Desde que se inició esta temporada de verano, de acuerdo a los
trascendidos hasta el momento, son varios los comerciantes de la
costa atlántica que debieron padecer hechos de violencia durante
los operativos llevados a cabo por los inspectores de REBA, incluso
algunos fueron intimidados y debieron pagar una coima para
mantener sus comercios abiertos, mientras que en otro de los
casos recientes un comerciante fue víctima de la violencia policial
durante la inspección a su negocio. Mientras tanto, desde el
Gobierno provincial no hay ninguna respuesta al respecto.
trascendidos hasta el momento, son varios los comerciantes de la
costa atlántica que debieron padecer hechos de violencia durante
los operativos llevados a cabo por los inspectores de REBA, incluso
algunos fueron intimidados y debieron pagar una coima para
mantener sus comercios abiertos, mientras que en otro de los
casos recientes un comerciante fue víctima de la violencia policial
durante la inspección a su negocio. Mientras tanto, desde el
Gobierno provincial no hay ninguna respuesta al respecto.
Como sucede en todas las temporadas de verano, actualmente los
distintos estamentos municipales, provinciales y nacionales llevan
a cabo en toda la costa atlántica los controles pertinentes en los
comercios. Uno de ellos es el REBA, el área provincial de Registro
de Expendio de Bebidas Alcohólicas, y precisamente en torno a
los operativos realizados por dicho ente se han generado una serie
de controversias que incluso terminaron en escándalo, debido a
las irregularidades ocurridas durante las inspecciones. Si bien la
mayoría de los propietarios de los comercios que se vieron afecta
dos por dichas irregularidades prefieren que la información no se
difunda debido a cierto temor, lo cierto es que en otros casos los
dueños de los negocios han optado por hacer oír sus voces. Tal es
el caso de Eduardo Guardis, uno de los dueños del Restaurante La
Casa de Mery, ubicado en Av. Costanera y Hernandarias de San
Bernardo, quien hace unos días hizo público el hecho de que debió
pagar una coima para evitar que le cerraran el negocio. Desde FM
Opinión, mantuvimos un diálogo con Guardis, quien explicó que todo
ocurrió el pasado 21 de enero por la mañana, cuando se presentaron
en su local tres inspectores de REBA, con una actitud que calificó
que “atropellante y muy intimidantes”, los cuales se hicieron presentes
junto con dos policías que aguardaban la realización de la inspección
en la puerta del comercio. Mientras tanto, en el interior del restaurante,
la intención de los inspectores de REBA se centró en decomisar la
mercadería y clausurar el local, ya que la autorización del REBA había
vencido pero sólo hacía 11 horas. Por tal motivo Guardis les comentó
que el nuevo permiso “les expliqué que estaba en curso, por lo que
los invite a hablar directamente con el contador, que fue lo que
hicimos, y le pedí que nos diera una hora para ir a buscarlo”. Sin
embargo, el inspector se negó rotundamente, y de acuerdo a lo que
relató Guardis, antes de tomar una decisión “salió afuera a hablar
con su superior”, luego de lo cual “me llamó aparte y me dijo que
había que darle una cometa”, y si bien Guardis mencionó que “no
voy a decir el monto”, lo cierto es que señaló que “me encaró
directamente”. Frente a esta intimidación, Guardis mencionó: “Lo
único que pensé es qué hago, me sacan toda la mercadería, lo trasla
dan a Dolores, todo un desastre en plena temporada, entonces
accedí a eso. Me pide un monto y por lógica traje menos dinero de
ese monto que me pidieron, porque me dijo somos cinco y lo tenían
que repartir. Yo no sé si la policía estaba al tanto o no, no sé si les
dieron a ellos o no, lo que sí puedo decir es que el tipo se llevó su
dinero. Vuelvo con el monto entonces cuando se lo voy a entregar
me dice que en el salón no porque tenía miedo de que hubiera
cámaras, entonces me lleva al baño de damas. Me sentí humillado
porque además lo que más me dio bronca es que le di unos fajitos
y los contó”. Luego de haber vivido esta situación, Guardis aseguró
que en las varias décadas que posee su comercio “jamás a nivel
municipal, provincial o nacional recibí un apriete de esa manera y
tan descaradamente”, por lo que decidió hacer público lo sucedido.
