El dispositivo, desarrollado en Argentina, evita que el paciente utili
ce un respirador.
La adopción de este dispositivo ocurre en momentos en que la canti
dad de contagios se ha acelerado y es necesario disponer de camas
de terapia intensiva. Los pacientes con Covid-19 pueden presentar
diversos grados de dificultad para respirar y en un alto porcentaje la
indicación del casco permite su recuperación. A la vez, contribuye a
que los respiradores puedan quedar disponibles para los casos más
graves, según explicaron desde Capital Implants, la empresa de La
Plata encargada del NIV/CPAP Helmet a nivel nacional.
Otra de las ventajas del uso del casco es que, al aislar la cabeza del
paciente, el personal que lo asiste puede estar más protegido ante
eventuales contagios. Además de ser mucho más económico que un
respirador y aliviar el uso de espacios en terapias intensivas, el pa
ciente puede hablar y escuchar, caminar, leer y hasta dormir con el
casco colocado.
Según informaron en Capital Implants, la cantidad de cascos instala
dos en centros de salud públicos y privados crece, ya que "cuestan
mucho menos que un respirador y son reutilizables de manera segu
ra, se pueden indicar en muchos casos de pacientes con dificultad
respiratoria y su uso es muy sencillo, no requiere más que un par de
horas de capacitación".
El sistema de válvulas que utiliza permite dos tipos de uso: el modo
CPAP genera una corriente continua de aire u oxígeno que se inyec
ta desde las líneas de ventilación disponibles en las cabeceras de
las camas de internación. El modo NIV, en cambio, permite conectarlo
por dos vías a un controlador que mide la composición de los gases
de entrada y salida.