Permite nombrar al Procurador con mayoría absoluta, pero una bicame
ral podría desplazar al actual interino. Alberto debería incluirla en el lla
mado a extraordinarias para que sea ley.
La mayoría oficialista del Senado aprobó este viernes la reforma del Minis
terio Público con modificaciones hasta último minuto que además de fle
xibilizar las condiciones para elegir a un procurador vaticinan la pronta
salida del actual, Eduardo Casal, quien ocupa ese cargo en forma interina
desde 2017 tras la renuncia de Alejandra Gils Carbó.
"No se trata de (Daniel) Rafecas si o Rafecas no: se trata de Casal si o Ca
sal no. Pasa que hay muchos a los que les conviene que siga", provocó
el senador Oscar Parrilli, autor de la reforma que, de sancionarse en Diputa
dos, permitirá designar al jefe de fiscales con mayoría absoluta, como se
denomina a la mitad más uno de los miembros el recinto, cifra que el
Frente de Todos consigue por sí mismo.
Para acorralar a Casal se estableció que transcurrido un plazo de 30 días
de vacancia en la procuración el interinato será ejercido por "un fiscal ge
neral con más de 10 años de antigüedad", elegido por la Comisión Bicame
ral Permanente de Seguimiento y Control del Ministerio Público que el ofi
cialismo domina con su mayoría del Senado. "A falta de designación inte
rina, intervendrá el fiscal que tenga más antigüedad en tal cargo", agrega
el artículo corregido esta mañana y distribuido entre los senadores antes
de la sesión.
El candidato a Procurador de Alberto Fernández es el juez Rafecas, pero
su pliego está planchado desde marzo porque el oficialismo no encontró
señales de respaldo en Cambiemos para llegar a dos tercios, que ya no se
rían necesarios con esta ley.
La presidenta de la Comisión de Acuerdos, la kirchnerista Anabel Fernán
dez Sagasti, nunca convocó a la audiencia y hace un mes los referentes
de su bloque hicieron saber que no lo harán hasta sancionar la reforma,
que aún no tiene una mayoría asegurada en Diputados, donde el Frente de
Todos no la reúne con sus propios votos.
La avanzada del kirchnerismo en el Senado provocó otro episodio de ten
sión entre Cristina y Alberto, que si acepta sancionar esta ley debe inclui
rla en el temario de sesiones extraordinarias y arriesgar la candidatura de
Rafecas.
El juez ya hizo saber que prefiere salir de carrera si se fijan nuevas reglas
de juego y hasta publicó un irónico posteo en las redes sociales con el
artículo 120 de la Constitución, que garantizan autonomía funcional y autar
quía financiera al Ministerio Público. En los últimos días el presidente ha
bría tratado de convencerlo, pero no tuvo señales de haberlo logrado.
Ocurre que la reforma, de ser sancionada, dejará al procurador con menos
atribuciones y controlado de cerca por la bicameral del Congreso que
domina la vicepresidenta, ante la que deberá exponer cada año su plan de
criminalidad. Ya no será vitalicio, sino con un mandato de 5 años y la posi
bilidad de una reelección por el mismo plazo, siempre elegido por la mayo
ría absoluta del Senado, que desde 1983 tiene o controla el peronismo
de turno.
"Los últimos países que tenían un procurador interino son Cuba y Argen
tina. Con esta ley, quedaría sólo Cuba", chicaneó Parrilli, quien hace un
mes inició el debate de la reforma con proyectos del radical Martín Lous
teau y la neuquina Lucila Crexell, del interbloque federal. La versión final
sólo tomó del primero la restricción a elegir un procurador los años de
elecciones presidenciales. "Los proyectos tenían 8 artículos cada uno y
este tiene 44. Siempre tuvieron claro lo que iban a hacer", se lamentó el
economista.
El juicio político para destituir a un procurador seguirá necesitando dos
tercios del Senado, pero el nuevo proceso permitirá dejarlo rápido contra
las cuerdas: lo puede iniciar el Poder Ejecutivo, Diputados avalarlo con
una mayoría simple y suspenderlo por 180 días para investigarlo, con
posibilidad de reponerlo si certifica su buena conducta.
Pero aún si se porta bien esta ley le quita poder de fuego para trasladar a
los fiscales, que siempre fue una forma de sanción implícita y necesita
ría de consentimiento. "Casal se dedicó a perseguir. A (Juan Pedro) Zoni
lo sacó de la causa del Correo. Y no pudo hacer lo mismo con (Gabriela)
Boquín", acusó Parrilli.