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viernes, 20 de noviembre de 2015

La Costa Una mujer salvó la vida de un bebé aplicándole RCP



Beatriz Duhalde, que el año pasado había participado de los cursos gratui
tos de RCP en La Costa en el marco de los encuentros de Reunir, le salvó
la vida a un bebé que no respiraba. Acudió a su ayuda, cuando escuchó
 los gritos desesperados de los padres en la calle. 
 
Beatriz Duhalde fue reconocida por su gran intervención
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“El curso lo quise hacer porque cuando yo era chica y vivía en el campo,
 mi hermana se ahogó con un huesito de pollo. Y vi tanta desespera
ción de mis padres que mi hermana se iba quedando cada vez más 
mirada, que desde ese día dije que me tenía que capacitar por si algún día
 me llegaba a pasar, para sentirme capaz de ayudar y no quedarme 
paralizada”, comenzó relatando Beatriz, la heroína de la jornada.
En cuanto al hecho específico que le tocó vivir dijo que “fue un día lunes
 feriado. Yo bajaba la nena del auto porque la traía del Hospital de Mar
 de Ajó y escucho que gritan “auxilio, por favor ayúdenme”. Entonces 
grité para saber dónde estaba la persona que pedía ayuda y ella me res
pondió desde el edificio. Me acerqué hasta ahí junto a mi esposo, los gri
tos eran de desesperación. Cuando llegamos la chica nos dice que 
el bebé no respiraba. Los padres estaban desesperados. Me dejaron pa
sar y en el suelo le empecé a hacer la reanimación, como me había
 enseñado Augusto en esta capacitación. Le empecé a bombear con los
 dos deditos en el medio del pecho y a las 15 veces que hago el bombeo
, hace como una respiración profunda y abre los ojos, y como que recu
pera el aire. Pero cuando yo lo vi, estaba violeta, bordó oscuro. Cuando
 vemos que empieza a respirar mi esposo lo lleva urgente al Hospital”.
“Mientras ellos subían a buscar las llaves para abrirme yo pensaba 
que no me animaba. Me preguntaba cómo podía ser que sabiendo me pa
sara eso de no saber qué hacer, pero recordé que Augusto dijo, antes que
 nada, hay que ayudar. Después me empecé a acordar todo lo que me
decía, cómo apoyarlo al bebé, a qué altura había que apoyar los dedos
 y demás”, sostuvo luego Beatriz.
A partir de esa experiencia dijo que “los primeros días para mi fueron re
 fuertes. Los dos primeros días no pude dormir y tardé una semana en
 contar lo que había pasado. A todas las personas le digo que hagan
 el curso, que está buenísimo, que te sentís útil y nunca sabemos cuán
do lo vamos a poder necesitar”.

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