La Policía llevó a cabo un allanamiento en el bar Ekeko de Tandil donde se comprobó que funcionaba un prostibulo. El senador radical, Carlos Fernández, en diálogo con La Tecla.info, afirmó que ese local “es de mi familia”, aunque aclaró que "nunca" imaginaron que funcionara algo de esas características. En tanto, confirmó que se les rescindira el contrato a los inquilinos
El funcionario judicial sostuvo que el allanamiento surgió “a partir de una denuncia de un particular y de la investigación de personal policial, respecto de la presencia en el lugar de una persona que era obligada a ejercer la prostitución”.
En medio de esta situación, comenzaron los rumores sobre quién es el dueño de dicho local, que hasta ese entonces era a alquilado a la firma propietaria del bar. Las principales versiones apuntaban al senador de Tandil, Carlos Fernández.
En declaraciones a La Tecla.info, el presidente del bloque de la UCR en la Cámara Alta bonaerense, confirmó que "es una propiedad de mi familia, de mi madre”, aunque aclaró que "se inició un procedimiento para rescindir el contrato”.
El legislador dijo que “ahí se alquilaba una vivienda y un bar y terminó en esto (en referencia al funcionamiento del prostíbulo)”, y sostuvo que están todos “sorprendidos”.
Ante las numerosas críticas provenientes del kirchnerismo, y consultado por si a partir de esto se intenta desprestigiar a su persona, el legislador expresó que "todos los caminos conducen a Roma”. Y agregó: “en realidad no tengo relación directa y de hecho se rescinde el contrato”, insistió.
En tanto, dijo que “nunca” sospechó que funcionara algo así en ese lugar: “Era un bar de mala muerte”. “Esto es lo mismo que si alquilás una casa y el marido mata a la mujer”, detalló. Por último pidió que “la Justicia le caiga con todo el peso” a los acusados.
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