Por Ricardo Carugatti.
Las declaraciones de los tres policías que habían sido reprogramados se dieron ayer y fueron satisfactorias para las pretensiones del fiscal. Quién más aportó fue el Comisario Eduardo Seira que fue investigador en la causa y señaló que “a Subirol lo eché” porque consideraba que tenía “una intensión aviesa” según declaró.
Los testimonios del funcionario policial pueden separarse en dos tramos: el que aporta datos propios de la investigación y los presuntos dichos de Alzugaray que él toma por ciertos. “Alzugaray es confiable” declaró para justificar sus palabras.
Luego de reconstruir los momentos finales de Jerez y contar las diligencias policiales que se realizaron, señaló que “al principio no teníamos orientación y por eso ampliamos la investigación a Comprar” que era dónde también trabajaba Darío Jerez.
“Subirol modificó la escena al ordenar que se llevaran el auto” dijo y agregó que “durante la investigación quería enterarse de todo y aportaba datos que no eran ciertos”.
En la línea investigativa de Comprar, el comisario Seira sostuvo que “era una mesa de dinero encubierta” cuya actividad no sería legal porque la constitución societaria no permitía el cambio de cheques. Asimismo contó haber investigado “un llamado que se hace del teléfono fijo de Jerez a Comprar a las 9,20 hs”. Según dijo ningún empleado recuerda haber recibido ese llamado.
Buscando entablar una relación con Alejandro Muñoz durante la investigación, Seira interrogó a empleados de la firma y llegó a la conclusión que “Muñoz no estuvo en toda la mañana en Comprar”. Este habría declarado en la causa que se encontró en la oficina con Subirol. También dijo sobre Muñoz que durante su declaración “había lágrimas” por la desaparición “de su compañero de trabajo”.
Eduardo Seira tuvo un relato muy consistente durante los relatos de las actuaciones policiales y sus conclusiones iniciales, aunque titubeó por momentos en las repreguntas de los abogados defensores. Sin embargo sostuvo en todo momento que “la investigación que estaba haciendo no estaba mal orientada” y acusó a Subirol de “querer desviar la investigación con datos que no conducían a nada”. “A veces decía que Jerez estaba en Brasil, otras veces que los habían visto en Chile” declaró Seira. Por último declaró que ni “Muñoz ni Subirol dijeron todo lo que sabían en la declaración” que él les tomara.
En lo que puede establecerse como el segundo tramo de la declaración, Eduardo Seira relató una conversación con Alzugaray en la comisaría de Gral. Madariaga dónde el detenido le habría dicho que “tenía la fotocopia de unos cheques que eran el reaseguro para cobrar una deuda con Jorge Grande”.
Según Alzugaray “los autores de la desaparición serían Bin, Sarraillé y Ríos” y habría escuchado una conversación entre Grande y Bin en la municipalidad de la Costa dónde alguien dijo: “se nos fue la mano con Jerez”. Sobre los dichos de Alzugaray también aportó que “Jerez presionaba por el cobro de unos cheques” y es habría sido el móvil de la desaparición. También señaló que “al cuerpo lo trasladaron en el auto de Jorge Grande” aunque en su declaración inicial Seira había marcado al auto de Carlos Subirol como presente en la esquina de la desaparición. Sobre la desaparición de Darío Jerez, Alzugaray habría dicho que “lo tiraron en la Ría de Ajó”.
Luego de Eduardo Seira delcaró Joaquín Coronel, el policía al que Alzugaray le habría mostrado y entregado uno de los cheques. Sus palabras fueron las mismas que de Seira. No aportó más datos que los dichos, salvo contar la circunstancia en que se entrevistó con Alzugaray en la comisaría de Madariaga: “cortó un cheque y me lo pasó a través de la reja” dijo. Las fotocopias de los cheques estaban impresas en una hoja oficio.
Joaquín Coronel y Eduardo Seira coincidieron al declarar que Alzugaray “nos dijo que no iba a declarar bajo ningún punto de vista y que negaría todo”. En la instrucción fueron careados y las posiciones nunca lograron acercarse.