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martes, 23 de abril de 2019

En el Gobierno creen que la causa contra Stornelli la armó el ex espía Pocino

Es un histórico de la ex Side, de buena relación con Cristina Kirchner. 
Los extraños movimientos de D'Alessio y la esperanza en el fiscal Curi.
El senador Marino junto al titular de la AFI, Gustavo Arribas.
En la Casa Rosada no tienen dudas: la causa sobre espionaje ilegal 
que lleva adelante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, fue
 fabricada por ex funcionarios de Cristina Kirchner y servicios de
 inteligencia enfrentados a la actual gestión.
Apuntan a Fernando Pocino, ex director de Reunión de la ex Side y
 rival interno de Jaime Stiuso, el mítico espía que trabajó para los pre
sidentes de turno por cuatro décadas hasta que se enfrentó con la 
actual senadora por el memorándum con Irán.
Pocino se mantuvo fiel a Cristina, a quien conocía de su anterior etapa
 como legisladora, y con la llegada de Mauricio Macri poco tuvo que
 hacer en la AFI de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. Como tantos
 agentes tomó rumbo desconocido.
Los operadores judiciales de Macri creen que sólo él pudo hilvanar la 
historia que reconstruyó Ramos Padilla y logró dejar contra las cuer
das al fiscal Carlos Stornelli y destapar el sistema de espionaje ilegal 
que se habría montando en la actual administración para espiar a 
opositores, pero también a dirigentes oficialista como la gobernadora 
María Eugenia Vidal.
Sin embargo, los conocedores de la ex Side no imaginan a Pocino 
capaz de un trabajo tan riguroso porque nunca siguió de cerca la
 tarea de jueces y fiscales. 

Sospechan que para vincularlo el Gobierno se basará en algunas 
conversaciones del falso abogado Marcelo D'Alessio con el fiscal Car
los Stornelli, en las que menciona a Pocino y al ex espía "Patricio", 
otra figura repetida en los relatos de inteligencia local. "Sí los conozco", 
le habría respondido el fiscal a D´Alessio cuando el falso abogado lo
 consultaba sobre los espías. 
D'Alessio aún causa intrigas en el macrismo, porque su declaración 
ante la justicia fue breve y ni siquiera se esforzó por ensayar una
 defensa sólida. Además, aseguran que estaba informado que allana
rían su domicilio y sin embargo no se preocupó en esconder el
 material sensible que nutrió la causa.

En el kirchnerismo justifican su impericia en que esperaba a un juez
 de Lomas de Zamora de su confianza y no a Ramos Padilla, cercano
 a Horacio Verbitsky, con mucha experiencia tribunalicia y encarga
do de difundir los pormenores de la causa en su sitio web.
En su visita a la bicameral de inteligencia, para intentar despegarse
 de la red de espionaje ilegal Majdalani acusó al diputado kirchneri
sta Rodolfo Tailhade de ser el jefe real del ex espía Rolando "Rolo" 
Barreiro, detenido por caminar las calles con D'Alessio y sus socios
 de turno. 
Barreiro llegó a la ex Side en 2002 y renunció en 2016 para asociarse
 al falso abogado y a otros ex agentes, según su propio relato ante 
Ramos Padilla.  Tailhade fue su jefe entre febrero y junio de 2015, 
pero asegura que no lo conoció, como tampoco a la mayoría de los
 400 espías que tuvo a cargo. 
En su declaración en Dolores, el fiscal de Mercedes Juan Ignacio 
Bidone, otro de los implicados en la red, relató que Barreiro se le 
presentó en junio de 2016 como enviado de la AFI dispuesto a
 colaborar con su investigación del triple crimen de General Rodrí
guez. Majdalani y Arribas lo habían recibido unos meses antes
 pidiéndolo información sobre ese expediente, en el que su actua
ción habría dejado mucho que desear.
Los jefes de la ex Side tienen otra urgencia: Pablo Pinamonti, jefe de Asuntos Internos de la AFI y cercano a Daniel Angelici, podría complicarlos si Ramos Padilla lo cita a declarar. De él dependía el ex comisario Ricardo Bogoliuk cuando ingresó a la AFI y coordinó las bases del Conurbano que espiaron a Vidal.  Es uno de los detenidos por participar de la red de espionaje ilegal. Pinamonti ya dejó trascender que si se complica su situación judicial dirá que cumplía órdenes de Majdalani.


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