El 12 de julio de 1984 un puñado de argentinos liderados por Alfredo Barragán
asombró al mundo.
asombró al mundo.
¿Cuál fue su proeza? Completar el cruce del Océano Atlántico en una primitiva
balsa de troncos, impulsada por una simple vela cuadra y sin timón.
Una hazaña que tras 30 años se mantiene tan vigente como cuando la tripula
ción que completaban Jorge Iriberri, Horacio Giaccaglia, Daniel Sánchez Maga
riños y Félix Arrieta zarpó de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias).
La frágil embarcación de los expedicionarios se hizo a la mar el 22 de mayo, an
te la mirada incrédula de autoridades e isleños. Llevaba la determinación de sus tripulantes como principal equipaje y tras 52 días en el mar, recaló en las costas americanas.
Aquel emotivo arribo al puerto de La Guayra -en Venezuela-, fue una proeza co
losal de la frágil Atlantis. Una epopeya plagada de peligros que colocó a Barra
gán y sus compañeros en un selecto podio, junto a aventureros como el capitán
Richard Burton, descubridor en el siglo XIX de las fuentes del Nilo, y de Thor
Heyerdhal, el navegante de la Kon-Tiki, quien atravesó el Pacífico desde las
costas de América hasta la Polinesia.
Expedición Atlantis no fue el sueño trasnochado de un grupo de deportistas incli
nados a arriesgar sus vidas desafiando la naturaleza.
Fue un largo proceso de cuatro años de preparación donde todo se tuvo en cuen
ta para aumentar las posibilidades de éxito. La balsa fue ensamblada con el méto
do y los materiales que usaban en África hace más de 3 mil años. Se intentó así
un objetivo que desafiaba no sólo la naturaleza, sino también la Historia y la Antropología.
La embarcación que recorrió 3.200 millas marinas era una réplica de las usadas
por las tribus africanas en tiempos precristianos. Aquellas lejanas culturas tam
bién podrían haberse “subido” a la corriente de las Canarias para arribar a las
costas del Golfo de México, mucho antes de que Colón descubriese América.
Atlantis demostró la factibilidad de aquella migración.
Tal fue el impacto mundial de la hazaña de Expedición Atlantis que su documen
tal, estrenado en 1988, es la película argentina más vista de todos los tiempos,
en todo el mundo, compitiendo con los principales filmes de la cinematografía
argentina.
Alfredo Barragán es abogado y deportista. Nació Dolores, en la provincia de Bue
nos Aires y es el fundador y actual presidente del Centro de Actividades Deporti
vas, Exploración e Investigación (CADEI), que impulsó esta y otras impactantes
y exitosas expediciones.
Resumió el logro de Atlantis así:“Habíamos alcanzado un sueño. Pero durante
esos 52 días estuvimos solos, nunca nadie estuvo tan solo, nunca estuvimos tan desnudos y jamás fuimos tan poderosos. No había fuerza en la tierra que nos
disuadiera de este sueño. Atlantis fue y es una invitación al hombre a creer en
sí mismo. Es la prueba de que no hay imposibles si se lucha con convicción, pla
nificación y perseverancia, en pos de un objetivo noble y bello”.
La proeza de Atlantis, la expedición deportivo científica argentina más trascenden
te, es una de las más bellas hazañas de todos los tiempos, y contó con el auspi
cio y avales de la Presidencia de la Nación; del Congreso Nacional; de la Arma
da y la Fuerza Aérea Argentina; de la Gobernación del Guayas, Ecuador; del Ca
bildo y Gobierno Autónomo de las Islas Canarias; de la Presidencia de Venezue
la y del Comité Olímpico, entre muchos otros.
La Expedición Atlantis es un capítulo singular en la historia de la navegación y
es tema de estudio en todo el mundo. La veterana tripulación de la balsa veló
siempre por su mantenimiento en los 30 años transcurridos desde su última singla
dura. La fiel Atlantis espera su sitial de honor en el “Museo de la Aventura y la Exploración”, ha crearse próximamente en Dolores, la ciudad donde nació el pro
yecto.
Alfredo Barragán – alias el Capitán-, vive en Dolores. Se mantiene fiel al más pu
ro amateurismo, rechaza la espónsorización comercial, y no para de explorar la
naturaleza y el espíritu humano. Fue protagonista de otras expediciones resonan
tes desarrolladas junto a sus compañeros del CADEI: Río Colorado, Aconcagua,
Andes en Globo, Kilimanjaro, Mar de las Antillas en Kayaks, Antártica Finis Terra
, y otras muchas. Un vida dedicada sin egoísmos a demostrar cabalmente lo que
afirma su lema : “Que el hombre sepa que el hombre puede”.
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