El ministro del Interior alteró la Cámara de Diputados y avanzó contra el hombre de Amado Boudou, un enemigo acérrimo del ministro. Como parte de esa estrategia, un randazzista controlará los pasos de Juan de Jesús en la presidencia del bloque oficialista. Acusan al sciolismo de cómplice.
Florencio Randazzo avanzó sobre un hombre de Amado Boudou, tensó la interna en el oficialismo de la Cámara de Diputados bonaerense y agitó la interna con los sectores del ultrakirchnerismo. Por debajo de los consensos alcanzados la semana pasada para aprobar la ley de tierras, asomaron grietas en la estructura de poder que incluyó movimientos en el esquema de autoridades.
Aunque informales, estos movimientos incluyen el ingreso del randazzista Marcelo Feliú a la vicepresidencia del bloque y la salida de ese lugar de Graciela Rego, una diputada que responde a José María Díaz Bancalari.
Voceros del bloque aseguran que formalmente no habrá cambios, aunque reconocen que en la práctica habrá modificaciones en las funciones de la estructura. Según explicaron, Feliú va a tener a partir de ahora un mayor protagonismo y asistirá a las reuniones de labor parlamentaria.
Ese último punto parece la clave de los cambios. Según trascendió, del randazzismo tenía como eje la necesidad de “controlar” a Juan de Jesús, un hombre que responde a Amado Boudou y que fue resistido por los legisladores del Gobernador en diciembre cuando se eligieron las autoridades del bloque.
Mientras en algunos sectores del sciolismo aseguran que esa avanzada fue diseñada desde la Casa Rosada por la impericia de De Jesús, los sectores del PJ ortodoxo alineados con el kirchnerismo creen que todo responde a un acuerdo subterráneo entre Randazzo y Scioli.
Randazzo tiene viejas cuentas con el vice. Fue el propio Randazzo quien habría revelado a Clarín que Alejandro Vanderbroele, a través de Ciccone, había impreso las boletas del Frente para la Victoria para las primarias. Algo que le valió el ninguneo de la Presidenta durante varios meses, en los que virtualmente estuvo afuera del gobierno. La tormenta pasó, Randazzo hizo los deberes y fue “premiado” con el ministerio de Trasporte.
Pero el enfrentamiento con Boudou se mantiene intacto, y los lazos de una buena relación con Scioli. Incluso, en momentos en que sufría el castigo de la Rosada, el ministro del Interior mantenía reuniones con el Gobernador para coordinar una especie de resistencia al kirchnerismo.
En la legislatura el randazzismo siempre mantuvo un lugar pasivo. No controla comisiones ni cuenta con autoridades importantes. Los lugares más importantes fueron ocupados por legisladores de La Cámpora, algunos responden a Scioli y hasta Boudou logró ubicar a un hombre suyo al frente del bloque oficialista.
Ahora, en épocas en que el kirchnerismo en la provincia está en baja, Randazzo no duda en avanzar por sobre su viejo enemigo en una alianza con el sciolismo. El armado del ministro del Interior y Trasporte no es menor en la Provincia: En Diputados le responden unos siete siete legisladores: Germán Cestona, Mario Caputo, Ariel Franetovich, Marcelo Feliú, Graciela Rolandi, Ricardo Montesanti y Leonel Zacca.
En la Cámara Alta, le reportan Alejandro Dichiara, Silvia Pérez y Elida Villa de Bartoletti. Pero además, también responden a Randazzo un grupo de intendentes de la Cuarta, Quinta y Sexta Sección. Entre ellos aparecen Aníbal Pittelli, de Chivilcoy; Jorge Alejandro Eijo, de General Belgrano; Alfredo Fisher, de Laprida; Marcos Luis Fernández, de Monte Hermoso; Jorge Rodriguez Erneta, de Villa Gesell y Marta Medici, de Alberti.
La tesis del acuerdo Randazzo-Scioli tendria como objetivo esmerilar a Juan De Jesús y con eso significarle una derrota política a Boudou.
Lo cierto es que Feliú se sentará junto a De Jesús en las reuniones de Labor Parlamentaria para negociar con la oposición. Desde el bloque explican que se vienen leyes que tienen que ver con Seguridad y Justicia y por eso el legislador bahiense se vuelve necesario.
