reunirá con gobernadores para no gravar a las viviendas únicas.
Duros cruces por el endeudamiento.
Miguel Pichetto le garantizó a Nicolás Dujovne que su bloque aportará
los votos para sancionar el presupuesto el 14 de noviembre, pero
anticipó que pedirá reducir el impacto del aumento del impuesto a los
bienes personales, aprobado en una ley aparte.
"Vamos a eximir a los que tienen vivienda única y familiar, pero antes
veremos el costo fiscal porque las provincias requieren de recursos",
anticipó el jefe del justicialismo, durante la visita del ministro de
Hacienda y su equipo al Senado para exponer el presupuesto aproba
do el miércoles en la Cámara baja.
En la misma sesión se aprobaron a libro cerrado la adenda al pacto
fiscal, que le permite a los gobernadores y a la Nación subir impues
tos; y un proyecto de ley para incrementar bienes personales
presentado por la radical Alejandra Martínez y el misionero Hugo
Franco, cercano a su gobernador Hugo Passalacqua.
Pichetto buscará excluir del aumento a viviendas valuadas en menos
de 500 mil dólares y lo discutirá este martes en su despacho con un
grupo de gobernadores peronistas que firmaron la adenda y no están
dispuestos a resignar recursos así nomás. La mitad de Bienes
Personales se coparticipa a las provincias y el rionegrino y sus téc
nicos aseguran que la exención que propone tiene un precario
impacto fiscal. En Cambiemos también están dispuestos a escucharlo.
El bloque justicialista cuenta con 24 miembros y entre 12 y 14 votarían
el presupuesto, motivados por los acuerdos de Rogelio Frigerio con los
gobernadores de Entre Ríos, Chaco, San Juan, Salta, Chubut y
Catamarca, entre otros.
A Cambiemos le alcanzan 11 aliados para tener la mayoría y ya conta
ría con el respaldo de otras fuerzas, como los dos misioneros, los
tres santiagueños (aunque el gobernador Gerardo Zamora suele jugar
a tener algún rebelde sin causa), los dos neuquinos y los salteños
María Viñuales y Juan Carlos Romero, dispersos en monobloques
pero siempre dispuestos a ayudar.
Con esa tranquilidad, Dujovne celebró su acuerdo con las provincias,
"con las que empezamos a trabajar en junio. Y excepto una (Santa
Cruz), tienen todas superávit fiscal y lograron ingresos de hasta 10
puntos por encima de sus gastos".
"Recibimos un gasto consolidado récord, con 30 por ciento de
pobres. Reducimos la mitad del déficit primario y bajamos un 20
el gasto en términos reales. Es algo inédito", se agrandó.
Su secretario de Hacienda, Rodrigo Pena, repasó los números en
filminas, con detalles del aumento de partidas para servicios socia
les y la baja en subsidios. Admitió que los intereses de deuda
crecen un 50% y la necesidad de financiamiento será mayor a 40
mil millones de dólares.
No imaginaba que el primer reproche le llegaría cuando mostró los
incrementos de la administración central y el Poder Legislativo es
por lejos el más vapuleado con sólo el 16% de incremento, muy
por debajo de la inflación.
"Es el poder del Estado que menos variación tiene y es el más
castigado", le enrostró Pichetto. Pena quiso justificar la mayor suba
de los gastos de presidencia en el traspaso de áreas, pero no lo
conformó.
Menos logró calmar al formoseño José Mayans, compañero de
Pichetto pero decidido a votar en contra si no media alguna nego
ciación de su gobernador Gildo Insfrán con Rogelio Frigerio, que
ya pareciera innecesaria.
Le achacó a Dujovne la fatídica conferencia de prensa del 28 de
diciembre, cuando cambiaron las variables del presupuesto de 2018
y provocaron una desconfianza en los mercados que nunca finalizó.
Y como presidente de la bicameral de seguimiento de la deuda,
informó que con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional
Argentina deberá más de 400 mil millones de dólares, casi el doble
que en 2015.
"La pesada herencia fue la de la Alianza. Nuestro Gobierno como
mucho dejó la deuda en 40% el PBI. Hablan todo el tiempo de los
últimos 70 años y tomaron la mayor deuda de los últimos 200".
"El presupuesto es un blanqueo del desastre que han hecho endeu
dándonos. ¡Hablan de que no emiten y duplicaron la base monetaria!
En 2015 el déficit era de 4, 5% e iba a las tarifas, o sea, a la gente. Y
ahora estamos pagando un presupuesto para pagar la usura en la
que nos metimos", atacó.
A su lado, Pichetto tomó el micrófono sorprendido porque nadie de
Cambiemos se apuraba en hablar. "¡No puede ser que no quieran
defender al Gobierno!", se indignó por el temor a su compañero.
Garantizo que habrá ley de presupuesto ("Lo peor que le puede pasar
al país es que no se apruebe", vaticinó), recordó que Cristina
Kirchner también cambiaba las partidas con DNUs, pero se subió a
la pelea de Mayans contra el aumento de la deuda.
"(El ex secretario de Hacienda) Sebastián Galiani estuvo tres meses
haciendo la reforma tributaria y se fue a Estados Unidos. No
aguantan la presión. (El ex presidente del Banco Central) Caputo
se fue con ataques de pánico, lo digo en términos metafóricos
. Pero malgastó los recursos del Banco Central", gritó el jefe del
justicialismo y no ahorró críticas contra Federico Sturzenegger,
"destinado a los capítulos más oscuros de la historia económica".
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