El secretario de comercio Interior se pecheó con algunos africanos que lo empujaban y casi se va a las manos, durante el paseo de la comitiva argentina por las calles de Angola. Así evitó que se acercaran a la presidenta.
Guillermo Moreno estuvo a punto de terminar a los golpes de puño con los angoleños que intentaban acercarse a Cristina Kirchner, durante el paseó que la presidenta dio en las calles del país africano, junto a la ministra de Industria, Débora Giorgi; y al canciller Héctor Timerman.
Según Clarín, el secretario de comercio Interior se pecheó con unos angoleños que lo empujaban y casi se van a las manos.
La recorrida será recordada por el baile de Cristina junto a las mujeres, a quienes agradeció porque nunca “le habían dado una bienvenida tan alegre”.
Cristina bailó candombe y se tomó dos horas para recorrer cada uno de los casi 200 stands. Se subió a tractores, autos, motos y cuatriciclos. Se sacó fotos con pañales, manzanas, vacas, remeras, heladeras y zapatos.
Brindó con Carlos Spadone y sus vinos, recibió una remera de Evita en el stand de La Salada y se emocionó con los niños de los barrios más pobres de Luanda a los que salesianos argentinos les enseñaron el Himno Nacional. Cristina no fue a visitar la obra de Don Bosco, pero los chicos fueron hasta la feria para cantarle.
Pero el paso de la comitiva fue caótico y Moreno casi intenta ordenarlo a golpes de puño.
Según Clarín, el secretario de comercio Interior se pecheó con unos angoleños que lo empujaban y casi se van a las manos.
La recorrida será recordada por el baile de Cristina junto a las mujeres, a quienes agradeció porque nunca “le habían dado una bienvenida tan alegre”.
Cristina bailó candombe y se tomó dos horas para recorrer cada uno de los casi 200 stands. Se subió a tractores, autos, motos y cuatriciclos. Se sacó fotos con pañales, manzanas, vacas, remeras, heladeras y zapatos.
Brindó con Carlos Spadone y sus vinos, recibió una remera de Evita en el stand de La Salada y se emocionó con los niños de los barrios más pobres de Luanda a los que salesianos argentinos les enseñaron el Himno Nacional. Cristina no fue a visitar la obra de Don Bosco, pero los chicos fueron hasta la feria para cantarle.
Pero el paso de la comitiva fue caótico y Moreno casi intenta ordenarlo a golpes de puño.
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