Un grupo de jefes comunales del Conurbano realizaron un plenario en el Senado bonaerense en el que impulsaron proyectos para la creación de policía municipal. El poder de los intendentes por sobre la policía y los mecanismos de financiamiento serán los ejes del debate. El proyecto presentado por Sergio Massa balancea entre los textos de Daniel Scioli y el kirchnerismo.
Intendentes del Conurbano discutieron hoy sobre policías municipales en el recinto del Senado bonaerense, en una jornada que sirvió para presionar al gobernador Daniel Scioli sobre la necesidad de implementar este mecanismo en los distritos del Conurbano.
El plenario sirvió además para dejar presentadas formalmente las cuatro propuestas que existen sobre el tema. A través del diputado Iván Budassi, el sciolismo dejó plasmada su propuesta. En tanto, el intendente de Tigre, Sergio Massa, explicó el proyecto redactado por el senador Jorge D’Onofrio. Por el lado del kirchnerismo, el sabbatellista Marcelo Saín, presentó su propia iniciativa elaborada junto a Gabriel Mariotto y el diputado Guillermo Britos presentó el proyecto denarvaista.
Las diferencias entre los textos tiene dos ejes principales: El poder de los intendentes por sobre la policía y los mecanismos de financiamiento.
El proyecto de Saín establece un control orgánico y funcional por parte de los intendentes sobre la policía. El mando de la policía está a cargo del jefe comunal quien dispondrá de ascensos, designaciones y aumentos de sueldo.
En tanto, el proyecto sciolista consiste casi en una replica de la policía comunal que ya funciona en el interior de la Provincia aplicada ahora a los grandes municipios. El mando orgánico sigue en manos del ministro de Seguridad mientras que el intendente sólo controla y establece tareas. “El costo político lo paga el intendente pero el control político lo tiene Casal”, dicen los detractores de esa iniciativa.
El proyecto del intendente de Tigre se ubica en medio de las dos posiciones. Busca que el intendente tenga mayor control sobre la policía de lo que propone el Gobernador pero sin llegar a plantear una policía propia por cada uno de los distritos que se adhieran a este sistema.
En cuanto al origen de los fondos para las policías municipales, Sain plantea trasferencias de la Provincia a los distritos durante un proceso de tres años con un fuerte control de la Legislatura bonaerense vía Asuntos Internos.
Massa va más allá todavía y sugiere que, además de los fondos provinciales, los jefes comunales se hagan cargo de esta policía con presupuesto propio. “Primero hay que tener la herramienta y después cada comunidad definir si quiere hacer o no ese gasto”, dijo hoy.
En el caso de Tigre, la municipalidad tiene prevista una inversión de 105 millones de pesos en el sistema de seguridad que se construyó a partir de las experiencias de Ezeiza, Pergamino, San Isidro con respecto a los móviles municipales y un sistema de cámaras que funciona en España en el marco del 112 Madrid.
De la jornada participaron diputados, senadores e intendentes entre los que se encontraban Sergio Massa (Tigre), Lucas Ghi (Morón), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Fernando Gray (Esteban Echeverría) y Joaquín De la Torre (San Miguel).
El plenario sirvió para poner el tema en discusión y generar algunos acuerdos mínimos para comenzar el debate. Algunos intendentes acusan al Gobernador de frenar el proyecto para que la bonaerense no pierda poder.
A su modo, Scioli no sale al cruce de las iniciativas opositoras. Por el contrario las apoya, promete seguir dialogando sobre el tema, y demora cualquier definición.
Los intendentes dicen que el proyecto de Scioli tiene cosas buenas y cosas malas. En rigor, más que de puntos negativos, hablan de "vacíos". La idea de los intendentes es llenar esos vacíos antes de pedir su aprobación.
El poder de los jefes comunales sobre la policía será quizás el eje por donde pase el debate y las principales negociaciones. Los intendentes no quieren una nueva policía comunal que ya existe en pequeños distritos del interior de la Provincia al que consideran como un grupo de policías desarmados con escasa responsabilidades.
Lo que reclaman es un cuerpo policial con las mismas atribuciones que la policía provincial. Esto obviamente va contra la Bonaerense, porque la descentraliza, haciendo que cada intendente tenga control sobre lo que sucede en su municipio. Por eso, genera algo que pocas veces sucede: Alinea a los barones del conurbano no sólo con la Casa Rosada, sino con sectores del progresismo provincial, como Marcelo Saín y Martín Sabbatella.
