La Gobernadora decidió transferir la Dirección Aeroportuaria de la Secretaría General de Gobierno al Ministerio de Seguridad. El motivo de la medida, dos visiones y un conflicto de larga data
gación como una dependencia más de la Secretaría General. En esa
fecha, la gobernadora María Eugenia Vidal firmó el decreto 77/2017,
que establece su transferencia al Ministerio de Seguridad. Según se
detalló en la normativa, a la que tuvo acceso La Tecla, el traspaso de
la dirección incluyó “sus respectivas acciones, cargos y plantas de
personal, créditos presupuestarios, recursos económicos, financieros
y materiales”.
El porqué de la transferencia tiene dos versiones: la oficial y la sindical
. La oficial tiene raíz en la declaración de emergencia en materia de Se
guridad Pública, Política y Salud Penitenciaria en territorio de la
provincia de Buenos Aires, que tiene como finalidad resguardar la
integridad física y los bienes de todas las personas. En ese sentido,
según reza en la resolución firmada por Vidal, “resulta conveniente pro
ceder a la centralización en el Ministerio de Seguridad de determinados
recursos físicos y humanos que actualmente se encuentran bajo la
órbita de la Secretaría General, y que pueden tener relación directa
con materia de seguridad, a efectos de lograr su mejor aprovechamiento”.
La versión sindical, por el contrario, posee otro origen. En este caso
es de larga data y explotó el 6 de abril, día en que la CGT convocó a
un paro nacional. “A raíz de un vaciamiento que tuvo la dirección hace
varios años, los pilotos nos asociamos a APLA, el gremio de los pilotos.
En febrero de 2016 recién tuvimos una afiliación concreta, donde empe
zamos a realizar una serie de reclamos, en los que pedíamos uniformes,
cursos de capacitación; nada de cuestiones salariales. Esto quizá inco
modó a la Gobernadora, porque decidió pasar la dirección al Ministerio
de Seguridad para desarticularla”, relató a este medio uno de los
pilotos de la dependencia.
Semanas más tarde, exactamente el día del paro nacional, los pilotos
agremiados se adhirieron a la medida de fuerza, por lo que la Goberna
dora no pudo ser trasladada por aire. Fue la gota que rebasó el vaso.
Dos semanas después, la dirección fue transferida a Seguridad, específi
camente bajo la órbita de Operaciones Aéreas, administrada por el efec
tivo Alejandro Marcón, quien está a cargo del área desde 1992. Es decir
que, de ahora en más, los pilotos y técnicos de la Dirección Aeroportua
ria desempeñan sus funciones bajo ámbito policial que, como es sabido,
tiene prohibido sindicalizarse.
Pero, como se dijo, el conflicto en la Dirección Aeroportuaria no es nue
vo ni, mucho menos, de esta gestión. De un total de diez aeronaves en
la flota, están operativas cuatro: un avión y tres helicópteros, destina
dos no sólo al traslado de funcionarios, sino también a la prestación
de servicios sanitarios.
El constante vaciamiento de la de-pendencia y posterior traspaso gene
raron la renuncia de tres funcionarios a lo largo de este último año. El
primero en dejar su cargo fue Fernando Sivak, quien decidió dar un pa
so al costado a raíz de diferencias con su superior, el secretario gene
ral Fabián Perechodnik, en cuanto al uso de las aeronaves oficiales.
Mientras él pretendió poner en funcionamiento toda la flota, el gobier
no decidió utilizar los helicópteros pero no los aviones, y contratar
vuelos privados. Quienes también presentaron la renuncia fueron
Juan Güi, que asumió en lugar de Sivak, y Pedro de las Barreras, sub
secretario de Gestión y Logística.
“Ese día, con el paro nacional, nosotros respondimos como afiliados
a un gremio y se decidió el no traslado de los funcionarios. Aquel día,
quien era el director (Juan Güi) no quiso volar, y desde el gobierno lo
tomaron como excusa para traspasar el área a Seguridad”, señalaron
desde APLA, realmente ofuscados.
No obstante, el decreto ya está firmado y la Gobernadora no dará
vuelta atrás. El fin de la dirección es definitivo.
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