La misma jueza que dispuso la quiebra de Correo ahora la suspendió
por pedido de la familia Macri. Un nuevo letargo en este expediente
próximo a cumplir 20 años.
Mauricio Macri y su familia lograron suspender la quiebra de Correo.
Las tres juezas apuntadas por el ex presidente Macri accedieron a una
maniobra para dilatar este caso que lleva casi 20 años sin resolverse.
Todo quedará en manos de la Corte Suprema.
“Espero que la Sra. Jueza Marta Cirulli y las Sras. Camaristas María Lilia
Díaz Cordero y Matilde Ballerini se den cuenta de que todavía están a
tiempo de frenar estos atropellos” publicó Macri un día antes de que se
decretara la quiebra de Correo. La decisión de Cirulli de decretar la
quiebra de la empresa, tal como marca la ley, indicaba que ese apriete
público no había tenido efecto. Pero ahora parece que sí: Cirulli suspen
dió la quiebra por pedido de los Macri y las camaristas Gómez Alonso y
Ballerini habilitaron un pedido para que el expediente vaya a la Corte Su
prema y se demore aún más este caso.
La maniobra de los Macri para lograr esta nueva demora fue a varias ban
das. Por un lado, los Macri pidieron la nulidad de la quiebra de Correo
Argentino que dispuso la jueza Cirulli el 5 de julio pasado. Por el otro
activaron desde Socma, controlante de Correo, un reclamo para que la
Corte Suprema defina si la justicia porteña puede meterse en el caso.
El pedido de nulidad de la quiebra era esperable, pero reclamaron tam
bién que tuviera efecto suspensivo, es decir, que mientras se quejan se
ponga en pausa el proceso de quiebra. Eso no está permitido en la ley
de Concursos y Quiebras pero la jueza Cirulli alegó estar “constreñida”
(textual) a darles el gusto.
“Concédese en relación y con efecto suspensivo el recurso de apelación
formulado” dice el fallo de Cirulli al que accedió El Destape. Tiene fecha
de hoy, 14 de julio.
¿Como hizo la jueza Cirulli, que hace apenas 9 días decretó la quiebra de
Correo, para decir ahora que la suspende? Citó una resolución de la Cá
mara Comercial del 2004 donde efectivamente se suspendió la quiebra de
Correo decidida por el primer juez de la causa, Eduardo Favier Dubois.
Pero hay una diferencia: en 2004 el juez Favier Dubois decretó la quiebra
sin antes realizar el proceso de cramdown o salvataje. Ahora ese proceso
que marca la ley se hizo, fracasó y la propia ley dice y la propia Cirulli es
cribió que no había otra salida que la quiebra. No hay, por ende, motivo
alguno para darle efecto suspensivo a la apelación de los Macri.
En el pedido de nulidad de la quiebra los Macri citan una resolución del
25 de marzo de 2010 donde también apelaron y les concedieron el efecto
suspensivo. La jueza Cirulli da lugar a ese argumento. Pero de nuevo: en
2010 no habían sucedido ni el cramdown ni la quiebra.
Con esta decisión de la jueza Cirulli el expediente pasa a la Cámara Co
mercial, donde tendrán que intervenir las camaristas Gómez Alonso y
Ballerini así como la fiscala Gabriela Boquin, la única funcionaria judi
cial que se mantiene díscola de los intereses de los Macri.
Las juezas Gómez Alonso y Ballerini son las titiriteras de este caso hace
más de 15 años, cómplices de este letargo inédito en el fuero Comercial
. Han demorado la causa durante añares y le dieron cobijo a la reunión
donde el entonces presidente Macri quiso condonar la deuda de su fami
lia con el Estado sin decir ni mu.
Al pedido de nulidad hecho desde Correo se suma la jugada de los Macri
desde Socma, donde insisten en que la Corte Suprema dictamine si la jus
ticia porteña puede meterse en el caso. Ahora ese planteo bien recibido
por las juezas Gómez Alonso y Ballerini pese a que, tal como informó El
Destape, hace unos días le dijeron al Tribunal Superior de Justicia (TSJ)
porteño que no podía intervenir en sus decisiones. Las camaristas borra
ron con el codo lo que escribieron hace unos días y habilitaron un recla
mo de Socma para que esto lo defina la Corte.
El procurador del Tesoro Carlos Zannini, que interviene en el caso como
cabeza de los abogados del Estado, dijo hace unos días en El Destape
Radio que no hay que subestimar “la capacidad de los abogados de Ma
cri y del Grupo Clarín para protegerlos”. Le están dando la razón.