A raíz de ello explicó que “se ocupó la Concejal Flavia Delmonte,
que supuestamente con García iban a hacer una presentación ante
la justicia”. En esta misma línea, Guardis agregó: “Según palabras
de ella (por Delmonte) durante el trascurso de esos días se pusieron
en contacto con Diputados de la sección nuestra, y supuestamente
Ritondo (Ministro de Seguridad provincial) no quería que esto
trascendiera y tampoco quería darle la información a la Goberna
dora; no sabemos pero suponemos que la Gobernadora lo sabe,
pero no ha salido a aclarar nada, nadie salió a aclarar nada. Al final
se criticó por corrupción al Gobierno anterior, pero yo creo que
hay corrupción en este Gobierno también”. Cabe destacar que
Guardis no ha sido el único que ha debido enfrentar una situación
como esta, ya que según aseguró “sé que no fuimos los únicos y
que hubo aprietes por otro lados”, al tiempo que resaltó que no
sólo ocurrió este tipo de hechos en el partido de La Costa, sino que
“esto también ocurrió en Pinamar, en Villa Gesell, en Mar del Plata,
en Necochea, sé que hubo aprietes en Mar de Ajó con decomiso de
mercadería y en San Bernardo lo mismo”, y en este sentido aclaró
que en estos operativos no participa “gente local”, ya que este tipo
de inspecciones “vienen de provincia de Buenos Aires”. Violencia
policial en San Clemente Uno de los escándalos más recientes en
torno a las inspecciones realizadas por el REBA tuvo lugar el pasado
or una de las hijas del propietario de dicho comercio, donde se
puede ver la violencia con la que se desarrolló el operativo, en la
que la gran discusión se centra en torno al accionar de la policía.
El hecho ocurrió el pasado viernes, en momentos en que ingresaron
al local mencionado los inspectores de REBA, mientras dos
efectivos de la policía bonaerense permanecieron en la puerta del
comercio negando el paso de clientes. De acuerdo a lo que
aseguró Elisa, la hija del dueño, en diálogo con la prensa, tanto
la policía como los inspectores actuaron de forma “muy prepotente”
, y si bien reconoció que el permiso del REBA estaba vencido, le
solicitó al inspector el poder comunicarse con el contador para
solucionar el conflicto. En este sentido, Elisa puntualizó: “Le pedí
si podía llamar al contador, porque la verdad que no me había dado
cuenta que el papel estaba vencido, y me dijo que llamara pero
mientras tanto uno de los policías, que después me enteré que era
un Comisario de La Plata empezó a sacar a la gente y a decirles a
todos que estaba clausurado y arrancó los papeles que teníamos
pegados en la puerta. A la mañana había estado bromatología y
estaba todo perfecto, entonces si era algo solamente de la bebida
le pregunté por qué me iba a cerrar todo, pero a los gritos me dijo
que tenía que clausurar”. En ese momento se hizo presente en el
comercio el matrimonio dueño del mismo quienes en principio
forcejearon con los policías que se encontraban en las puertas
del negocio, debido a que no les permitían ingresar. Una vez adentro
se inició una discusión más que violenta, durante la cual según
recuerda Elisa, su madre recibió un fuerte empujón en el pecho y “a
mi papá lo agarró del cuello, le dio un cabezazo en el ojo y le rompió
los anteojos”, luego de lo cual relató que “vi en un momento que
este policía llevó la mano hacia abajo y pensé este tipo está loco,
va a sacar el arma, por lo que me asusté muchísimo”. Ante la
terrible violencia policial que padecieron los dueños del comercio,
luego de lo cual Elisa comentó que “el Comisario nos quería llevar
a todos detenidos”, finalmente fue trasladado a la Comisaría el
padre de la joven, la cual permaneció en el negocio y en esos
