importantes de la gestión de Macri.
El Gobierno decidió mantener al holding de Aldo Roggio en la obra del
río Salado, una de las más importantes de la gestión de Mauricio Macri
, pese a que el empresario declaró como arrepentido en el caso de los
cuadernos que destaparon las coimas que se pagaron durante el anterior
gobierno.
Roggio ganó el tramo de adecuación, ensanche y profundización del
cauce del río que atraviesa la provincia de Buenos Aires. Este tramo no
está a cargo de María Eugenia Vidal sino de la Secretaría de
Infraestructura y Política Hídrica, bajo la órbita del Ministerio del Interior
. En el Gobierno estiman que la obra beneficiará a 200.000 personas de
manera directa y a 1,4 millones en toda la cuenca.
Roggio ofreció por $6.046 millones y por eso le ganó la licitación a las
competidoras Helport, Pentamar, Dragados y Obras portuarias, Sacde
-que se quedó con IECSA de Ángelo Calcaterra, otro arrepentido- y
José Cartellone.
En el Gobierno explican que no pueden sacarle la obra a Roggio si
no está condenado por la Justicia. Y que no hay muchos más
empresarios de la envergadura de Roggio en el país como para
hacer una obra como la del Salado.
El hipotético veto a Roggio sin condena supondría que buena parte
de la obra pública se paralice, habida cuenta del desfile por Comodoro
Py de empresarios en calidad de arrepentidos. "Es imposible pensar
en un país que se quede sin empresarios", aseguraron a LPO fuentes
del Gobierno. Roggio compite por mantener la concesión del subte
porteño que ostenta desde 1994 y un veto sin condena lo podría
perjudicar.
La obra se hará con pago diferido: la mitad en efectivo y el resto con
bonos del Banco Nación a cuatro años. "El pago diferido es un invento
nuestro. Conseguimos 500 millones de dólares de inversión genuina
en infraestructura más 500 para AYSA. Ya pusimos mil palos verdes a
mover", dijeron a LPO en la secretaría de Infraestructura que encabeza
el ingeniero Pablo Bereciartúa, uno de los principales impulsores de
que la obra se realice y que para eso continúe en manos de Roggio.
De todos modos, el caso de esta licitación está siendo analizado por
el área jurídica del ministerio del Interior y Rogelio Frigerio tendrá la
última palabra.
río Salado, una de las más importantes de la gestión de Mauricio Macri
, pese a que el empresario declaró como arrepentido en el caso de los
cuadernos que destaparon las coimas que se pagaron durante el anterior
gobierno.
Roggio ganó el tramo de adecuación, ensanche y profundización del
cauce del río que atraviesa la provincia de Buenos Aires. Este tramo no
está a cargo de María Eugenia Vidal sino de la Secretaría de
Infraestructura y Política Hídrica, bajo la órbita del Ministerio del Interior
. En el Gobierno estiman que la obra beneficiará a 200.000 personas de
manera directa y a 1,4 millones en toda la cuenca.
Roggio ofreció por $6.046 millones y por eso le ganó la licitación a las
competidoras Helport, Pentamar, Dragados y Obras portuarias, Sacde
-que se quedó con IECSA de Ángelo Calcaterra, otro arrepentido- y
José Cartellone.
En el Gobierno explican que no pueden sacarle la obra a Roggio si
no está condenado por la Justicia. Y que no hay muchos más
empresarios de la envergadura de Roggio en el país como para
hacer una obra como la del Salado.
El hipotético veto a Roggio sin condena supondría que buena parte
de la obra pública se paralice, habida cuenta del desfile por Comodoro
Py de empresarios en calidad de arrepentidos. "Es imposible pensar
en un país que se quede sin empresarios", aseguraron a LPO fuentes
del Gobierno. Roggio compite por mantener la concesión del subte
porteño que ostenta desde 1994 y un veto sin condena lo podría
perjudicar.
La obra se hará con pago diferido: la mitad en efectivo y el resto con
bonos del Banco Nación a cuatro años. "El pago diferido es un invento
nuestro. Conseguimos 500 millones de dólares de inversión genuina
en infraestructura más 500 para AYSA. Ya pusimos mil palos verdes a
mover", dijeron a LPO en la secretaría de Infraestructura que encabeza
el ingeniero Pablo Bereciartúa, uno de los principales impulsores de
que la obra se realice y que para eso continúe en manos de Roggio.
De todos modos, el caso de esta licitación está siendo analizado por
el área jurídica del ministerio del Interior y Rogelio Frigerio tendrá la
última palabra.
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