De Martín Fierro a D'Alessio, los casos más resonantes que se
juzgaron en Dolores.
esde Martín Fierro a Marcelo D’Alessio, desde las monjas francesas
y otras víctimas de los vuelos de la muerte hasta el asesinato de
José Luis Cabezas, por los tribunales de Dolores han pasado nume
rosos casos de resonancia nacional. En todos ellos, un tranquilo
juzgado terminó produciendo noticias que repercutieron poderosa
mente en todo el país y generaron movimientos políticos de
importancia.
y otras víctimas de los vuelos de la muerte hasta el asesinato de
José Luis Cabezas, por los tribunales de Dolores han pasado nume
rosos casos de resonancia nacional. En todos ellos, un tranquilo
juzgado terminó produciendo noticias que repercutieron poderosa
mente en todo el país y generaron movimientos políticos de
importancia.
MARTÍN FIERRO
Aunque seguramente no tenía ni idea de lo que pasaría después
con su decisión, lo cierto es que en 1866 fue el juez en lo criminal
de Dolores Joaquín Cueto el que condenó a un gaucho llamado
Melitón Fierro por heridas leves en riña al servicio militar compulsi
vo en la zona de Azul. Esta historia fue la base de uno de los libros
políticos más potentes de la historia argentina –junto, quizás, con
su contrapartida, Facundo- con el que José Hernández basó su
denuncia contra el entonces presidente Domingo Sarmiento. Pero
no es necesario irse tan lejos. Con la vuelta de la democracia
surgieron casos que se viralizaron (sin redes sociales) por todo el país.
con su decisión, lo cierto es que en 1866 fue el juez en lo criminal
de Dolores Joaquín Cueto el que condenó a un gaucho llamado
Melitón Fierro por heridas leves en riña al servicio militar compulsi
vo en la zona de Azul. Esta historia fue la base de uno de los libros
políticos más potentes de la historia argentina –junto, quizás, con
su contrapartida, Facundo- con el que José Hernández basó su
denuncia contra el entonces presidente Domingo Sarmiento. Pero
no es necesario irse tan lejos. Con la vuelta de la democracia
surgieron casos que se viralizaron (sin redes sociales) por todo el país.
LOS VUELOS DE LA MUERTE
A 20 días de la asunción de Raúl Alfonsín a la presidencia, en 1983,
el juez Agustín Villasol se presentó en el cementerio de General
Lavalle para supervisar las tareas de exhumación que había ordena
do en una fosa donde había, se sospechaba, una treintena de cadá
veres enterrados como NN. Estos cuerpos habían sido encontrados
en la Costa Atlántica, con claros signos de tortura. Luego se estable
ció que habían sido arrojados desde aviones, todavía vivos. Entre
otros, se identificaron los cuerpos de las madres de Plaza de Mayo:
Azucena Villaflor, Esther Ballestrino y María Ponce y el de la religio
sa francesa Leonie Duquet. En 1995, el ex capitán de la Armada,
Alfredo Scilingo, admitió en una entrevista periodística que había
participado de esos crímenes y que se trataban de una práctica
habitual en aquella época. “Los arrojábamos al mar desnudos, uno
por uno, de 15 a 20 cada miércoles”, luego de ser adormecidos
por médicos. Scilingo fue condenado en 2007 por el juez español
Baltasar Garzón a 1.084 años de prisión tras ser hallado culpable
de crímenes contra la humanidad cometidos en la Argentina.
el juez Agustín Villasol se presentó en el cementerio de General
Lavalle para supervisar las tareas de exhumación que había ordena
do en una fosa donde había, se sospechaba, una treintena de cadá
veres enterrados como NN. Estos cuerpos habían sido encontrados
en la Costa Atlántica, con claros signos de tortura. Luego se estable
ció que habían sido arrojados desde aviones, todavía vivos. Entre
otros, se identificaron los cuerpos de las madres de Plaza de Mayo:
Azucena Villaflor, Esther Ballestrino y María Ponce y el de la religio
sa francesa Leonie Duquet. En 1995, el ex capitán de la Armada,
Alfredo Scilingo, admitió en una entrevista periodística que había
participado de esos crímenes y que se trataban de una práctica
habitual en aquella época. “Los arrojábamos al mar desnudos, uno
por uno, de 15 a 20 cada miércoles”, luego de ser adormecidos
por médicos. Scilingo fue condenado en 2007 por el juez español
Baltasar Garzón a 1.084 años de prisión tras ser hallado culpable
de crímenes contra la humanidad cometidos en la Argentina.