momentos mencionó que “cuando se fueron me quedé con el
inspector del REBA y me pidió disculpas porque no pensó que
este hombre iba a reaccionar así”. Al finalizar sus declaraciones,
Elisa recordó que en varias oportunidades han sufrido diversos
robos en el comercio, incluso algunos de ellos de extrema violen
cia ya que implicaron el uso de armas de fuego, por lo que le
reclamó a la policía: “Dónde están cuando nos roban tantas veces
a mano armada, con pistolas en la cabeza”. Lic. Graciela Marker
distintos estamentos municipales, provinciales y nacionales llevan
a cabo en toda la costa atlántica los controles pertinentes en los
comercios. Uno de ellos es el REBA, el área provincial de Registro
de Expendio de Bebidas Alcohólicas, y precisamente en torno a
los operativos realizados por dicho ente se han generado una serie
de controversias que incluso terminaron en escándalo, debido a
las irregularidades ocurridas durante las inspecciones. Si bien la
mayoría de los propietarios de los comercios que se vieron afecta
dos por dichas irregularidades prefieren que la información no se
difunda debido a cierto temor, lo cierto es que en otros casos los
dueños de los negocios han optado por hacer oír sus voces. Tal es
el caso de Eduardo Guardis, uno de los dueños del Restaurante La
Casa de Mery, ubicado en Av. Costanera y Hernandarias de San
Bernardo, quien hace unos días hizo público el hecho de que debió
pagar una coima para evitar que le cerraran el negocio. Desde FM
Opinión, mantuvimos un diálogo con Guardis, quien explicó que todo
ocurrió el pasado 21 de enero por la mañana, cuando se presentaron
en su local tres inspectores de REBA, con una actitud que calificó
que “atropellante y muy intimidantes”, los cuales se hicieron presentes
junto con dos policías que aguardaban la realización de la inspección
en la puerta del comercio. Mientras tanto, en el interior del restaurante,
la intención de los inspectores de REBA se centró en decomisar la
mercadería y clausurar el local, ya que la autorización del REBA había
vencido pero sólo hacía 11 horas. Por tal motivo Guardis les comentó
que el nuevo permiso “les expliqué que estaba en curso, por lo que
los invite a hablar directamente con el contador, que fue lo que
hicimos, y le pedí que nos diera una hora para ir a buscarlo”. Sin
embargo, el inspector se negó rotundamente, y de acuerdo a lo que
relató Guardis, antes de tomar una decisión “salió afuera a hablar
con su superior”, luego de lo cual “me llamó aparte y me dijo que
había que darle una cometa”, y si bien Guardis mencionó que “no
voy a decir el monto”, lo cierto es que señaló que “me encaró
directamente”. Frente a esta intimidación, Guardis mencionó: “Lo
único que pensé es qué hago, me sacan toda la mercadería, lo trasla
dan a Dolores, todo un desastre en plena temporada, entonces
accedí a eso. Me pide un monto y por lógica traje menos dinero de
ese monto que me pidieron, porque me dijo somos cinco y lo tenían
que repartir. Yo no sé si la policía estaba al tanto o no, no sé si les
dieron a ellos o no, lo que sí puedo decir es que el tipo se llevó su
dinero. Vuelvo con el monto entonces cuando se lo voy a entregar
me dice que en el salón no porque tenía miedo de que hubiera
cámaras, entonces me lleva al baño de damas. Me sentí humillado
porque además lo que más me dio bronca es que le di unos fajitos
y los contó”. Luego de haber vivido esta situación, Guardis aseguró
que en las varias décadas que posee su comercio “jamás a nivel
municipal, provincial o nacional recibí un apriete de esa manera y
tan descaradamente”, por lo que decidió hacer público lo sucedido.
