Por Marco Antonio Leiva / Durante el fin de semana se dieron defini
ciones sobre el armado del peronismo y, a partir de dichas definicio
nes, empezamos a tener algunas certezas sobre lo que irá sucedien
do a medida que avance el año electoral.
En la provincia de Córdoba, lo que sucedió con el candidato del Fren
te Córdoba Ciudadana, Pablo Carro, muestra la determinación del
movimiento de hacer, como dijera hace algunas semanas Aníbal Fer
nández, “unidad hasta que duela” para poder ganarle a Cambiemos
estas elecciones. Pero también es una señal a los sectores que otrora
se distanciaran del kirchnerismo por diferentes cuestiones que hoy,
a la vista de estos contundentes pasos al frente, parecieran ir por el
camino de la reparación.
La noticia de que Carro se bajara de la elección a dos días del lanza
miento de su candidatura generó gran revuelo en todo el arco político
ya que tanto propios como ajenos se vieron sorprendidos por la
repentina y, en apariencia, precoz decisión de abrirse en la versión
de Unidad Ciudadana de aquella provincia, que da lugar a que Schia
retti sea el candidato con mayores posibilidades efectivas de ganar la
gobernación. Y los motivos parecieran ser varios, aunque quien toma
la decisión final en esto es ni más ni menos que Cristina, quien se
comunicó directamente con Carro para darle las directivas en este
sentido.
Eso demuestra no sólo que Cristina está en todo —porque sigue atenta
mente cada movimiento a lo largo y ancho del país en busca de generar
los mayores consensos para ganar de punta a punta— sino también
nos habla de la determinación que tiene ella de optar por lo mejor en
cada situación en concordancia con todo el Partido Justicialista, de apo
yar sin miramientos a los candidatos del país que le disputen poder a
Macri. Esta estrategia, que pareciera ser parte de una nueva etapa no
sólo en la vida política de ella, sino de toda la Argentina de cara a un año
que será sin dudas de los más complicados y duros de las últimas déca
das. Es una muestra de movimientismo que hacía tiempo no veíamos en funcionamiento. El dejar de lado las diferencias para poder generar entre
todos un acuerdo amplio que tenga en cuenta la coyuntura regional y
el contexto socioeconómico, además del ánimo y de la cuestión cultural
en claro deterioro es volver a las fuentes del peronismo que pregona.
Recordando lo que decía Perón, que “nadie se realiza en una comunidad
que no se realiza”.
Este movimiento puso en evidencia el temor que existe en el oficialis
mo de que efectivamente el peronismo se organice y se ponga de
acuerdo en todo el territorio para ganar las elecciones: en el caso de
La Pampa y de Santa Fe ya tuvimos, aunque en instancias diferentes
, muestras contundentes de la unidad que a toda costa quería y quiere
evitar el gobierno nacional. Y luego de la derrota apabullante en la
provincia de Neuquén, lo cierto es que podemos hablar de buenas
perspectivas a medida que el año siga avanzando y los dirigentes
terminen de comprender la complejidad del escenario actual que
sólo el peronismo puede resolver en lo concreto. En Neuquén, no
olvidemos, el candidato de Cambiemos que había sido ganador hace
dos años terminó tercero cómodo y bastante por detrás del candidato
kirchnerista.
Pareciera ser que un despertar de la conciencia asoma en el país y
que la política vuelve a ser lo que siempre alimentamos quienes
estamos comprometidos con la transformación real de la Patria. La
política vuelve a ser la herramienta necesaria para hacer que el
pueblo sea justo, libre y soberano. Y a pesar de que la decisión de
Córdoba no cayó muy bien en un primer momento entre una parte
de los votantes de Cristina, lo cierto es que con el paso de las
horas la estrategia fue quedando más clara y el camino hacia una
victoria en la provincia que mayor apoyo tuvo hacia la actual
gobernación nacional es un punto de inflexión para lo que se viene
en el resto del país.
Los acuerdos dentro del partido parecieran ir todos en un mismo
sentido y sólo es cuestión de tiempo para que vayamos viendo los
resultados de cada decisión tomada según el espacio en que se
esté disputando el poder, lo que resta ahora (y es la clave para,
efectivamente, volver a ser gobierno) es la de persuadir no sólo al
electorado al que queremos volver a enamorar, sino también y fun
damentalmente a nuestra propia militancia para que no se pierda de
vista el objetivo, que es el de volver a ser gobierno a como dé lugar.
