Los radicales quieren aprovechar un año que iba a ser “tranquilo” para diagramar la estrategia. Saben que solos les será difícil mover el amperímetro, sobre todo por la última derrota electoral a manos de la heterogénea alianza entre Ricardo Alfonsín yFrancisco De Narváez, por eso estudian con pasión de ingresante universitario las ventajas y desventajas de cualquier eventual paso político. Los cráneos del radicalismo bonaerense están en ese debate. Hay, claro, sectores que quieren consensuar en el 2013 y otros más osados que prefieren ir solos para tratar de fortalecerse como una segunda fuerza nacional. Con todo, ya piensan cómo hacer para salvar sus negocios devenidos del Pacto de Olivos. No por nada un intendente radical se sinceró ante este portal con rabiosa honestidad no hace mucho tiempo: “Antes era un buen negocio gerenciar la oposición. Ya no”. Para la posta de 2015, al centenario partido se le presentan dos alternativas: integrar un bloque de centro izquierda con el FAP, encabezado por Hermes Binner, o confluir en un frente de centro derecha con Mauricio Macri, como quieren los ideólogos Pro de la ciudad de Buenos Aires. “Como será que la UCR se ha convertido en pragmática que ya no le importa hacia dónde ir”, se lamentó ante NOVA un boina blanca de la Provincia, que completó con una pregunta: “¿Qué dirían Alem, Yrigoyen y el propio Balbín?’. Entre tanto, para variar, las primeras escaramuzas se darán por el control del Comité Provincia. Por un lado, el bazzismo, que pertenece al alfonsinismo de “Ricardito”, quiere ser la Renovación, lo cual genera gracia en algunos sectores; por el otro, el moroísmo pretende ser alternativa, pero apenas le alcanza para sobrevivir en la Legislatura. Además, están los intendentes exitosos. Entre ellos, el pergaminenses Héctor “Cachi” Gutiérrez ya blanqueó sus aspiraciones de ser candidato a gobernador, y para eso quiere encabezar la la lista de diputados en el 2013. El problema, dicen los que atienden teléfonos en los comités, es que Ricardito “quiere ser él”. Por último, están los jóvenes del partido. Los pibes de 30 a 40 años señalan por lo bajo que tienen que ser como La Cámpora y “tomar el poder” de la UCR, cansados de frustraciones y de designios alfonsinistas que sólo llevaron al fracaso. Apuntan desde adentro que eso de “tomar” el partido es un “sueño de hace años que nunca se animan a realizar”. Por eso, para salir de la “trampa de la oligarquía de la UCR”, muchos jóvenes de entonces emigraron hacia otros partidos, como Adrian Pérez, Juan Carlos Morán, Pablo Javkin, Gerardo "Módulo" Millman o los platenses Gastón Crespo y Leonardo Rocheteau |
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