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miércoles, 11 de diciembre de 2013

Tucumán: Durísima represión policial a víctimas de loss saqueos


La infantería, que acababa de arreglar un aumento con Alperovich, avanzó con balas de goma y gases lacrimógenos contra una multitud que reclamaba por seguridad y presencia de la policía en los barrios frente a la Casa de Gobierno. Gendarmería tuvo que intervenir para frenar la represión de los efectivos.
Tucumán: Durísima represión policial a víctimas de los saqueos
A pocas horas de arreglar con el gobernador Alperovich, policías de Tucumán reprimieron a vecinos y comerciantes que se habían concentrado frente a la gobernación para reclamar que terminaran los saqueos.

Mientras algunos comerciantes permanecían atrincherados en sus negocios para defenderlos de saqueadores, ciudadanos rodearon la Casa de Gobierno provincial en la Plaza Indpependencia para pedir presencia policial en los barrios.

Pasadas las 9 de la noche, la infantería avanzó sobre la multitud con balas de gomas y gases lacrimógenos, dejando varios heridos. La misma Gendarmería que había sido enviada para mantener el orden durante el paro policial tuvo que interceder para frenar el accionar de la Policía.

La gente se había reunido en la Plaza Independencia desde la tarde a protestar con cacerolas y cánticos contra el gobernador Alperovich, pero principalmente en reclamo de seguridad: en algunos barrios de la ciudad continuaban los saqueos y el miedo por la ausencia de presencia policial, a pesar del acuerdo de la fuerza con el gobierno provincial.

La protesta frente a la gobernación no registraba incidentes hasta horas después del acuerdo con la Policía, pero la gente no se desconcentró con la noticia.

En cambio, la indignación de la gente pasó a concentrarse en los policías que custodiaban la Casa de Gobierno, mientras que Alperovich y sus funcionarios la habían abandonado horas antes. A medida que la situación se volvía más tensa comenzaron a registrarse algunos incidentes: un vehículo policial que intentó alejarse de la Plaza fue rodeada por la multitud y salió a toda velocidad, casi atropellando gente.

Finalmente, la infantería decidió reprimir cuando un pequeño grupo de los manifestantes intentaron ingresar a la Casa de Gobierno.

San Miguel y otras ciudades de la provincia vivieron dos días de descontrol con destrozos, saqueos y una población que debió permanecer alerta: muchos comerciantes pasaron la última noche en sus negocios –algunos de ellos armados- y en los barrios se armaron barricadas en las calles para bloquear la entrada de grupos de saqueadores.

Hoy la policía llegó a un acuerdo con Alperovich, según el cual se les aumentó el sueldo básico a 8500 pesos. 

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