El Presidente de la Cooperativa de Servicios Públicos de Mar del Tuyú
sufrió la semana pasada un violento robo en su domicilio, que le dejó
importantes heridas físicas y secuelas psicológicas, ya que incluso te
mió por su vida durante el hecho. Recordando lo sucedido, el damnifica
do relató la terrible experiencia vivida, que sin dudas lo marcó para
siempre.
sufrió la semana pasada un violento robo en su domicilio, que le dejó
importantes heridas físicas y secuelas psicológicas, ya que incluso te
mió por su vida durante el hecho. Recordando lo sucedido, el damnifica
do relató la terrible experiencia vivida, que sin dudas lo marcó para
siempre.
“Le agradezco a los señores chorros que me hayan dejado vivir, porque
en varios momentos pensé que me mataban”, así lo expresó con la voz
quebrada Omar Juyero, vecino de Mar del Tuyú y Presidente de la Coo
perativa de Servicios Públicos de dicha localidad, en relación al violento
robo que le tocó vivir la semana pasada, durante el cual sufrió una agre
sión física desmedida, que hoy le han dejado secuelas físicas.
El hecho ocurrió el pasado miércoles 25 de noviembre alrededor de
las 19 horas, dentro de la casa particular de Juyero, quien se había
ausentado unos momentos para realizar unas compras, y al regresar
a su vivienda se encontró en el interior con delincuentes que lo gol
pearon y lo amordazaron, por lo que en varias oportunidades temió
por su vida.
Durante una entrevista ofrecida para FM Opinión, Juyero relató la des
gracia que le toco vivir: “Yo estaba en mi casa y me estaba viniendo
para Buenos Aires, porque siempre viajo tarde, y me acordé que en l
a casa de mi suegra necesitaban carne picada, entonces me fui hasta
la carnicería y cuando vuelvo, a los 10 ó 15 minutos, ya estos seño
res estaban adentro de mi casa. Apenas entré recibí un impacto tre
mendo en la cabeza, que medio me desmayó y me tiró al piso, y des
pués recibí otros tres impactos más, dos más en la cabeza y uno en
la espalda”.
Además de ello, la víctima fue amordazada, ya que según recuerda “
cuando me desperté de los golpes ya tenía las manos atadas”. Debi
do a la situación, Juyero aún no puede asegurar con exactitud cuán
tos fueron los sujetos que cometieron el hecho, aunque sospecha
que “eran dos, pero no sé, porque realmente no vi nada”, ya que se
gún señaló “de entrada nomás ya me golpearon y después tuve mi
ojo izquierdo adentro de un charco de sangre, y el derecho me decían
que bajara la vista, que no los mirara”.
Durante lo ocurrido, Juyero mencionó que estaba solo en la casa, y al
mismo tiempo aseguró que en ningún momento opuso resistencia al
guna. “Les dije dónde estaba la plata, les di todo al toque, todo lo que
tenía, hasta había un cambio en la camioneta y se los dije, en ningún
momento ofrecí ninguna resistencia, por eso creo que me dieron du
ro al divino botón, porque yo actué como se debe actuar en estos ca
sos”, enfatizó el damnificado.
Por otra parte, además de los golpes recibidos, en un determinado mo
mento los delincuentes decidieron colocar una bolsa en la cabeza de
Juyero, episodio que él no recuerda, pero que fue corroborado por la
policía científica, sobre lo cual la víctima mencionó: “Cuando estaba
en el hospital y me visitaron mis amigos me decían que me habían em
bolsado, y yo decía que no, les decía que me ataron en las rodillas, en
los pies, y ellos me dijeron que a mí me habían puesto una bolsa en la
cabeza, y yo sinceramente no me acordaba, y mis amigos me dijeron
que los de policía científica se habían llevado la bolsa, y estaba toda
llena de sangre, así que fue peor de lo que recuerdo”.
En esta misma línea, Juyero agregó. “En un momento dado, yo me
puse todo colorado, porque soy hipertenso, y yo se los dije, que no
me pegaran más, que soy cardíaco, que tengo la presión alta, enton
ces en un momento dado aparentemente es cuando me sacan esa
bolsa, que eso no lo recordaba porque ellos metían agua, me pregun
taron si tomada algún remedio, les dije que sí y fue hasta la mesa don
de yo le dije, me trajo el remedio, buscó agua y me lo dio, así que gra
cias también por eso, porque yo cuando llegué al hospital estaba con
18/13 de presión, y por ahí si no tomaba los remedios se me iba a 22”.
Además del shock psicológico que actualmente afecta a Juyero, de
bido a la terrible experiencia que le tocó vivir, la víctima ha recibido
5 puntos en su cabeza, producto de los fuertes golpes recibidos en el
cráneo, y afronta un doloroso reposo ya que se le han desprendido
los cartílagos que protegen las costillas. De todas formas, Juyero a
gradece que la situación no haya culminado en tragedia, ya que ase
guró que “yo pensé que no la contaba”.
Omar Juyero fue atendido de forma inmediata en el Hospital munici
pal de Santa Teresita, y luego derivado al nosocomio de Mar de Ajó,
donde se le realizaron diversos estudios, entre ellos una serie de
ecografías y una tomografía, que no arrojaron la existencia de daños
internos. De todas formas, el hombre fue hospitalizado para perma
necer en observación las primeras 24 horas.
