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miércoles, 21 de febrero de 2018

Nace un frente social anti Macri
Por Ignacio Fidanza
Moyano se consolidó como el líder de 
una resistencia de base al gobierno de
 Cambiemos.
El camionero resistió con éxito la embestida del gobierno para desarmar 
su protesta de este miércoles y se convirtió en el líder de facto de la
 resistencia de base social al proyecto de Macri.
Logró sortear sin despeinarse la ofensiva del gobierno para dejarlo en
 soledad, un esfuerzo político que al final del día lo terminó beneficiando:
 Podrá adjudicarse casi sin discusión la conducción de los cientos de 
miles que desbordaron la Capital del país. Logra Moyano coronar así un 
giro interesante luego de haber sido de los primeros sindicalistas en apoyar abiertamente a Macri.
Como en los 90 cuando creó el MTA, se reinventa en la vanguardia del 
conflicto social y arma un entramado con los golpeados del modelo. En 
el gobierno se consuelan explicando que la movida es funcional al 
proyecto electoral de Macri porque espanta a la clase media. Es proba
blemente cierto, pero no deja de ser la explicación conformista de una
 derrota política para cualquier presidente: Este miércoles el gobierno 
perdió de manera inapelable el control de la calle.
Moyano por otro lado juega un juego distinto al de la política electoral y
 leerlo en esas coordenadas puede llevar a cometer un error: Su juego
 es la pelea de poder descarnada sin necesidad de validación en la 
opinión pública. No se somete a voto, sino que se mide en demostracio
nes de fuerza de acción directa, como la de este miércoles.
En ese terreno, el resultado de la movilización le aportó una dosis de
 anabólicos importante en la pulseada que mantiene con sus pares del 
sindicalismo, por marcar los tiempos del conflicto social. No hay que ser 
un genio de la política para saber quien quedó mejor parado en ese
 mundo: Si Moyano golpeando sobre las consecuencias del ajuste ante 
miles de personas o sus colegas a punto de subirse a un avión para 
pasear por Europa con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.
Moyano con su finta de este miércoles embolsó a intendentes peronistas
 y massistas, movimientos sociales, partidos de izquierda, La Cámpora y 
un sector del movimiento sindical peronista. No es poco para un dirigente
 que estaba más para jubilarse que pasar dar estas peleas y que acaso el
 capricho o el enojo de Macri empujó a la oposición activa.
Ahora el Gobierno puede elegir el camino de agudizar la confrontación 
precipitando su detención o la de su hijo; o tomar nota de que existe un 
mundo que no se siente incluido por el proceso en marcha y acaso haya 
que ensayar alguna respuesta política más adecuada para lidiar con esa
 realidad.
No parece casual que el camionero haya eludido escalar el conflicto con
vocado a un paro. Este miércoles la Argentina presenció la vieja y
 conocida receta vandorista en plenitud: Golpear para negociar. Si Macri 
ograra hacer a un lado sus enconos personales, casi debería agradecer 
que sea Moyano el que lidere a los enojados.

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