TODO POR UN JARRÓN
En 1996, el juez federal de Dolores, Hernán Bernasconi, buscaba
investigar una red de narcotraficantes que tendrían en su organi
zación nombres de alto impacto mediático. Desde su juzgado se
ordenó la detención del futbolista Alberto “Conejo” Tarantini y de
Guillermo Coppola, entonces representante de Diego Maradona.
En torno de este caso se montó un show mediático que tenía como
figura central al juez –se recuerdan hoy sus conferencias de
prensa diarias en la puerta del juzgado- pero también a sus policías
“de elite” y a una serie de jóvenes mujeres que llenaron de asombro
a los dolorenses y poblaron los programas de chimentos de la tele.
En el allanamiento a Coppola, se secuestró un jarrón donde habría
habido droga, el que pasó a ser símbolo de un caso que marcó la
farandulización de la Justicia en tiempos de menemismo explícito y
pizza con champán.
investigar una red de narcotraficantes que tendrían en su organi
zación nombres de alto impacto mediático. Desde su juzgado se
ordenó la detención del futbolista Alberto “Conejo” Tarantini y de
Guillermo Coppola, entonces representante de Diego Maradona.
En torno de este caso se montó un show mediático que tenía como
figura central al juez –se recuerdan hoy sus conferencias de
prensa diarias en la puerta del juzgado- pero también a sus policías
“de elite” y a una serie de jóvenes mujeres que llenaron de asombro
a los dolorenses y poblaron los programas de chimentos de la tele.
En el allanamiento a Coppola, se secuestró un jarrón donde habría
habido droga, el que pasó a ser símbolo de un caso que marcó la
farandulización de la Justicia en tiempos de menemismo explícito y
pizza con champán.
Como resultado de todo, Bernasconi fue procesado como jefe de
una banda que se dedicaba a inventar causas por drogas contra
gente famosa, huyó a Brasil donde estuvo prófugo hasta que se lo
capturó y se lo condenó, en 2002, a 9 años y 6 meses de prisión.
Como miembros de esa asociación ilícita también fueron condena
dos el secretario del juzgado, Roberto Schlagel, y los ex policías de
su "grupo de elite" Daniel Diamante, Antonio Gerace y Carlos
Gómez. Todos ellos cumplieron sus condenas.
una banda que se dedicaba a inventar causas por drogas contra
gente famosa, huyó a Brasil donde estuvo prófugo hasta que se lo
capturó y se lo condenó, en 2002, a 9 años y 6 meses de prisión.
Como miembros de esa asociación ilícita también fueron condena
dos el secretario del juzgado, Roberto Schlagel, y los ex policías de
su "grupo de elite" Daniel Diamante, Antonio Gerace y Carlos
Gómez. Todos ellos cumplieron sus condenas.
LA REBELIÓN DE LOS NUTRIEROS
El 20 de abril de 1996, Cristian Cicovicci fue asesinado de un
balazo mientras estaba nutriando con dos amigos. Tenía 18
años y, por esas épocas, la venta de cueros de nutria era una
forma de paliar la crisis que estallaría en 2001. Lo mató un
oficial de policía, Oscar Cuello, en un campo de Pila, y los que
estallaron fueron los amigos de Cristian: cuando lo bajaron
del patrullero en los Tribunales intentaron lincharlo y se salvó
porque los policías que lo llevaban lograron esconderlo en
un baño del edificio. En el pueblo se conoció este hecho
como “la rebelión de los nutrieros”. Según se comprobó,
Cuello intentó robarle los cueros y, ante la negativa del joven,
le disparó en la cabeza. También quedó demostrada la práctica
habitual de robar por parte de la bonaerense. En principio, se le
dio una condena de 10 años de prisión que luego se conmutó a
seis años. Casación revisó esta medida y lo condenó a una pena
de 15 años.
