Alentados por el triunfo electoral, los distintos actores de
Juntos por el Cambio empezaron a analizar el nuevo panorama
que se abre en el Congreso para discutir el reparto de las comisiones
y, en definitiva, del poder dentro del parlamento y no solo con el
oficialismo, sino también internamente.
Con la decisión del Gobierno de extender las sesiones ordinarias el
Congreso se reactiva y tanto en el bloque oficialista como en la prin
cipal bancada opositora se preparan para los primeros debates luego de
la derrota del Frente de Todos en los comicios legislativas que mostrarán,
a partir del 10 de diciembre, la nueva conformación parlamentaria.
Eso implica que la agenda de temas que impulsa el Gobierno para la
nueva etapa, encabezada por el "programa económico plurianual"
que, según el presidente Alberto Fernández, reflejará los alcances del
acuerdo con el FMI, quedará probablemente en medio de la renova
ción de bancas: empezará a tratarse con la conformación actual y con
tinuará con la nueva, la que determinaron las elecciones.
En ese contexto, el control de las comisiones tanto en la Cámara de Dipu
tados como en el Senado será un tema importante en el cual tendrá inciden
cia la forma en la que Juntos por el Cambio administrará las tensio
nes entre sus socios, principalmente el PRO y la UCR.
En el radicalismo pretenden que la coalición opositora tenga la pre
sidencia de más comisiones que las que encabeza actualmente pero con
sidera que las más importantes, según relató ante NA uno de los diri
gentes de la cúpula del partido centenario.
De esta manera, señaló que en la UCR hay consenso respecto de que las
comisiones de Presupuesto y Hacienda, de Legislación General y, en
el caso del Senado, de Acuerdos (por donde pasan los nombramientos
judiciales y diplomáticos) queden para el oficialismo.
En el PRO, en cambio, no hay una posición definida frente a este punto,
principalmente a causa de su propia división interna entre "duros" y "mo
derados", y en las últimas semanas dieron señales de querer pelear por el
control de algunas de las principales comisiones.
Los radicales no acuerdan con esa idea como tampoco adhirieron al plan
teo de la candidata a diputada electa María Eugenia Vidal y de la titular
del PRO, Patricia Bullrich, de ir por la presidencia de la Cámara de Diputados,
debido a que creen necesario "evitar una especie de co gobierno con el
Frente de Todos", según las fuentes consultadas.
Y es que, más allá de ir o no por el sillón de Sergio Massa en la Cámara
baja, presidir comisiones estratégicas para la agenda de cualquier Gobier
no podría transferirle a Juntos por el Cambio la responsabilidad sobre el
tratamiento de los temas que hacen a la gestión nacional.
El otro tema que será materia de debate dentro de la coalición opo
sitora es el programa económico que enviará el Presidente al Congreso y
que está relacionado con la posibilidad de llegar a un acuerdo con el FMI.
Según supo NA, el anuncio de Fernández al respecto no se trató en
profundidad durante la reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio
el pasado lunes pero hubo una posición compartida respecto de ser cautos,
más allá de las críticas, las chicanas y desafíos que forman parte del fol
clore de la política más que del ejercicio real del poder.
Una de las razones, según deslizó un dirigente opositor a Noticias Ar
gentinas, es que luego del triunfo en las legislativas Juntos por el Cam
bio se siente cerca de volver a gobernar en 2023 y lo que ocurra entre la
gestión del Frente de Todos y el FMI repercutirá en lo que ellos recibirán
si cumplen su objetivo dentro de dos años.
Sobre la suposición de que el eventual acuerdo con el Fondo Mone
tario podría contemplar un plan de ajuste, hay algunos dirigentes de
Juntos por el Cambio que consideran que no les "vendría mal" que el
Gobierno "haga el trabajo sucio" en los próximos dos años.
En ese orden, los dirigentes opositores están evitando lanzar pro
nunciamientos enfáticos frente al "programa económico plurianual"
que anunció el Presidente y se limitan a remarcar que quieren ver primero
el proyecto y luego discutir.
Una de las que exhibió esa postura moderada fue Bullrich, quien sostuvo
que "el voto popular puso a Juntos por el Cambio en una posición muy
importante en el Congreso, por lo tanto eso será debatido allí".
El otro fue Miguel Pichetto, el ex compañero de fórmula de Mauricio
Macri, quien señaló: "No nos parece mal que el Presidente elabore un
programa, un camino y un rumbo y lo envíe al Congreso para ser discutido".
Juntos por el Cambio empieza así a evaluar el nuevo escenario parla
mentario en función del lugar que le otorgaron los comicios legislativos,
como una oposición con más poder dentro del Congreso y también
con más responsabilidad frente a la realidad del país.