A raíz de ello explicó que “se ocupó la Concejal Flavia Delmonte,
que supuestamente con García iban a hacer una presentación ante
la justicia”. En esta misma línea, Guardis agregó: “Según palabras
de ella (por Delmonte) durante el trascurso de esos días se pusieron
en contacto con Diputados de la sección nuestra, y supuestamente
Ritondo (Ministro de Seguridad provincial) no quería que esto
trascendiera y tampoco quería darle la información a la Goberna
dora; no sabemos pero suponemos que la Gobernadora lo sabe,
pero no ha salido a aclarar nada, nadie salió a aclarar nada. Al final
se criticó por corrupción al Gobierno anterior, pero yo creo que
hay corrupción en este Gobierno también”. Cabe destacar que
Guardis no ha sido el único que ha debido enfrentar una situación
como esta, ya que según aseguró “sé que no fuimos los únicos y
que hubo aprietes por otro lados”, al tiempo que resaltó que no
sólo ocurrió este tipo de hechos en el partido de La Costa, sino que
“esto también ocurrió en Pinamar, en Villa Gesell, en Mar del Plata,
en Necochea, sé que hubo aprietes en Mar de Ajó con decomiso de
mercadería y en San Bernardo lo mismo”, y en este sentido aclaró
que en estos operativos no participa “gente local”, ya que este tipo
de inspecciones “vienen de provincia de Buenos Aires”. Violencia
policial en San Clemente Uno de los escándalos más recientes en
torno a las inspecciones realizadas por el REBA tuvo lugar el pasado
or una de las hijas del propietario de dicho comercio, donde se
puede ver la violencia con la que se desarrolló el operativo, en la
que la gran discusión se centra en torno al accionar de la policía.
El hecho ocurrió el pasado viernes, en momentos en que ingresaron
al local mencionado los inspectores de REBA, mientras dos
efectivos de la policía bonaerense permanecieron en la puerta del
comercio negando el paso de clientes. De acuerdo a lo que
aseguró Elisa, la hija del dueño, en diálogo con la prensa, tanto
la policía como los inspectores actuaron de forma “muy prepotente”
, y si bien reconoció que el permiso del REBA estaba vencido, le
solicitó al inspector el poder comunicarse con el contador para
solucionar el conflicto. En este sentido, Elisa puntualizó: “Le pedí
si podía llamar al contador, porque la verdad que no me había dado
cuenta que el papel estaba vencido, y me dijo que llamara pero
mientras tanto uno de los policías, que después me enteré que era
un Comisario de La Plata empezó a sacar a la gente y a decirles a
todos que estaba clausurado y arrancó los papeles que teníamos
pegados en la puerta. A la mañana había estado bromatología y
estaba todo perfecto, entonces si era algo solamente de la bebida
le pregunté por qué me iba a cerrar todo, pero a los gritos me dijo
que tenía que clausurar”. En ese momento se hizo presente en el
comercio el matrimonio dueño del mismo quienes en principio
forcejearon con los policías que se encontraban en las puertas
del negocio, debido a que no les permitían ingresar. Una vez adentro
se inició una discusión más que violenta, durante la cual según
recuerda Elisa, su madre recibió un fuerte empujón en el pecho y “a
mi papá lo agarró del cuello, le dio un cabezazo en el ojo y le rompió
los anteojos”, luego de lo cual relató que “vi en un momento que
este policía llevó la mano hacia abajo y pensé este tipo está loco,
va a sacar el arma, por lo que me asusté muchísimo”. Ante la
terrible violencia policial que padecieron los dueños del comercio,
luego de lo cual Elisa comentó que “el Comisario nos quería llevar
a todos detenidos”, finalmente fue trasladado a la Comisaría el
padre de la joven, la cual permaneció en el negocio y en esos
momentos mencionó que “cuando se fueron me quedé con el
inspector del REBA y me pidió disculpas porque no pensó que
este hombre iba a reaccionar así”. Al finalizar sus declaraciones,
Elisa recordó que en varias oportunidades han sufrido diversos
robos en el comercio, incluso algunos de ellos de extrema violen
cia ya que implicaron el uso de armas de fuego, por lo que le
reclamó a la policía: “Dónde están cuando nos roban tantas veces
a mano armada, con pistolas en la cabeza”. Lic. Graciela Marker
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