Un caso fatal que pone al descubierto falencias que urgen resolver. El drama social de una muchacha de 23 años y 5 hijos. Una polémica obra elegida por los vecinos en el marco del presupuesto participativo. El rol de los medios a la hora informar a la ciudadanía. El miércoles ppdo en horas del mediodía ocurrió un grave hecho que conmocionó a la localidad y paso a paso la noticia fue trascendiendo a las demás ciudades del Partido de La Costa.
El hecho no merecería comentarios al día de hoy si no se hubiese convertido en disparador de varias cuestiones que debemos resolver si queremos dar un salto en calidad como comunidad. Al crecimiento estructural, demográfico, edilicio, debemos acompañarlo con un crecimiento cultural y comunitario; y es tarea de todos.
Esto es lo que mueve al Faro a realizar esta investigación periodística. Sería mas cómodo no hablar, no hacer olas, las sección policial no es algo que caracterice a nuestra publicación, todo lo contrario, casi diría que la evitamos, si no ayuda a solucionar el problema de la inseguridad.
Este caso es distinto, a pesar del dolor por lo sucedido, a pesar de tener que recordar escenas y escuchar testimonios muy tristes, encaramos esta nota con la convicción de estar haciendo un humilde aporte a ese crecimiento como comunidad del que hablábamos.
En nuestro concepto el caso de la niña aplastada por un camión en Santa Teresita se convierte en una caso testigo que conjuga la política, la obra pública y la participación comunitaria; y por que no decirlo, como en todas las relaciones humanas: Pasión, amor y mezquindades.
Los hechos.
Una mamá con sus tres hijitos se disponía a cruzar la avda 41 por la calle 14, en momentos en que un camión que venía por esa artería se disponía a doblar por la avenida hacia la ruta interbalnearia.
En un abrir y cerrar de ojos una de las pequeñas es aplastada por el rodado y la mamá que llevaba a la menor de las niñas en brazos queda atrapada entre las ruedas del vehículo.
Quienes presencian el hecho resguardan a las niñas ilesas y llaman a las autoridades policiales concurriendo al lugar móviles de bomberos y ambulancias que llevan a los heridos al hospital local. El chofer del camión preso de una crisis nerviosa no puede explicar lo sucedido. Los vecinos comentan pero casi nadie vio con exactitud lo sucedido. No hay testigos que narren los hechos. Hay una asistente social de la escuela donde concurren los niños, que no trascendió públicamente su nombre, que se encontraba en el lugar y cobija a dos de las niñas.
La polémica
Los medios locales publican la información y unánimemente expresan que la niña se soltó de las manos de su mamá y corrió bajo las ruedas del camión; y que la mamá en una actitud desesperada por salvar a su hija, se tiró con la niña que llevaba en brazos bajo las ruedas del rodado.
Vecinos del lugar hablan de la peligrosidad de los mojones que dividen la calzada en la avenida 41 producto de su reciente remodelamiento y adjudican la responsabilidad del accidente a esto.
Se genera una polémica que va creciendo y aparecen cuestiones políticas y personales. Entra en discusión el tema de la obra y oh!, casualidad, la misma fue elegida por los vecinos en la primera implementación del presupuesto participativo de 2009.
Los medios Esa tarde en la cobertura de la nota, la periodista Susy Barracosa (que es vecina del lugar y vive sobre la avenida en cuestión a escasos metros del lugar de los hechos), dialoga con comerciantes de esa avenida y uno de ellos, propietaria de una agencia de Lotería habla de “una muerte anunciada”.
Esto fue el detonante de un cruce de voces a favor y en contra que va tomando ribetes novelescos (lamentablemente). El periodista Ariel Fontana, quien fue el autor de la nota que levantaron medios de zona centro y zona sur que hablaba de la circunstancia en que la nena se escapó de las manos de su mamá disparó en distintos medios tras el programa de Barracosa: “DEJEN DE MENTIR TRAS EL MICRÓFONO”.
También cargó contra la dueña de la agencia de lotería y adjudicó parte de la responsabilidad de lo ocurrido a unos canteros que se encuentran en la vereda de su local y dificultan el paso de transeúntes, en una esquina donde las líneas de cruce peatonal están despintadas.
Además acusó a los comerciantes de defender sus intereses económicos en desmedro del progreso y los intereses de la comunidad toda. Si esto fuera así, nada dice de la responsabilidad del estado de permitir estos canteros y de no haber pintado las líneas peatonales habiendo remodelado la avenida hace pocos meses.
La polémica siguió “in crecendo” y como nos sucede a nivel nacional, se absolutiza todo. Se está a favor o se está en contra. Si se pone en discusión mínimamente algo que pueda afectar al municipio, se está jugando políticamente para la oposición. Si sucede algo en épocas pre electorales, hay que callar o darle manija “a fondo”, depende los intereses que se defiendan.
¿Y la comunidad? ¿A la gente que le queda de esto? ¿Qué transmitimos los medios como ideas fuerza? Nos olvidamos que la eficacia de una información periodística o la valoración de si una nota es buena o mala, radica en que si aporta o no a la solución del problema informado.