balazo mientras estaba nutriando con dos amigos. Tenía 18
años y, por esas épocas, la venta de cueros de nutria era una
forma de paliar la crisis que estallaría en 2001. Lo mató un
oficial de policía, Oscar Cuello, en un campo de Pila, y los que
estallaron fueron los amigos de Cristian: cuando lo bajaron
del patrullero en los Tribunales intentaron lincharlo y se salvó
porque los policías que lo llevaban lograron esconderlo en
un baño del edificio. En el pueblo se conoció este hecho
como “la rebelión de los nutrieros”. Según se comprobó,
Cuello intentó robarle los cueros y, ante la negativa del joven,
le disparó en la cabeza. También quedó demostrada la práctica
habitual de robar por parte de la bonaerense. En principio, se le
dio una condena de 10 años de prisión que luego se conmutó a
seis años. Casación revisó esta medida y lo condenó a una pena
de 15 años.
NO SE OLVIDEN DE CABEZAS
El 25 de enero de 1997, el fotógrafo José Luis Cabezas fue
encontrado asesinado en un campo de General Madariaga, en
el camino que recorría habitualmente el entonces gobernador
Eduardo Duhalde cuando iba a pescar. La investigación cayó
en manos del juzgado de José Luis Macchi y poco a poco
empezó a revelar una trama sórdida en la que se entretejían la
policía, la política y los intereses empresariales. El poderoso
empresario Alfredo Yabrán se suicidó en mayo de 1998 cuando
se enteró que lo habían procesado como instigador del crimen.
encontrado asesinado en un campo de General Madariaga, en
el camino que recorría habitualmente el entonces gobernador
Eduardo Duhalde cuando iba a pescar. La investigación cayó
en manos del juzgado de José Luis Macchi y poco a poco
empezó a revelar una trama sórdida en la que se entretejían la
policía, la política y los intereses empresariales. El poderoso
empresario Alfredo Yabrán se suicidó en mayo de 1998 cuando
se enteró que lo habían procesado como instigador del crimen.
Por este caso, se desnudó la guerra entre la Casa Rosada y la
gobernación bonaerense, cayeron ministros como Elías Jassan,
titular de Justicia de Carlos Menem, de estrecha vinculación con
Yabrán, pero sobre todo, se puso en evidencia la trama criminal
de lo que luego se dio en llamar “la maldita policía”: la Bonae
rense encabezada entonces por Pedro Anastasio Klodczyk. Un
policía, Gustavo Prellezo, fue condenado como coautor del hecho,
al igual que el comisario de Pinamar, Alberto “Liebre” Gómez,
responsable de liberar la zona para el asesinato.
gobernación bonaerense, cayeron ministros como Elías Jassan,
titular de Justicia de Carlos Menem, de estrecha vinculación con
Yabrán, pero sobre todo, se puso en evidencia la trama criminal
de lo que luego se dio en llamar “la maldita policía”: la Bonae
rense encabezada entonces por Pedro Anastasio Klodczyk. Un
policía, Gustavo Prellezo, fue condenado como coautor del hecho,
al igual que el comisario de Pinamar, Alberto “Liebre” Gómez,
responsable de liberar la zona para el asesinato.
CONMOCIÓN EN CHASCOMÚS
Raúl Alfonsín estaba haciendo campaña en su pueblo, Chascomús,
la noche del 28 de septiembre de 1997, cuando en la comisaría a
algunos policías, entre ellos el jefe de calle Fermín Basualdo, un
pibe de 16 años que habían levantado cerca de allí “se les fue”
en medio de una golpiza. Los policías tiraron su cadáver junto a
las vías para intentar simular –demasiado burdamente, como se
demostró después- un accidente. Toda la comunidad reclamó el
esclarecimiento del hecho que la justicia de Dolores tardó años
en recaratular como un caso de torturas y homicidio. La protec
ción a la policía fue notable; la iglesia chascomunense se puso
al frente del reclamo, incluso en la figura del obispo Juan Carlos
Maccarone, que luego, en Santiago del Estero, se vio envuelto en
un confuso episodio con videos de su vida privada. Recién en
2014 se condenó a Basualdo por el crimen y ahora se prepara el
juicio oral para el titular de la comisaría Tomás Freites. La muerte
de Emilio Blanco fue otro más de los hechos de gatillo fácil de la
maldita policía bonaerense.
