La gobernación de Santa Fe, a cargo de Antonio Bonfatti, postergó hasta mitad de mes el pago de haberes a los empleados públicos y jubilados provinciales. En Río Negro, Alberto Weretilneck avanzó con la aplicación de la ley que puso en disponibilidad al total de la plantilla de estatales y cesanteó a 4.500 trabajadores temporarios. La Rosada lo había exigido cuando refinanció sus deudas.
Las provincias no arrancaron el 2012 de la mejor manera. Con un rojo en sus cuentas públicas que las estimaciones privadas proyectan en unos $ 10.000 millones para este año, la mayoría de las administraciones provinciales anunciaron severos programas de recorte del gasto público y preparan planes de racionalización de sus plantillas de personal para intentar prevenir situaciones críticas, como las que comenzaron a repetirse en varias jurisdicciones, donde enfrentan serias dificultades para pagar salarios, según publicó el diario El Cronista.Así, a menos de un mes del inicio de las paritarias en las que debe definirse el aumento salarial para el personal de la administración pública, donde se prevén reclamos de subas del 25% promedio, la Gobernación de Santa Fe, a cargo de Antonio Bonfatti, difundió ayer un cronograma que posterga hasta mitad de mes el pago de haberes a los empleados estatales y jubilados provinciales. La medida se tomó pese a que la Legislatura provincial autorizó a fines de diciembre una ampliación del Presupuesto por $ 1.405 millones para poder completar sin inconvenientes los pagos salariales de fin de año.
Las complicaciones también afectan a Córdoba, donde el gobernador José Manuel de la Sota anuncio un plan de austeridad que prevé la revisión integral de los contratos de unos 9.300 trabajadores temporarios "ya se evalúa la cesantía de unos 4.800 trabajadores cuyos contratos vencieron el 31 de diciembre", y adelantó a los gremios estatales que no estará en condiciones de negociar aumentos salariales hasta tanto el gobierno nacional no defina la forma en que cancelará la deuda que mantiene con la provincia.
En paralelo, se profundizaron en las últimas semanas las medidas de fuerza que llevan adelante los trabajadores de la salud y que mantienen prácticamente paralizada la atención al público en los hospitales provinciales en reclamo de deudas salariales y una recomposición de los haberes del sector.
Pero la situación más conflictiva se registra en la propia capital cordobesa. Ayer el intendente radical Ramón Mestre anunció el pago desdoblado de los salarios de diciembre, un anuncio que generó el repudio generalizado de los gremios. "El municipio tiene un poco más de $ 40 millones en sus cuentas, y todo ese dinero va a ser depositado en las cuentas de los empleados. Y la que se recaude mañana, también va a ser depositada", explicó el secretario general del municipio, Sergio Torres. A pesar de ese compromiso, los gremios estatales decidieron iniciar a partir de hoy un plan de lucha con retención de tareas, asambleas y cortes de calles para exigir el urgente pago de los sueldos.
También Río Negro, a pesar de la muerte del gobernador Carlos Soria, sigue adelante con la aplicación de la ley que puso en disponibilidad al total de la plantilla de agentes públicos. En ese marco, se resolvió el cese de los contratos de unos 4.500 trabajadores temporarios, una medida que podría profundizarse en las próximas semanas.
En tanto, después de los violentos incidentes de la semana pasada que impidieron la sanción de la ley de emergencia provincial y que provocaron la renuncia de la mitad de su gabinete, el gobernador Daniel Peralta decidió disponer por decreto el miércoles la suspensión de la "designación de personal contratado y en planta transitoria" y "las contrataciones de locación de obra de personal en cualquiera de sus formas o modalidades". "No son tiempos fáciles", advirtió ayer Peralta en referencia a las dificultades económicas que atraviesa la provincia.
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