La crisis es lamentablemente tan profunda y la necesidad tan grande
que, más allá de nuestras preferencias personales, lo que impera es
poder tener nuevamente el poder en el Estado para empezar inmedia
tamente con la reconstrucción de la Patria que nos han venido a
robar. También conocimos en las últimas horas los índices de po
breza que registró la UCA y la profunda tristeza de confirmar que
hoy una tercera parte de los argentinos y argentinas sufre de
“pobreza multidimensional”, es decir, que no tiene satisfechas
ninguna de las necesidades que contemplan la vida integral de una
persona con dignidad y posibilidad de soñar, nos pone en un estado
de máxima ocupación en la tarea que asumimos de construir el pro
yecto que nos saque, de una vez y para siempre, de este infierno que
ya no podemos soportar más.
En una nota publicada en el Diario Perfil del último lunes, 25 de marzo,
el director del Observatorio de Deuda Social Agustín Salvia decía: “La
pobreza es mucho más amplia que la sola falta de ingresos y, por lo
tanto, no puede ser medida por un solo indicador. Significa no solo
insuficientes ingresos corrientes. Ser pobre multidimensional signifi
ca estar sometido a privaciones y exclusiones sociales que no se
limitan al nivel de ingresos”. Y agregó que el nuevo informe mues
tra “un agravamiento de la pobreza estructural y una ampliación de
la brecha de desigualdad”. Dentro del mismo informe, Salvia habla
también de cómo eso afecta emocionalmente a las personas, cuyo
efecto ha sido un fuerte aumento en los niveles de depresión y
ansiedad entre los pobres.
En vista de un panorama que no parece ir hacia ninguna mejora
sino todo lo contrario, no podemos detenernos en la marcha de la
construcción de la unidad, que es hoy la única manera que tene
mos de salir adelante y volver a soñar con un futuro mejor. Porque
ellos, los vendepatrias, vinieron a despojarnos de toda expectativa
y de toda felicidad, pero un pueblo que tiene memoria y que el pa
sado 24 de marzo demostró a lo largo de todo el país que el hambre
y el odio no se aguantan más, hoy también demuestra que sigue en
pie y luchando, a pesar de todo, por una Argentina en la que los
trabajadores vuelvan a ser los cimientos para la posteridad.
MARCO ANTONIO LEIVA
IDENTIDAD PERONISTA
MAR DEL PLATA
te Córdoba Ciudadana, Pablo Carro, muestra la determinación del
movimiento de hacer, como dijera hace algunas semanas Aníbal Fer
nández, “unidad hasta que duela” para poder ganarle a Cambiemos
estas elecciones. Pero también es una señal a los sectores que otrora
se distanciaran del kirchnerismo por diferentes cuestiones que hoy,
a la vista de estos contundentes pasos al frente, parecieran ir por el
camino de la reparación.
La noticia de que Carro se bajara de la elección a dos días del lanza
miento de su candidatura generó gran revuelo en todo el arco político
ya que tanto propios como ajenos se vieron sorprendidos por la
repentina y, en apariencia, precoz decisión de abrirse en la versión
de Unidad Ciudadana de aquella provincia, que da lugar a que Schia
retti sea el candidato con mayores posibilidades efectivas de ganar la
gobernación. Y los motivos parecieran ser varios, aunque quien toma
la decisión final en esto es ni más ni menos que Cristina, quien se
comunicó directamente con Carro para darle las directivas en este
sentido.
Eso demuestra no sólo que Cristina está en todo —porque sigue atenta
mente cada movimiento a lo largo y ancho del país en busca de generar
los mayores consensos para ganar de punta a punta— sino también
nos habla de la determinación que tiene ella de optar por lo mejor en
cada situación en concordancia con todo el Partido Justicialista, de apo
yar sin miramientos a los candidatos del país que le disputen poder a
Macri. Esta estrategia, que pareciera ser parte de una nueva etapa no
sólo en la vida política de ella, sino de toda la Argentina de cara a un año
que será sin dudas de los más complicados y duros de las últimas déca
das. Es una muestra de movimientismo que hacía tiempo no veíamos en funcionamiento. El dejar de lado las diferencias para poder generar entre
todos un acuerdo amplio que tenga en cuenta la coyuntura regional y
el contexto socioeconómico, además del ánimo y de la cuestión cultural
en claro deterioro es volver a las fuentes del peronismo que pregona.