En este sentido, Juyero destacó la excelente atención que recibió de
parte del platel médico, sobre lo cual subrayó: “En el Hospital de
Mar de Ajó y en el Hospital de Santa Teresita me atendieron mara
villosamente bien, y quiero agradecerle a mi amigo el Dr. Roly de
Las Toninas, y al Jefe de Guardia que me atendió maravillosamente,
me trasladó hasta Mar de Ajó, y estuvo presente cuando me hicieron
la ecografía y la tomografía”.
Lic. Graciela Marker
en varios momentos pensé que me mataban”, así lo expresó con la voz
quebrada Omar Juyero, vecino de Mar del Tuyú y Presidente de la Coo
perativa de Servicios Públicos de dicha localidad, en relación al violento
robo que le tocó vivir la semana pasada, durante el cual sufrió una agre
sión física desmedida, que hoy le han dejado secuelas físicas.
El hecho ocurrió el pasado miércoles 25 de noviembre alrededor de
las 19 horas, dentro de la casa particular de Juyero, quien se había
ausentado unos momentos para realizar unas compras, y al regresar
a su vivienda se encontró en el interior con delincuentes que lo gol
pearon y lo amordazaron, por lo que en varias oportunidades temió
por su vida.
Durante una entrevista ofrecida para FM Opinión, Juyero relató la des
gracia que le toco vivir: “Yo estaba en mi casa y me estaba viniendo
para Buenos Aires, porque siempre viajo tarde, y me acordé que en l
a casa de mi suegra necesitaban carne picada, entonces me fui hasta
la carnicería y cuando vuelvo, a los 10 ó 15 minutos, ya estos seño
res estaban adentro de mi casa. Apenas entré recibí un impacto tre
mendo en la cabeza, que medio me desmayó y me tiró al piso, y des
pués recibí otros tres impactos más, dos más en la cabeza y uno en
la espalda”.
Además de ello, la víctima fue amordazada, ya que según recuerda “
cuando me desperté de los golpes ya tenía las manos atadas”. Debi
do a la situación, Juyero aún no puede asegurar con exactitud cuán
tos fueron los sujetos que cometieron el hecho, aunque sospecha
que “eran dos, pero no sé, porque realmente no vi nada”, ya que se
gún señaló “de entrada nomás ya me golpearon y después tuve mi
ojo izquierdo adentro de un charco de sangre, y el derecho me decían
que bajara la vista, que no los mirara”.
Durante lo ocurrido, Juyero mencionó que estaba solo en la casa, y al
mismo tiempo aseguró que en ningún momento opuso resistencia al
guna. “Les dije dónde estaba la plata, les di todo al toque, todo lo que
tenía, hasta había un cambio en la camioneta y se los dije, en ningún
momento ofrecí ninguna resistencia, por eso creo que me dieron du
ro al divino botón, porque yo actué como se debe actuar en estos ca
sos”, enfatizó el damnificado.
Por otra parte, además de los golpes recibidos, en un determinado mo
mento los delincuentes decidieron colocar una bolsa en la cabeza de
Juyero, episodio que él no recuerda, pero que fue corroborado por la
policía científica, sobre lo cual la víctima mencionó: “Cuando estaba
en el hospital y me visitaron mis amigos me decían que me habían em
bolsado, y yo decía que no, les decía que me ataron en las rodillas, en
los pies, y ellos me dijeron que a mí me habían puesto una bolsa en la
cabeza, y yo sinceramente no me acordaba, y mis amigos me dijeron
que los de policía científica se habían llevado la bolsa, y estaba toda
llena de sangre, así que fue peor de lo que recuerdo”.
En esta misma línea, Juyero agregó. “En un momento dado, yo me
puse todo colorado, porque soy hipertenso, y yo se los dije, que no
me pegaran más, que soy cardíaco, que tengo la presión alta, enton
ces en un momento dado aparentemente es cuando me sacan esa
bolsa, que eso no lo recordaba porque ellos metían agua, me pregun
taron si tomada algún remedio, les dije que sí y fue hasta la mesa don
de yo le dije, me trajo el remedio, buscó agua y me lo dio, así que gra
cias también por eso, porque yo cuando llegué al hospital estaba con
18/13 de presión, y por ahí si no tomaba los remedios se me iba a 22”.
Además del shock psicológico que actualmente afecta a Juyero, de
bido a la terrible experiencia que le tocó vivir, la víctima ha recibido
5 puntos en su cabeza, producto de los fuertes golpes recibidos en el
cráneo, y afronta un doloroso reposo ya que se le han desprendido
los cartílagos que protegen las costillas. De todas formas, Juyero a
gradece que la situación no haya culminado en tragedia, ya que ase
guró que “yo pensé que no la contaba”.
Omar Juyero fue atendido de forma inmediata en el Hospital munici
pal de Santa Teresita, y luego derivado al nosocomio de Mar de Ajó,
donde se le realizaron diversos estudios, entre ellos una serie de
ecografías y una tomografía, que no arrojaron la existencia de daños
internos. De todas formas, el hombre fue hospitalizado para perma
necer en observación las primeras 24 horas.
En este sentido, Juyero destacó la excelente atención que recibió de
parte del platel médico, sobre lo cual subrayó: “En el Hospital de
Mar de Ajó y en el Hospital de Santa Teresita me atendieron mara
villosamente bien, y quiero agradecerle a mi amigo el Dr. Roly de
Las Toninas, y al Jefe de Guardia que me atendió maravillosamente,
me trasladó hasta Mar de Ajó, y estuvo presente cuando me hicieron
la ecografía y la tomografía”.
Lic. Graciela Marker
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