Uno de los vacíos más evidentes que presenta el proyecto sciolista es que los intendentes no serían los encargados de nombrar a los jefes policiales de cada municipio. "Lo de nombrar al jefe no es lo peor. Nos preocupa más que cada intendente tenga la posibilidad de sancionar y ascender a los policías. Ahí está el verdadero poder de fuego", dicen desde el entorno de Sergio Massa.
El plenario sirvió además para dejar presentadas formalmente las cuatro propuestas que existen sobre el tema. A través del diputado Iván Budassi, el sciolismo dejó plasmada su propuesta. En tanto, el intendente de Tigre, Sergio Massa, explicó el proyecto redactado por el senador Jorge D’Onofrio. Por el lado del kirchnerismo, el sabbatellista Marcelo Saín, presentó su propia iniciativa elaborada junto a Gabriel Mariotto y el diputado Guillermo Britos presentó el proyecto denarvaista.
Las diferencias entre los textos tiene dos ejes principales: El poder de los intendentes por sobre la policía y los mecanismos de financiamiento.
El proyecto de Saín establece un control orgánico y funcional por parte de los intendentes sobre la policía. El mando de la policía está a cargo del jefe comunal quien dispondrá de ascensos, designaciones y aumentos de sueldo.
En tanto, el proyecto sciolista consiste casi en una replica de la policía comunal que ya funciona en el interior de la Provincia aplicada ahora a los grandes municipios. El mando orgánico sigue en manos del ministro de Seguridad mientras que el intendente sólo controla y establece tareas. “El costo político lo paga el intendente pero el control político lo tiene Casal”, dicen los detractores de esa iniciativa.
El proyecto del intendente de Tigre se ubica en medio de las dos posiciones. Busca que el intendente tenga mayor control sobre la policía de lo que propone el Gobernador pero sin llegar a plantear una policía propia por cada uno de los distritos que se adhieran a este sistema.
En cuanto al origen de los fondos para las policías municipales, Sain plantea trasferencias de la Provincia a los distritos durante un proceso de tres años con un fuerte control de la Legislatura bonaerense vía Asuntos Internos.
Massa va más allá todavía y sugiere que, además de los fondos provinciales, los jefes comunales se hagan cargo de esta policía con presupuesto propio. “Primero hay que tener la herramienta y después cada comunidad definir si quiere hacer o no ese gasto”, dijo hoy.
En el caso de Tigre, la municipalidad tiene prevista una inversión de 105 millones de pesos en el sistema de seguridad que se construyó a partir de las experiencias de Ezeiza, Pergamino, San Isidro con respecto a los móviles municipales y un sistema de cámaras que funciona en España en el marco del 112 Madrid.
De la jornada participaron diputados, senadores e intendentes entre los que se encontraban Sergio Massa (Tigre), Lucas Ghi (Morón), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Fernando Gray (Esteban Echeverría) y Joaquín De la Torre (San Miguel).
El plenario sirvió para poner el tema en discusión y generar algunos acuerdos mínimos para comenzar el debate. Algunos intendentes acusan al Gobernador de frenar el proyecto para que la bonaerense no pierda poder.
A su modo, Scioli no sale al cruce de las iniciativas opositoras. Por el contrario las apoya, promete seguir dialogando sobre el tema, y demora cualquier definición.
Los intendentes dicen que el proyecto de Scioli tiene cosas buenas y cosas malas. En rigor, más que de puntos negativos, hablan de "vacíos". La idea de los intendentes es llenar esos vacíos antes de pedir su aprobación.
El poder de los jefes comunales sobre la policía será quizás el eje por donde pase el debate y las principales negociaciones. Los intendentes no quieren una nueva policía comunal que ya existe en pequeños distritos del interior de la Provincia al que consideran como un grupo de policías desarmados con escasa responsabilidades.
Lo que reclaman es un cuerpo policial con las mismas atribuciones que la policía provincial. Esto obviamente va contra la Bonaerense, porque la descentraliza, haciendo que cada intendente tenga control sobre lo que sucede en su municipio. Por eso, genera algo que pocas veces sucede: Alinea a los barones del conurbano no sólo con la Casa Rosada, sino con sectores del progresismo provincial, como Marcelo Saín y Martín Sabbatella.
Uno de los vacíos más evidentes que presenta el proyecto sciolista es que los intendentes no serían los encargados de nombrar a los jefes policiales de cada municipio. "Lo de nombrar al jefe no es lo peor. Nos preocupa más que cada intendente tenga la posibilidad de sancionar y ascender a los policías. Ahí está el verdadero poder de fuego", dicen desde el entorno de Sergio Massa.