la noche del 28 de septiembre de 1997, cuando en la comisaría a
algunos policías, entre ellos el jefe de calle Fermín Basualdo, un
pibe de 16 años que habían levantado cerca de allí “se les fue”
en medio de una golpiza. Los policías tiraron su cadáver junto a
las vías para intentar simular –demasiado burdamente, como se
demostró después- un accidente. Toda la comunidad reclamó el
esclarecimiento del hecho que la justicia de Dolores tardó años
en recaratular como un caso de torturas y homicidio. La protec
ción a la policía fue notable; la iglesia chascomunense se puso
al frente del reclamo, incluso en la figura del obispo Juan Carlos
Maccarone, que luego, en Santiago del Estero, se vio envuelto en
un confuso episodio con videos de su vida privada. Recién en
2014 se condenó a Basualdo por el crimen y ahora se prepara el
juicio oral para el titular de la comisaría Tomás Freites. La muerte
de Emilio Blanco fue otro más de los hechos de gatillo fácil de la
maldita policía bonaerense.
LA BANDA DE LOS SEGUROS
En el año 2000 fueron detenidos, por orden de la Fiscalía a cargo
de Claudia Castro, los integrantes de un grupo que actuaba entre
Balcarce, Mar del Plata y Avellaneda con un modus operandi muy
particular: armaban carpetas bancarias, pedían créditos, sacaban
tarjetas y tomaban seguros de vida por miles de dólares a nombre
de personas de muy bajos recursos y luego los asesinaban para
cobrar esos seguros.
de Claudia Castro, los integrantes de un grupo que actuaba entre
Balcarce, Mar del Plata y Avellaneda con un modus operandi muy
particular: armaban carpetas bancarias, pedían créditos, sacaban
tarjetas y tomaban seguros de vida por miles de dólares a nombre
de personas de muy bajos recursos y luego los asesinaban para
cobrar esos seguros.
La particular manera de actuar de la banda representó de manera
muy clara los efectos de un país sumido en la bicicleta financiera.
En 2003 Daniel Stédile y Jorge Fernando Gugliermetti fueron con
denados a reclusión perpetua, el abogado Osvaldo Mairal y Héctor
Noble recibieron prisión perpetua y a Marisa Espinosa, espo
a del último, se le aplicó la pena de cuatro años y cuatro meses
de cárcel.
muy clara los efectos de un país sumido en la bicicleta financiera.
En 2003 Daniel Stédile y Jorge Fernando Gugliermetti fueron con
denados a reclusión perpetua, el abogado Osvaldo Mairal y Héctor
Noble recibieron prisión perpetua y a Marisa Espinosa, espo
a del último, se le aplicó la pena de cuatro años y cuatro meses
de cárcel.
UN MISTERIO SIN RESOLVER
El 25 de octubre de 2001, Rubén Darío Jerez fue visto por última
vez en una esquina de Santa Teresita. Después, todo fue como
si se lo hubiese tragado la tierra. En 2013, se juzgó a una serie de
personas, algunas relacionadas con el gobierno municipal del
radical Guillermo Magadán, por encubrimiento. Todos fueron ab
sueltos por el tribunal dolorense. Posteriormente, Casación ordenó
la realización de un nuevo juicio, pero la defensa de los imputados
logró la prescripción de la causa por encubrimiento. En octubre del
año pasado, el fiscal Diego Benzi consiguió recursos para dar
nuevo impulso a la causa principal, por la averiguación de qué fue
lo que pasó con Jerez y por qué, durante 17 años, solo ha habido
silencio en torno a él.
vez en una esquina de Santa Teresita. Después, todo fue como
si se lo hubiese tragado la tierra. En 2013, se juzgó a una serie de
personas, algunas relacionadas con el gobierno municipal del
radical Guillermo Magadán, por encubrimiento. Todos fueron ab
sueltos por el tribunal dolorense. Posteriormente, Casación ordenó
la realización de un nuevo juicio, pero la defensa de los imputados
logró la prescripción de la causa por encubrimiento. En octubre del
año pasado, el fiscal Diego Benzi consiguió recursos para dar
nuevo impulso a la causa principal, por la averiguación de qué fue
lo que pasó con Jerez y por qué, durante 17 años, solo ha habido
silencio en torno a él.
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