En este caso, toda esta maraña de idas y vueltas, de cruces y acusaciones, deben servir para encontrar una síntesis y aportar a que no vuelva a ocurrir un accidente de estas características. Pasa que las voces que se alzan en uno u otro sentido dejan intuir intereses sectoriales o personales, lamentablemente.
Este hecho debe servir para dar un salto en calidad y empezar a discutir realmente cual es el rol de los medios en el partido de La Costa. El viernes por la tarde en radio de la costa entrevistaron a la mamá de la nena y esto realimentó el fuego cruzado. Los titulares del sábado reproducidos por distintos medios nos decían “Insisto... el Boulevar no tiene nada que ver con el accidenteLa obra y el presupuesto participativo".
La obra y el presupuesto participativo.
Vaya paradoja. A mediados del año 2009 se empezó a instrumentar el presupuesto participativo. Los vecinos, entre distintos proyectos, eligieron la remodelación de la entrada a Santa Teresita.
La participación en esa localidad fue escasa. En el transcurso de la construcción de la obra se escucharon voces en contra que hablaban de la peligrosidad que generaban los mojones que dividen ambas calzadas. Otros, en su ignorancia que la misma fue elegida por los vecinos cargaban contra el municipio. También hubo quienes sin participar de las reuniones se dedicaron a criticar lo acordado en las asambleas.
Aquí entra en debate cuales son los alcances de esta herramienta de participación ciudadana. ¿Sirve solamente para que los vecinos voten una obra de infraestructura para su ciudad o es una herramienta de interacción y promoción comunitaria para generar ámbitos de participación y poder resolver otras problemáticas?
Desde nuestras páginas venimos sosteniendo esta última definición y alentando al desarrollo de esta política. Es una apuesta que merece paciencia y buena voluntad de las distintas partes para poder lograr los objetivos, las urgencias políticas por un lado (el estado) y la no participación por el otro (la comunidad) conspiran contra esta política.
Ni hablar de los oportunistas que intentan meter la veta política en beneficio propio. Terminan bastardeando algo muy preciado en momentos en que es necesario el salto en calidad del que hablábamos: La participación ciudadana.
Si la obra votada con escasa participación levantó voces en contra, ¿Qué se hizo para acercar posiciones entre los vecinos? Aquí entran en juego los delegados elegidos por las asambleas del presupuesto participativo y debemos rediscutir el rol de los mismos. Ni todo es responsabilidad del estado, ni todo es responsabilidad de los vecinos.
Hay logros y debilidades compartidas y los ámbitos de las asambleas donde se discuten los proyectos son los espacios para debatir y concensuar estas cosas. Para eso hace falta tiempo, capacitación y buena voluntad de las partes, pero por sobre todas las cosas tiempo.
En 3 reuniones no pueden definirse toda este enmarañado de cuestiones, desde la elaboración de los proyectos, hasta la elección de los delegados. Esperemos que este año se haga una correcta lectura de lo actuado hasta el momento para potenciar y fortalecer esta herramienta que es en beneficio de todos.
La mamá
El viernes en el programa “Inquietudes” que se emite por Radio de La Costa de Santa Teresita y que conduce Susy Barracosa, la periodista entrevistó a Yamila, la mamá de la nena que perdiera la vida.
Una joven de 23 años con 5 hijos, “ahora me quedan cuatro, por eso Dios sabe que estoy acá…,si no, no estaría… con todo lo que he pasado en mi vida” dijo en un relato desgarrador que prefererimos no reproducir. Dejó traslucir historias personales y habló que venía de haber concurrido dos días al hospital con su hijita por un dolor de oídos.
Lo que afirma tajantemente es que la niña no se le escapó de los brazos, sino, dice, “No estaría golpeada, tampoco lo estarían mis otros hijos y la asistente social del jardín” (se puede escuchar el video en nuestro muro de Facebook).
La muchacha, de condición muy humilde, en pareja con un “cartonero”, que deja traducir un drama social que también preferimos no ahondar en detalles, se mostró muy angustiada por esas versiones. Con el relato surge un interrogante: ¿Quién es la asistente social que también se vio involucrada en el accidente y fue victima de esta circunstancia? ¿Hubo intentos de ubicarla y lograr su testimonio para aportar un poco de claridad sobre los sucesos?
En honor a la verdad es un tema que duele, que preferiría dejar y seguir con la rutina diaria de estos tranquilos meses de invierno. Pero no es así, no se puede mirar para otro lado. Las cosas pasan y el compromiso debe ser informar, más allá de nuestras preferencias. No se puede escuchar que los medios y la gente opinan sin conocimiento de causa, cada cual aporta subjetivamente lo que cree, en el mejor de los casos… o lo que le conviene.
Tampoco es cuestión de buscar culpables, sea cual fuere la causa de esta fatalidad, no hubo intencionalidad. Es necesario determinar las razones que provocaron esta tragedia para que esto no vuelva a suceder. Desde estas páginas trataremos de aportar humildemente para llevar un poco de luz a este oscuro episodio. Es nuestro compromiso.
Por último nos queda un amargo interrogante, ¿cual sería el curso de la investigación y de los acontecimientos si la víctima de la tragedia no hubiese sido una humilde muchacha de 23 años con 5 (hoy cuatro) hijos y una enorme carga social sobre sus espaldas?
fuente . www.elfaronoticias.com.ar