Sólo viajará Schiavoni. Cobos canceló de urgencia y Pichetto aportaría
una decena de su bloque. Pinedo cree que es suficiente.
Cambiemos confía en autorizar este miércoles los allanamientos a los
domicilios de Cristina Kirchner por la causa de los cuadernos con el
aporte de una decena de justicialistas, neuquinos y salteños, aunque
para garantizar un triunfo debió bajar del avión a varios de sus
senadores que estaban invitados a la asunción del nuevo presidente
de Paraguay, Mario Abdo Benítez.
Sólo viajará Humberto Schiavoni, pero volvería a tiempo junto a la
comitiva presidencial. El resto tenía su propio itinerario y un almuerzo
con colegas paraguayos que Federico Pinedo obligó a cancelar de
urgencia porque los números no le daban. El último en anular su
pasaje esta tarde fue Julio Cobos.
Aún así, el oficialismo llega con dos bajas y un techo de 24 votos
propios (habrá dos ausentes por temas personales), 13 menos que
la mayoría simple necesaria para abrir la sesión y habilitar los allana
mientos a la ex presidenta. La principal ayuda la dará Miguel Pichetto
y al menos 9 de sus 23 dirigidos: Mario País, Dalmacio Mera, Omar
Perotti, Carlos Caserio, Carlos Espínola, Rodolfo Urtubey, Eduardo
Aguilar, Alfredo Luenzo y, aún en duda, Guillermo Snopek.
La mayoria de los demás protegerí an a Cristina y lo hicieron saber el
último jueves cuando impidieon el quórum en la sesión que iba a
tratar los allanamientos y debio postergarse hasta este miércoles.
Sólo para este tema, conforman un núcleo duro integrado por los
formoseños José Mayans y Teresa González, los pampeanos Daniel
Lovera y Norma Durango, los tucumanos José Alperovich y Beatriz
Mirkin, los entrerrianos Pedro Guastavino y Singrid Kunath. No están
sólos: la catamarqueña Inés Blas, cercana a la gobernadora Lucía
Corpacci, se niega a votar contra Cristina y abrió un duelo interno con
Mera, referente del PJ tradicional. Rubén Uñac, hermano del
gobernador de San Juan, no quiso firmar el dictamen de los allana
mientos y arrastraría a su coterránea Cristina López Valverde. Los
fueguinos José Ojeda y Julio Catalán Magni (cercano a Florencio
Randazzo), tampoco aparecieron el jueves.
Aun sin ayuda de algún peronista más (¿Aparecerá Carlos Menem?)
Cambiemos alcanzaría la mayoría con el aporte de los salteños Juan
Carlos Romero y María Fiore Viñuales (el rival de Urtubey y su aliada
de siempre), los neuquinos Lucila Crexell y Guillermo Pereyra (fueron
el jueves).
Los tres senadores de Santiago del Estero todavía están en el recuento
de votos de sus elecciones municipales del último domingo y sus
voceros aseguran que difícilmente ocupen sus bancas. Quien sí
almorzará en Asunción con legisladores paraguayos es Maurice Closs,
ex gobernador de Misiones. Su coterránea, Magdalena Solari Quintana
, estará pero votará en contra.
El viaje a Paraguay alteró las negociaciones porque una decena de sena
dores estaban invitados, esperaron una orden clara para bajarse y la falta
de una respuesta rápida abrió un sinfín de especulaciones. En la Casa
Rosada no hay una visión homogénea sobre el affaire de los cuadernos:
para un sector sólo es posible una reelección de Mauricio Macri con
Cristina Kirchner enfrente y el plan se altera si la causa avanza, ordenan
su detención y el Senado cede las presiones para quitarle los fueros.
Fue la secuencia que soportó Julio De Vido en Diputados: esa Cámara
habilitó los allanamientos a sus propiedades y luego de un intento fallido,
el peronismo de los gobernadores se unió en octubre y levantó la mano
para enviarlo a prisión.
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