Mientras afirma que sigue en el Frente Renovador, y que Sergio
Massa es el futuro, el exministro critica sin pelos en la lengua al
oficialismo y brinda un panorama de la política capitalina en
tiempos de elecciones.
Massa es el futuro, el exministro critica sin pelos en la lengua al
oficialismo y brinda un panorama de la política capitalina en
tiempos de elecciones.
se refiere a los vaivenes actuales de la política nacional. El exjefe
de Gabinete K ratifica su presencia en el partido que conduce
Sergio Massa, y no se calla nada a la hora de explicar el trazado
del mapa actual en la Ciudad y el rol del peronismo como fuerza
opositora.
-¿Cómo ve el accionar de Cambiemos en el poder?
-Es un Gobierno muy ineficiente y eso se nota mucho. Sobre
todo, a la hora de gestionar. Es un Gobierno con una política
muy definida y equivocada, un Gobierno terco, porque le
cuesta entender lo errado de su política. No escucha a nadie
y no se dio cuenta de todo lo que perdió, porque ya ha perdido
un año de gestión. Y siempre el primer año de gestión es donde
un Gobierno tiene más fortalezas.
-¿Lo dilapidó políticamente?
-Sí. El primer año es el de la luna de miel, donde los gobiernos
gozan de cierta indemnidad, donde los medios son
complacientes y la oposición es cuidadosa. Creíamos que
Cambiemos iba a tener una muy buena gestión, a la luz de que
ellos se presentaban como el dream team. Pero fue todo al
revés. El dream team está durmiendo. Cambiemos es una
experiencia frustrada y frustrante. Para Argentina, es una pér
dida de tiempo.
-¿Por qué?
-Porque el Gobierno consiguió los instrumentos que reclamó,
pero fue un fracaso. El tema de los holdouts todavía sigue sin
resolverse porque hay nuevas demandas. No han podido
dominar la inflación. Han endeudado al país en más de 170 mil
millones de dólares, y esa es la única herramienta con la que
cuentan para poder hacerle frente al bache fiscal que nunca
cierran.
-¿Es impericia o vinieron a hacer esto?
-Hay una parte de impericia y hay una parte de política predis
puesta. Como política predispuesta, lo más grave es la lógica
que utilizan para enfrentar el problema concerniente a la infla
ción, que sigue sin bajar porque, mientras le sacan la plata al
trabajador, ellos aumentan los servicios, y lo único que no
aumenta son los sueldos. El efecto es que, cuando la demanda
se retrae, la producción cae; y ahí viene el desempleo, que es
algo que se está viendo desde el último año a esta parte.
Después, hay errores. Como que el Ministro de Justicia diga
que bajará la imputabilidad, luego llama a expertos y le dicen
que ese no es el camino. Luego, están las picardías. Esto es,
la política de “intentémoslo; si pasa, pasa”. Y acá se mezclan
siempre los negocios públicos con los privados. Ellos saben
que el poder político va a pasar y que lo que quedará son las
empresas. Entonces, tratan que a sus empresas se les garantice
el futuro. Y aparecen los casos Avianca, Flybondi, el Correo,
Arribas, etc.
-¿Qué análisis hace de este año electoral en la Ciudad?
-Hay una falsa confrontación entre Cambiemos y Lousteau,
que opera como una suerte de espejismo. A muchos les hacen
ver que Lousteau es el progresista que enfrenta a Cambiemos
, pero él es el Embajador argentino en Estados Unidos, y trabaja
para el gobierno de Macri. Lo que no sé es por qué se esmeran
en hacerlo parecer como un opositor que no es. Tenemos que
ser nosotros los encargados de desenmascarar esa jugada.
Detrás de Lousteau están los residuos del radicalismo, que
intentan recomponer su posicionamiento. Han encontrado un
hombre joven, que políticamente está vinculado al Gobierno
nacional.
-¿Cuál es hoy el rol que ocupa el peronismo?
-El peronismo tiene diferentes vertientes, fundamentalmente
n el Congreso. Hay una oposición muy visceral, que es la que
representa el FpV, y hay una oposición que se creó a medida
de Cambiemos, que es la ruptura que propone Bossio, y que
se lleva un grupo de legisladores para trabajar con Cambiemos.
Esos son oportunistas de la política, no peronistas. Y después,
hay una oposición más racional, que es la que propone el Frente
Renovador, que ganó un espacio y que ha buscado tratar de
acompañar en lo que entendió que está bien, y no acompañar
en lo que creyó que está mal.
-¿Sigue siendo parte del Frente Renovador?
-Sí. Nunca dejé de serlo. No sé por qué muchos insisten en que
yo me he ido. El Frente Renovador tiene la particularidad de
que allí coexisten muchas posturas antagónicas. Hay muchas
cuestiones puntuales en las que yo tengo diferencias, pero a
muchos les pasa lo mismo.
-¿La polarización permitió el avance de Cambiemos?
-Sí. Macri cree que debe polarizar con Cristina, porque así,
planteándole a la gente que hay que elegir entre ellos dos,
puede sacarle votos a Massa. Eso funcionó en las elecciones
pasadas, pero no sé si seguirá funcionando. Argentina no se
debate entre el pasado y el presente, sino entre el presente y el
futuro. Tenemos que escapar a esa trampa que Macri propone.
-¿El futuro es Massa entonces?
-Sí, el futuro es Massa. Sergio es el que mejor expresa una
posibilidad de cambios y una mentalidad abierta. Es alguien que
tiene la virtud de escuchar a quien está en contra de sus
posiciones y respetarlo. Es un hombre muy valioso.
-¿Va a dar una mano en la construcción de la alternativa del FR
en la Ciudad?
-Yo trato de ayudar siempre. Quiero actuar con una lógica racional
y no voluntarista. Al voluntarismo no le creo. Tenemos que
generar una fuerza que le ponga límites a Macri.
-¿Aspira a gobernar la Ciudad?
-No es mi desvelo. No pienso a la política con aspiraciones personales. La política es un hecho colectivo y es demanda de conjuntos. Si hay una fuerza política que entiende lo que está pasando, seguramente encontrarán al mejor candidato. Me puede tocar, o no.
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