones acerca de acuartelamientos en Córdoba y Buenos Aires. Apenas versiones.
Lo mismo que ahora con Gendarmería y Prefectura: una simple protesta que puso en marcha los temores más atávicos de la sociedad. Y que sacudió fantasmas como el ex teniente coronel Aldo Rico y el pintoresco líder de la organización Tradición, Familia y Propiedad, Cosme Beccar Varela. Éste, en un comunicado, reclamó “el apoyo a los sublevados para así frenar el avance del comunismo”. Una ensoñación desmedida para las pretenciones “de bolsillo” que ambicionan los uniformados en conflicto.
¿Un conflicto sindical? No estaría de más centrar justamente tal cuestión en el debate. Claro que los derechos sindicales de los encargados de ejercer la legítima fuerza del Estado son acotadas. En tal sentido, vale evocar la reciente huelga policial boliviana. El reclamo –de naturaleza salarial– incluyó el saqueo de una oficina de inteligencia que atesoraba los legajos del personal de la fuerza, junto a voladuras de cuarteles policiales en varios puntos del país. En La Paz, los huelguistas armados con fusiles y granadas que mantenían un cerco en torno del Palacio Quemado –la sede presidencial–, amenazaban con colgar incluso a sus delegados si las negociaciones no llegaban a buen puerto.
Se dijo hasta el hartazgo que lo de los gendarmes y prefectos es un conflicto salarial. Pero la pregunta persiste: ¿los uniformados son trabajadores o funcionarios públicos con armas? El carácter militarizado de su funcionamiento y la no democratización de sus estructuras internas no son ajenas a la crisis actual. Una crisis que, al menos por un momento, hizo añicos el sagrado sentido de la cadena de mando. Una cadena que es preciso refundar.

Severos mensajes

EL SECUESTRO DE UN TESTIGO Y LA PROTESTA SALARIAL DE PREFECTURA Y GENDARMERÍA


POLÍTICA / (Por Eduardo Anguita ) 

La protesta salarial de algunos efectivos de la Prefectura y la Gendarmería, lindante con la insubordinación, ingresó en un proceso de negociaciones con un final previsible. Es evidente que el reclamo de 7.000 pesos de bolsillo no está en los planes del Gobierno, pero tanto Nilda Garré como Sergio Berni tienen como misión encauzar las demandas hacia un punto de equilibrio. El reclamo tomó formas inéditas por lo repentino, por parecerse más a una protesta sindical que a un acuartelamiento y por la importancia que tuvo en los medios. En una semana en la que asumió el nuevo secretario general de la CGT, los acontecimientos dejaron totalmente al margen a Antonio Caló. El secuestro de Enrique Alfonso Severo fue la acción de un grupo operativo dispuesto a todo, pero que se conformó con enviar un mensaje. Hicieron una demostración de fuerza tendiente a meter miedo en la sociedad. La buena noticia es que Gendarmería custodiará a todos los testigos; la mala es que, a días de cumplirse seis años del secuestro de Jorge Julio López (18 de octubre de 2006) y dos del asesinato de Mariano Ferreyra (20 de octubre de 2010), siguen existiendo grupos de tareas sin que el Estado haya podido detectar, en ninguno de los casos, quiénes fueron y si hay integrantes de fuerzas de inteligencia o seguridad involucrados en ellos.

Incautan unos dos mil kilos de cocaína oculta en micros de larga distancia en Salta



Un total de 2,571 kilos de cocaína oculta dentro del tapizado de un asiento y en el interior de cajas de jugo en dos colectivos de larga distancia fueron secuestrados en operativos en la provincia de Salta, informaron fuentes de Gendarmería Nacional Argentina.

 
Un total de 2,571  kilos de coca�na oculta dentro del tapizado de un asiento y en el interior de cajas de jugo en dos colectivos de larga distancia fueron secuestrados en operativos en la provincia de Salta, informaron fuentes de Gendarmer�a Nacional Argentina.
 

El primero de los procedimientos se llevó a cabo sobre la ruta 34 en la localidad de Aguaray, cuando efectivos del escuadrón 54 interceptaron la marcha de un transporte de pasajeros para un control vehicular de rutina.

Al inspeccionar el interior del micro, los gendarmes observaron una serie de cortes y alteraciones que les llamaron la atención en el tapizado de la parte trasera de uno de los asientos, por lo que cuando decidieron abrirlo hallaron 1,557 kilos de cocaína dispuestos en tres paquetes envueltos en cinta de embalar.