Mañana, los diputados se verán frente a frente en una reunión de bloque que parece ser por demás caliente. Allí, ultrakirchneristas y sciolistas junto a otros que responden a Randazzo, Boudou y a intendentes y jefes territoriales terminarán de dar forma a la nueva estructura sobre la cual podría haber más modificaciones.
Aunque informales, estos movimientos incluyen el ingreso del randazzista Marcelo Feliú a la vicepresidencia del bloque y la salida de ese lugar de Graciela Rego, una diputada que responde a José María Díaz Bancalari.
Voceros del bloque aseguran que formalmente no habrá cambios, aunque reconocen que en la práctica habrá modificaciones en las funciones de la estructura. Según explicaron, Feliú va a tener a partir de ahora un mayor protagonismo y asistirá a las reuniones de labor parlamentaria.
Ese último punto parece la clave de los cambios. Según trascendió, del randazzismo tenía como eje la necesidad de “controlar” a Juan de Jesús, un hombre que responde a Amado Boudou y que fue resistido por los legisladores del Gobernador en diciembre cuando se eligieron las autoridades del bloque.
Mientras en algunos sectores del sciolismo aseguran que esa avanzada fue diseñada desde la Casa Rosada por la impericia de De Jesús, los sectores del PJ ortodoxo alineados con el kirchnerismo creen que todo responde a un acuerdo subterráneo entre Randazzo y Scioli.
Randazzo tiene viejas cuentas con el vice. Fue el propio Randazzo quien habría revelado a Clarín que Alejandro Vanderbroele, a través de Ciccone, había impreso las boletas del Frente para la Victoria para las primarias. Algo que le valió el ninguneo de la Presidenta durante varios meses, en los que virtualmente estuvo afuera del gobierno. La tormenta pasó, Randazzo hizo los deberes y fue “premiado” con el ministerio de Trasporte.
Pero el enfrentamiento con Boudou se mantiene intacto, y los lazos de una buena relación con Scioli. Incluso, en momentos en que sufría el castigo de la Rosada, el ministro del Interior mantenía reuniones con el Gobernador para coordinar una especie de resistencia al kirchnerismo.
En la legislatura el randazzismo siempre mantuvo un lugar pasivo. No controla comisiones ni cuenta con autoridades importantes. Los lugares más importantes fueron ocupados por legisladores de La Cámpora, algunos responden a Scioli y hasta Boudou logró ubicar a un hombre suyo al frente del bloque oficialista.
Ahora, en épocas en que el kirchnerismo en la provincia está en baja, Randazzo no duda en avanzar por sobre su viejo enemigo en una alianza con el sciolismo. El armado del ministro del Interior y Trasporte no es menor en la Provincia: En Diputados le responden unos siete siete legisladores: Germán Cestona, Mario Caputo, Ariel Franetovich, Marcelo Feliú, Graciela Rolandi, Ricardo Montesanti y Leonel Zacca.
En la Cámara Alta, le reportan Alejandro Dichiara, Silvia Pérez y Elida Villa de Bartoletti. Pero además, también responden a Randazzo un grupo de intendentes de la Cuarta, Quinta y Sexta Sección. Entre ellos aparecen Aníbal Pittelli, de Chivilcoy; Jorge Alejandro Eijo, de General Belgrano; Alfredo Fisher, de Laprida; Marcos Luis Fernández, de Monte Hermoso; Jorge Rodriguez Erneta, de Villa Gesell y Marta Medici, de Alberti.
La tesis del acuerdo Randazzo-Scioli tendria como objetivo esmerilar a Juan De Jesús y con eso significarle una derrota política a Boudou.
Lo cierto es que Feliú se sentará junto a De Jesús en las reuniones de Labor Parlamentaria para negociar con la oposición. Desde el bloque explican que se vienen leyes que tienen que ver con Seguridad y Justicia y por eso el legislador bahiense se vuelve necesario.
Mañana, los diputados se verán frente a frente en una reunión de bloque que parece ser por demás caliente. Allí, ultrakirchneristas y sciolistas junto a otros que responden a Randazzo, Boudou y a intendentes y jefes territoriales terminarán de dar forma a la nueva estructura sobre la cual podría haber más modificaciones.
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