con el FMI podrían no alcanzar.
Los bonos argentinos están cada vez más devaluados y en el
mercado crecen las dudas sobre la consistencia de la política
macroeconómica. Es que, como advirtió en su exposición el Four
Seasons el economista José Siaba Serrate, con la corrida
cambiaria y la recesión, pasamos de un primer escenario en el
que solo sería necesario el primer desembolso del FMI -y el resto
quedaría a disponibilidad a modo precautorio-, a otro en el que
vamos a tomar la totalidad de los 50.000 millones de dólares y
no alcanza.
En efecto, previsiones "algo optimistas" -como las calificó el econo
mista- de parte del Gobierno limitan las necesidades de financia
miento neto en los mercados extranjeros a 8.000 millones de
dólares en 2019. Sin embargo, para él esta proyección descansa
en la presunción de poder renovar un crédito repo con bancos
privados por 4.000 millones de dólares, renovar capital en el mer
cado internacional por 3.000 millones de dólares y conseguir en
el mercado doméstico otros 12.300 millones de dólares. Y si esto
no se diera así, las necesidades de financiamiento externo pueden
elevarse tranquilamente a los 19.000 millones de dólares.
Como anticipó LPO, el presidente del Banco Central, Luis Caputo,
ya está negociando con el Fondo Monetario para que le permitan
usar más reservas para contener el dólar, lo que indica que así como
está el programa ya no es viable.
En este sentido, un importante operador bursátil advertía hoy a sus
clientes que "a nuestro país le faltan entre 20 y 30 mil millones de
dólares para cerrar el plan financiero hasta 2019, y los mercados de
financiamiento le son esquivos. Así, el plan acordado con el FMI
estuvo mal planteado ya que no sacó a nuestro país de los mercados.
El supuesto de rollover de la deuda, y de las Letes en dólares, hoy
resulta ser muy optimista, y en estas condiciones el programa
deberá ser reformulado".
Los operadores temen que si el Gobierno no disipa las dudas que
existen sobre el plan financiero, el proceso de salida de activos
argentinos seguirá y no cambiará hasta atravesar una etapa de
desesperanza (y de desplome de los precios de los bonos soberanos).
En efecto, el bono Century perdió 4% en dólares desde que el
miércoles pasado y quedó en 76,58 dólares.
No fue el único. El bono Global 27 perdió 4,51% desde que se
desencadenó el escándalo de los cuadernos, el Bonar 22 en dólares
cayó 2,57%, y el Bonar 24 retrocedió 1,49% a 103,77 dólares. Solo
se sostuvo el Bonar 46. En tanto el riesgo país -que refleja la
desconfianza en la capacidad del país de honrar sus deudas-
se disparó a 633 puntos básicos y quedó a solo 22 puntos básicos
del de Ecuador, 235 puntos por encima del promedio de los
países emergentes. Es el más alto de la era Macri, 175 puntos
por encima del valor del 10 de diciembre de 2015.
"Se necesita un nuevo paquete, llámese Repo, Swap, préstamos
de países, otros organismos internacionales o reformulación
del acuerdo con el FMI. Esa noticia podría ser la que ponga fin
al mal humor actual", agregó el agente de bolsa.
Desde Balanz Capital, por su parte, reconocen que el escenario
se ha vuelto "binario" entre los pronósticos de crisis por incapa
cidad política de realizar el ajuste fiscal comprometido con el
Fondo y los que analizan que será cumplido -como sostienen
ellos- pero que las necesidades de financiamiento por encima
de los fondos aportados por el FMI será de 17.300 millones de
dólares y esto genera dudas sobre la forma de conseguirlos.
Es que, como describe la consultora Balanz Capital en su infor
me de agosto, los analistas que que se reúnen con el equipo
económico del Gobierno salen con una sensación de que están
pecando de confianzudos. Sin más, en el equipo de Dujovne se
mostraban muy confiados en que no habría problemas para
rollovear las Letes. Sin embargo, esta semana de los 800 millo
nes de Letras del Tesoro que vencieron, solo pudieron renovar
430 millones, por un plazo muy breve (182 días) y a una tasa
inusualmente alta, 4,99% anual en dólares. Lo que refleja que
el mercado no es tan optimista ni le tiene tanta confianza al plan
económico.
"El mercado está pesimista", reconoció el economista en jefe de
la consultora Elypsis, Gabriel Zelpo. Sin embargo para él, las
necesidades de financiamiento no van a dispararse.
"El gran riesgo siempre fue que la ex presidenta tuviera chances
electorales porque el ´riesgo Cristina' es riesgo de default, de no
pago de la deuda. Y por más chico que sea, este riesgo destruye
por completo el precio de un activo. Incluso hasta los que
siempre lo veíamos como un escenario muy alejado tuvimos
que empezar a admitir que pasaba de ´muy alejado' a ´alejado'.
Pero llegó el Cuadernogate y en el corto plazo el panorama se
complica y la pasamos mal", agregó el economista.
"Creo que los inversores están haciendo una lectura errónea. La
comparación inmediata con el Lava Jato hace prever dificultades
para las empresas, caída del PBI, menor recaudación y mayores
dificultades para cumplir con el programa económico. Pero para
mí lo están mirando mal: primero, porque el escándalo no
afecta al partido gobernante como pasó en Brasil; y segundo,
tampoco es comparable la magnitud en la que afecta a las
empresas implicadas", analizó Zelpo.
"En el corto plazo, los bonos argentinos van a reflejar este temor.
Pero, si todo se resuelve como creo, es decir con la caída de
imagen política de Cristina junto a imputaciones judiciales
significativas, alejadas del actual oficialismo, podría haber una
importante reversión en el precio de los activos", concluyó el
economista de Elypsis.
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