El segundo de los operativos fue realizado durante las últimas horas a la altura del kilómetro 46 de la ruta nacional 50, donde los uniformados del escuadrón 20 "Orán" detuvieron un colectivo de larga distancia que se dirigía a la localidad salteña de Aguas Blancas.

Tras la requisa y con la ayuda del perro detector de narcóticos, los gendarmes encontraron 103 envoltorios de papel metalizado con cocaína dentro de dos cajas de cartón de jugo, acondicionadas en el sector del mini bar en la planta superior del vehículo.

La droga, que totalizó 1,014 kilogramos, quedó junto a otros elementos útiles para la causa a disposición del juzgado federal de Orán

El quiebre con el kirchnerismo: Mariotto a los gritos en el Senado con legisladores de La Cámpora


  
El vicegobernador se mostró enfurecido con los legisladores de La Cámpora por el proyecto de la policía judicial.
Ya es un secreto a voces que el kirchnerismo le bajó el pulgar al vicegobernadorGrabriel Mariotto, pero de los motivos no se ha hablado mucho. Una fuente de la Legislatura reveló a NOVA que el quiebre entre el vice que había puesto Cristina Fernández para embestir contra el gobernador Daniel Scioli y el gobierno nacional se dio por el dictamen que emitió la Comisión del Caso Candela.

Según esta fuente, desde el Ejecutivo nacional pidieron expresamente a Mariotto que tratara de que los resultados fueran contra el gobernador Daniel Scioli y contra el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal. Sin embargo, eso no sucedió y Mariotto diluyó las responsabilidades hacia la cúpula de la Bonaerense.

A partir de esta “desobediencia” desde arriba decidieron arremeter contra el vicegobernador con medidas como la designación de Martín Sabbatella en la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca). Esto provocó la salida de Santiago Aragón, el hombre que dejó Mariotto tras asumir como vicegobernador.

Esta situación que hasta entonces se mantenía silenciosamente tomó voz este jueves cuando, según el relato de esta fuente, Mariotto (presidente del Senado) recibió el revés de La Cámpora en la cámara alta.

Los senadores de La Cámpora amenazaron con no aprobar el proyecto de la policía judicial si no se modificaban varios puntos. El proyecto estaba listo para salir sin modificaciones e impulsado por el vicegobernador pero La Cámpora exigió modificaciones para levantar la mano y votar a favor.

Al parecer, los gritos de Mariotto hacia los legisladores camporistas se escucharon desde los pasillos del Senado y su desconcierto se notó aún dentro del recinto.

Sin dudas este quiebre seguirá dando sus noticias, ya que de a poco van saliendo a la luz cuestiones que tienen que ver con la ruptura de lo que a principio de año parecía una “hermosa” relación.

Funcionario de Dolores imputado por intentar asesinar al marido de su amante


  
Un relato de novela. Camilo Etchevarren, intendente de Dolores, cobija en su municipio a un funcionario imputado por intento de homicidio.
Aunque el caso data de junio de 2010, lo llamativo es que uno de los acusados de haber perpetrado el intento de homicidio siga siendo funcionario del municipio de Dolores. Mientras que por estas horas los imputados están a la espera del juicio oral, al intendente de la comuna, Camilo Etchevarren, parece no importarle exponer a sus habitantes a las decisiones violentas de un hombre que maneja los hilos en una dirección tan importante como la de Deportes.

La juez de Garantías, la Dra. Laura Elías, luego de recibir varias pruebas y el testimonio de una treintena de testigos, decidió elevar a juicio la causa que se le sigue a Jorge Eugenio Etchart, actual director de Deportes de Dolores, y Claudio Martín Gorozo, un joven que se desempeña como sereno en el Polideportivo Municipal,  por el delito de homicidio en grado de tentativa, ello en calidad de coautores, pero teniendo presente al propio tiempo la acusación alternativa que impone en Etchart la figura de instigador del hecho.

Según figura en el expediente, el 2 de junio de 2010, dos hombres llegaron hasta la casa de Tomás Alfredo Silva, a bordo de un Citroën Xsara Picasso. Quien estaba al volante era Jorge Etchart y lo acompañaba Martín Gorozo.