Recordando lo que decía Perón, que “nadie se realiza en una comunidad
que no se realiza”.
Este movimiento puso en evidencia el temor que existe en el oficialis
mo de que efectivamente el peronismo se organice y se ponga de
acuerdo en todo el territorio para ganar las elecciones: en el caso de
La Pampa y de Santa Fe ya tuvimos, aunque en instancias diferentes
, muestras contundentes de la unidad que a toda costa quería y quiere
evitar el gobierno nacional. Y luego de la derrota apabullante en la
provincia de Neuquén, lo cierto es que podemos hablar de buenas
perspectivas a medida que el año siga avanzando y los dirigentes
terminen de comprender la complejidad del escenario actual que
sólo el peronismo puede resolver en lo concreto. En Neuquén, no
olvidemos, el candidato de Cambiemos que había sido ganador hace
dos años terminó tercero cómodo y bastante por detrás del candidato
kirchnerista.
Pareciera ser que un despertar de la conciencia asoma en el país y
que la política vuelve a ser lo que siempre alimentamos quienes
estamos comprometidos con la transformación real de la Patria. La
política vuelve a ser la herramienta necesaria para hacer que el
pueblo sea justo, libre y soberano. Y a pesar de que la decisión de
Córdoba no cayó muy bien en un primer momento entre una parte
de los votantes de Cristina, lo cierto es que con el paso de las
horas la estrategia fue quedando más clara y el camino hacia una
victoria en la provincia que mayor apoyo tuvo hacia la actual
gobernación nacional es un punto de inflexión para lo que se viene
en el resto del país.
Los acuerdos dentro del partido parecieran ir todos en un mismo
sentido y sólo es cuestión de tiempo para que vayamos viendo los
resultados de cada decisión tomada según el espacio en que se
esté disputando el poder, lo que resta ahora (y es la clave para,
efectivamente, volver a ser gobierno) es la de persuadir no sólo al
electorado al que queremos volver a enamorar, sino también y fun
damentalmente a nuestra propia militancia para que no se pierda de
vista el objetivo, que es el de volver a ser gobierno a como dé lugar.
La crisis es lamentablemente tan profunda y la necesidad tan grande
que, más allá de nuestras preferencias personales, lo que impera es
poder tener nuevamente el poder en el Estado para empezar inmedia
tamente con la reconstrucción de la Patria que nos han venido a
robar. También conocimos en las últimas horas los índices de po
breza que registró la UCA y la profunda tristeza de confirmar que
hoy una tercera parte de los argentinos y argentinas sufre de
“pobreza multidimensional”, es decir, que no tiene satisfechas
ninguna de las necesidades que contemplan la vida integral de una
persona con dignidad y posibilidad de soñar, nos pone en un estado
de máxima ocupación en la tarea que asumimos de construir el pro
yecto que nos saque, de una vez y para siempre, de este infierno que
ya no podemos soportar más.
En una nota publicada en el Diario Perfil del último lunes, 25 de marzo,
el director del Observatorio de Deuda Social Agustín Salvia decía: “La
pobreza es mucho más amplia que la sola falta de ingresos y, por lo
tanto, no puede ser medida por un solo indicador. Significa no solo
insuficientes ingresos corrientes. Ser pobre multidimensional signifi
ca estar sometido a privaciones y exclusiones sociales que no se
limitan al nivel de ingresos”. Y agregó que el nuevo informe mues
tra “un agravamiento de la pobreza estructural y una ampliación de
la brecha de desigualdad”. Dentro del mismo informe, Salvia habla
también de cómo eso afecta emocionalmente a las personas, cuyo
efecto ha sido un fuerte aumento en los niveles de depresión y
ansiedad entre los pobres.
En vista de un panorama que no parece ir hacia ninguna mejora
sino todo lo contrario, no podemos detenernos en la marcha de la
construcción de la unidad, que es hoy la única manera que tene
mos de salir adelante y volver a soñar con un futuro mejor. Porque
ellos, los vendepatrias, vinieron a despojarnos de toda expectativa
y de toda felicidad, pero un pueblo que tiene memoria y que el pa
sado 24 de marzo demostró a lo largo de todo el país que el hambre
y el odio no se aguantan más, hoy también demuestra que sigue en
pie y luchando, a pesar de todo, por una Argentina en la que los
trabajadores vuelvan a ser los cimientos para la posteridad.
MARCO ANTONIO LEIVA
IDENTIDAD PERONISTA
MAR DEL PLATA
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