El máximo defensor del libre mercado de todo el gabinete del Gobier
no, Juan José Aranguren, acaba de acordar con las petroleras el
regreso del barril criollo: una política que llevó la marca de Axel Kici
llof durante los últimos dos años de la gestión kirchnerista.
Increíblemente, los técnicos de Aranguren les aseguraron a las empre
sas productoras que según sus cálculos el precio de petróleo interna
cional irá a la baja para estabilizarse alrededor de los 60 dólares y en
consecuencia el esfuerzo de vender por debajo del precio de mercado
no se sostendría por mucho tiempo.De esta manera, se confirma el
anticipo de LPO y queda sepultado el congelamiento de precios a me
nos de un mes de su firma. El barril de crudo quedará fijado en 69,75
dólares y las naftas aumentarán un 3% mensual hasta el final del man
dato de Macri, acumulando un alza del 75% en estos 19 meses.
El escenario previsto por la cartera de Energía, estipula que de acá a
fin de año los costos de esta medida pesarán sobre las espaldas de las
productoras, mientras que la caída del crudo provocará en 2019 las
perjudicadas sean las refinadoras.
"Es una locura pretender anticipar el valor del crudo, no es serio. No
hay modelo econométrico que lo permita. Depende de múltiples facto
res, entre ellos cuestiones geopolíticas, que están totalmente fuera
del control argentino. Ni siquiera la monarquía saudí puede controla
rlo", aseguró a este medio Andrés Di Pelino vocero del Centro de Es
tudio de la Regulación Económica de los Servicios Públicos (Ceres)
de la Universidad de Belgrano.
Las petroleras exigie
ron un compromiso
por escrito que les
asegure que si el pre
cio del petróleo no
llega a estar al nivel
prometido (60 dólares),
el Estado les otorgará
una compensación
por la diferencia.
Hasta hace pocos días, todas las consultoras preveían un nivel del Brent al alza, incluso cercano a los 100 dólares, producto de la ruptura del pacto con Irán por parte de Estados Unidos. Pero actualmente, trascendió la intención de Rusia de incrementar la producción, lo que podría modificar el panorama. Aunque todos los especialistas afirman que sigue siendo una lotería.
Ante tamaño dislate de Aranguren, las petroleras exigieron una fecha de esa supuesta caída y un compromiso por escrito que les asegure que si el precio del petróleo no llega a estar al nivel prometido, el Estado les otorgará una compensación por la diferencia.
"No hay forma que el FMI te pueda aprobar algo así. El fisco está
quebrado, no puede salir a afrontar mayores gastos", sostuvo Di
Pelino. De hecho, en el propio Ministerio de Hacienda manifestó
no estar dispuesto a realizar nuevas erogaciones.
Este desenlace coloca a las refinadoras, encabezadas por Shell
(siempre acusada de ser la más beneficiada por la política de
Cambiemos), como las grandes ganadoras, al garantizarse aumen
tos de precios en surtidor un 57% por encima de las metas de
inflación en el próximo año y medio.
Así, mediante el inteligente lobby de las compañías, pudieron lo
grar un giro de 180º grados. Cansadas de tener que pagar los pla
tos rotos por los costos del difunto acuerdo de congelamiento de
precios que las obligaba a comprar el barril a precio internacional
y venderlo a un precio atrasado en pesos, salieron a ofrecerles a
las productoras entre 13 y 18 dólares menos por barril que la coti
zación del Brent para finalmente terminar acordando al valor fijado
por el ministerio.
La decisión implica un duro golpe a la reputación del gobierno de
Macri entre los inversores internacionales y traza un escenario de
imprevisibilidad en un mercado que pasa a ser regulado por fuer
tes políticas intervensionistas de las que el propio Aranguren era
el más crítico cuando actuaba del otro lado del mostrador como
CEO de Shell.