Según el relato de Silva, avalado por otros testimonios, Gorozo se bajó del vehículo y le efectuó dos disparos. El primero impactó en la región temporal izquierda, haciéndolo arrodillar, y el segundo le ingresó en la región abdominal, causándole heridas que pusieron en peligro su vida. Inmediatamente después Gorozo corrió hasta el vehículo, ascendió al mismo y huyó junto al director de Deportes de Etchevarren.

Milagrosamente, la víctima pudo ser traslada rápidamente hasta el “Sanatorio Dolores”, donde le salvaron la vida, tras una intervención quirúrgica.


Inexplicable: lo quiso matar por ser el marido de su amante

Como si se tratara de una novela centroamericana, las motivaciones fueron sentimentales. Según parece, la víctima de los disparos, Silva, habría estado siendo hostil con Etchart porque sobre él pesaba el rumor de que mantenía una relación amorosa clandestina con su mujer. Y sumando información a la novela, no sólo Silva estaba convencido, sino que era el chisme del pueblo.

Según el rumor más difundido, se había visto salir de la chacra de Etchart, ubicada en la zona de la Escuela de Fruticultura, al auto de la mujer de Silva, seguido por detrás por el director de Deportes conduciendo su camioneta. A esto se suma que la justicia registró 62 llamados entre Etchart y la mujer de Silva, quienes se excusaron de haberse comunicado para transmitir a una alumna de tenis, precios y condiciones para instalar un local de ropa deportiva.

Tanto molestó Silva a Etchart pidiendo explicaciones sobre este rumor, que el director de Deportes instigó a quien dependía jerárquicamente de él, Martín Gorozo, para que atentara contra la vida de Silva, “con el cual tenía problemas personales desde bastante tiempo atrás”.


Buenas y malas decisiones: Pulti lo echó, Etchevarren lo cobijó

Tras el hecho comenzó la investigación e inmediatamente se involucró a Etchart de ser uno de los responsables del intento de homicidio. Por aquellos días el director de Deportes de Dolores había pedido licencia en su cargo, porque trabajaba en el municipio de Mar del Plata como director de Eventos Especiales de esa comuna.

Etchar era conocido en el medio deportivo marplatense por su labor. Anteponía su chapa de profesor de tenis y de haber participado de la organización de la final de la copa Davis en Mar del Plata. Además, había sido parte del equipo de funcionarios que viajó a Puerto Rico y logró la designación de Mar del Plata como sede del preolímpico de básquet.

La noticia de la balacera corrió por la costa hasta el escritorio del mismísimo intendente, Gustavo Pulti, quien hizo elevar un comunicado por todos los medios indicando: “Según es norma desde el inicio de la gestión, ningún funcionario de la planta política puede permanecer en su cargo en tanto exista algún cuestionamiento o duda fundada sobre la corrección de su proceder, aun cuando, como en este caso, se trate de cuestiones relacionadas con su vida privada", explicaba la misiva.

Palabras más, palabras menos, Pulti decidió echar a Etchart por estar sospechado de intento de homicidio.

Sin embargo, el intendente de Dolores, Camilo Etchevarren, decidió levantar la licencia del secretario de Deportes y cobijarlo en su gestión hasta que la justicia decida ponerlo tras las rejas.

A la espera del juicio oral, los habitantes de Dolores desean que la condena no recaiga sólo contra “el perejil” Gorozo, sino también, y con todo el rigor de justicia, sobre Etchart, autor intelectual del intento de homicidio.

Amado Boudou, su historia en un libro



Federico Mayol habla con La Tecla y da detalles de “Amado. La verdadera historia de Boudou”. En la publicación repasa la vida del vice: su infancia, sus días en el partido de La Costa, el amor por las mujeres y la relación con sus mentores
“Está bueno que la gente sepa quién es la segunda persona en importancia que nos gobierna”, introduce Federico Mayol.
El escritor de este nuevo libro, titulado Amado. La verdadera historia de Boudou, se dispone a una charla con La Tecla en la que revelará los motivos por los que decidió realizar esta obra, situaciones de la infancia del vicepresidente de la Nación, de su carrera política y la importancia de hombres fuertes de la política bonaerense que fueron clave en la vida de el ex ministro de Economía de la Nación.

-¿Por qué decidió comenzar a escribir este libro?
-Trabajando en la revista Noticias, desde hace varios años venía siguiendo el caso Ciccone y algunas cuestiones más del vicepresidente y de su socio, José María Núñez Carmona, alias “Nariga”. En 2008 descubrí la sociedad Boudou-Núñez Carmona, cuando este últimofue denunciado por coimear en Télam al presidente de la agencia; ahí comencé con esto. Me parece que Amado Boudou es una figura muy atractiva para investigar, y que trasciende un poco la política; un vicepresidente que toca la guitarra y que no es un personaje que venga de la política, sumado a que está involucrado en uno de los escándalos de corrupción más emblemáticos del Gobierno, me parecieron motivos suficientes como para empezar a investigarlo.

