la intervención del Central.
Los 3.000 millones de dólares correspondientes a la segunda cuota del
crédito del FMI que el Gobierno esperaba para este lunes finalmente no
llegarán.
El organismo a cargo de Christine Lagarde frenó el desembolso de
septiembre hasta que finalice la renegociación del nuevo acuerdo, po
r el cual todavía no hay novedades. En Hacienda confirmaron la
información a LPO y esgrimieron que fue algo pedido por Argentina.
A su vez, avisaron que aún no existe una fecha estimada para la
firma del mismo.
El motivo radica en que todavía restan dos importantes reuniones en
las entrañas del Fondo que aun no tienen una fecha definida. Primero
se reunirá el Staff del organismo y luego su Directorio Ejecutivo,
mientras que el jefe de la misión en la Argentina Roberto Cardarelli
continúa en el país.
La decisión del organismo es lógica, al cumplirse tres meses del
acuerdo el Gobierno incumplió con las metas fijadas, el caso más
evidente fue la inflación. El FMI no puede seguir liberando fondos
sin un nuevo marco normativo que lo habilite.
"No es una buena noticia. Si bien está dentro de lo lógico por los
cambios en el acuerdo, demuestra una nueva falta de coordinación
del equipo económico en no calcular los plazos de negociación
para que no caigan sobre este desembolso", subrayó el analista
financiero Christian Buteler.
Los especialistas aseguran que la noticia tendrá un mayor impacto
en el mercado de la deuda dado que los fondos estaban previstos
para asegurar los compromisos financieros. Sin embargo, la
presencia o no de un monto de tal magnitud siempre termina
teniendo un contagio en el mercado cambiario.
"Por ahora pareciera que el mercado no se ha enterado de la noticia
porque las paridades de los bonos siguen firmes. El lunes segura
mente podamos ver una reacción importante", anticipó el analista
de mercados Francisco Uriburu, quien destaca como una buena
noticia que esto haya sucedido luego de la renovación de Letes del
último miércoles. "De lo contrario, hubieran tenido que pagar una
tasa todavía más alta", aseguró.
De esta manera, creció la incertidumbre en el mercado y el dólar
volvió a dispararse a $40,51 en el promedio de las entidades mino
ristas. En un nuevo cambio de estrategia, el Banco Central trató de
contener esta situación desde el inicio de la jornada e intervino con
ventas al contado en el mercado de cambios, pero aún así no logró
frenar la escalada.
Al ver que el sendero alcista no se detenía, anunció una subasta por
200 millones de dólares cuando hacía más de una semana que no
utilizaba simultáneamente la intervención con ventas directas y el
mecanismo de subasta de divisas. En la misma, se terminaron
adjudicando 75 millones a un precio de corte promedio de $39,84,
lo que permitió acotar el cierre del mayorista a $39,86 sobre el final
de la rueda.
La incertidumbre de la jornada se reflejó en el volumen de operacio
nes que tuvo un incremento en torno al 50% con respecto al prome
dio de la jornada. En el segmento de contado se negociaron 649,4
millones de dólares, mientras que en futuros MAE se operaron 3,1
millones.
Por otro lado, hay dos nuevas alarma que generan preocupación
de cara a los próximos días. En primer lugar, el bono a 10 años de
los Estados Unidos tocó el 3%, lo que acelera el flight to quality y
perjudica a todos los mercados emergentes. Finalmente, el martes
millones, que podrían potenciar la presión sobre el tipo de cambio
de continuar la estrategia de desarme anunciada en agosto.
"No es una medida inteligente. Fue un error intentar desarmar las
Lebac en ese momento porque son más pesos que dejas en la calle
que agregan presión tanto en el dólar como en la inflación",
enfatizó Buteler.
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