-¿Sorprende la manera en que Amado Boudou llegó a ocupar la vicepresidencia de la Nación?
-Sí, y mucho, porque no es un político tradicional, como los que estamos acostumbrados a ver que nos gobiernen.
Boudou es una persona que no cuenta con demasiada militancia; tuvo un paso muy efímero por la UPAU (Unión para la Apertura Universitaria), que es el brazo universitario de la UCEDE (Unión del Centro Democrático), a mediados de los ‘80; pero nunca estuvo siquiera afiliado a este partido, mito que a menudo se señala. Si alguna vez militó en la universidad, era más para atraer mujeres que por la política en sí misma. Entonces, si uno observa su carrera meteórica dentro del kirchnerismo, la verdad es que sorprende, y mucho, cómo llegó en tan poco tiempo a ocupar la vicepresidencia de la Nación.

-¿A qué atribuye esa manera de ganar tanto terreno en tan poco tiempo?
-Si bien creo que Boudou tiene muchos defectos, quizás el principal quedó plasmado con el escándalo Ciccone. Es una persona inteligente, sumamente carismática y seductora. Creo que ese carisma y seducción que fue utilizando a lo largo de su vida con toda le gente que lo fue conociendo, también los usó en el kirchnerismo. El carisma que tiene es su principal arma de seducción, y creo que logró seducir políticamente a Cristina, por eso la Presidenta lo eligió para ocupar el rol de vicepresidente.

-¿Qué tan importante es Sergio Massa en la vida de Boudou?
-Fue clave el rol de Sergio Massa, y también el de Benigno Vélez, compañero en la facultad de Amado, quien a fines de la dé-cada del 90 lo hizo entrar en la Anses. Cuando Boudou vino de Mar del Plata, sin un peso y sin trabajo, él lo hizo entrar en la función pública. Massa es aún más vital en la vida política de Boudou porque cuan-do se va a Tigre y deja la Anses, es él quien lo promociona para seguir escalando dentro del Gobierno.

-La relación entre Massa y Boudou hoy no existe.
-Dejaron de hablarse cuando Massa se fue de la jefatura de Gabinete y Boudou siguió en Nación. Si bien no se pelearon, desde el entorno del intendente de Tigre te dicen que se cortó solo. Con Massa y con Benigno Vélez, las dos personas que más lo ayudaron, se peleó.

-¿Juan de Jesús también es un hombre significativo en la vida de Boudou?
-Boudou fue secretario de Hacienda en el partido de La Costa entre diciembre de 2003 y diciembre de 2005; ocupó ese cargo por consejo de Massa, y fue el primer test ejecutivo importante en su vida. Esa gestión también se dio con ciertas desprolijidades. Como secretario de Hacienda rubricó con el intendente un plan de viviendas, que después no terminó de concretarse en su totalidad y hubo plata que se esfumó, y nadie sabe qué pasó; incluso su labor allí fue objetada por el Tribunal de Cuentas de la Provincia. Por esos años arrancó con los recitales, junto a su socio, Núñez Carmona. Ese fue el gran despegue económico de Boudou y su socio.

-¿Que Juan de Jesús sea el presidente del bloque del FpV en la Cámara de Diputados de la Provincia, tiene que ver con esa relación con Boudou?
-Sí, tiene mucho que ver con las cercanías con el vicepresidente. Boudou mantiene una relación excelente con la familia De Jesús. En octubre de 2011, cuando Juan Pablo de Jesús hijo fue elegido intendente, vino a la Ciudad de Buenos Aires a festejar con el vicepresidente. Cuando asumió Juan de Jesús en la presidencia del bloque, Amado no era tan denostado como hoy.
-¿Por qué no se ve al vicepresidente con el intendente de Mar del Plata?
-No tienen buena relación Pulti y Boudou. El vice se lleva muy bien con Marcelo Artime, secretario de Gobierno municipal de Pulti; de algún modo es la persona que le custodia los bienes a Amado, y es su hombre en Mar del Plata. Algunos dicen que es la persona que sugerirá Boudou para suceder a Pulti en el año 2015.