pánico entre los integrantes de su Gobierno. “Hay que gestionar el
terror. Hoy estamos en el peor de los mundos, pero si todos esta
mos tranquilos el lobo no va a venir”, le escucharon decir esta
semana
Los vecinos de la avenida Las Heras se habían desacostumbrado a
los movimientos de la custodia presidencial, pero hace un tiempo
Mauricio Macri volvió a frecuentar la zona con regularidad. En estas
visitas no hay mates ni medialunas, tampoco videos para Instagram
con anuncios electorales. Son encuentros del más estricto ámbito
privado. Allí atiende su psicoanalista Jorge Ahumada, el hombre que
bucea desde años en las profundidades de la cabeza del Presidente.
los movimientos de la custodia presidencial, pero hace un tiempo
Mauricio Macri volvió a frecuentar la zona con regularidad. En estas
visitas no hay mates ni medialunas, tampoco videos para Instagram
con anuncios electorales. Son encuentros del más estricto ámbito
privado. Allí atiende su psicoanalista Jorge Ahumada, el hombre que
bucea desde años en las profundidades de la cabeza del Presidente.
Temas para el análisis no faltan. En estos días de sinsabores económi
cos e incertidumbre política nada parece ser suficiente para calmar
ansiedades: ni el deporte, ni los partidos de Boca por televisión (con
duras críticas a Wanchope Abila), ni las charlas más íntimas con su
amigo Nicolás Caputo.
cos e incertidumbre política nada parece ser suficiente para calmar
ansiedades: ni el deporte, ni los partidos de Boca por televisión (con
duras críticas a Wanchope Abila), ni las charlas más íntimas con su
amigo Nicolás Caputo.
Macri intenta mostrar calma para evitar que se extienda el pánico
entre los integrantes de su Gobierno. "Hay que gestionar el terror.
Hoy estamos en el peor de los mundos, pero si todos estamos
tranquilos el lobo no va a venir", le escucharon decir esta semana.
Pero en cada encuentro el Presidente no se preocupa demasiado
por ocultar cuál es su verdadera obsesión. Más allá de lo que mu
chos podrían pensar, no es derrotar a Cristina Kirchner ("el lobo"),
aunque eso sea indispensable para lograr lo que hoy le quita el
sueño. Se trata de demostrarles a los argentinos que lo votaron en
2015, demostrarse a él y -sin querer entrar en el terreno del doctor
Ahumada- probablemente también a su padre ya muerto, que no
fracasó. Que si no pudo realizar los cambios que se había propues
to no fue por incapacidad sino por una sucesión de contratiempos
que surgieron en forma imprevista. Eso es lo que piensa el Presiden
te y lo que repite cada vez que puede. Pero no hay mejor forma de
resumirlo que con una frase que utilizó el propio Macri en estos días
frente a distintos interlocutores: "No soy ningún boludo".
entre los integrantes de su Gobierno. "Hay que gestionar el terror.
Hoy estamos en el peor de los mundos, pero si todos estamos
tranquilos el lobo no va a venir", le escucharon decir esta semana.
Pero en cada encuentro el Presidente no se preocupa demasiado
por ocultar cuál es su verdadera obsesión. Más allá de lo que mu
chos podrían pensar, no es derrotar a Cristina Kirchner ("el lobo"),
aunque eso sea indispensable para lograr lo que hoy le quita el
sueño. Se trata de demostrarles a los argentinos que lo votaron en
2015, demostrarse a él y -sin querer entrar en el terreno del doctor
Ahumada- probablemente también a su padre ya muerto, que no
fracasó. Que si no pudo realizar los cambios que se había propues
to no fue por incapacidad sino por una sucesión de contratiempos
que surgieron en forma imprevista. Eso es lo que piensa el Presiden
te y lo que repite cada vez que puede. Pero no hay mejor forma de
resumirlo que con una frase que utilizó el propio Macri en estos días
frente a distintos interlocutores: "No soy ningún boludo".
El líder de Cambiemos convive desde hace un tiempo con la idea de
que puede perder las próximas elecciones presidenciales. Y Macri
no está acostumbrado ni preparado para perder. En sus 16 años de
carrera política sólo sufrió una derrota: en el ballotage por la jefatu
ra de Gobierno porteño ante Aníbal Ibarra (la primera vuelta contra
Daniel Scioli en 2015 fue considerada un triunfo) y hay quienes toda
vía recuerdan su cara desfigurada la mañana del 15 de septiembre
de 2003.
que puede perder las próximas elecciones presidenciales. Y Macri
no está acostumbrado ni preparado para perder. En sus 16 años de
carrera política sólo sufrió una derrota: en el ballotage por la jefatu
ra de Gobierno porteño ante Aníbal Ibarra (la primera vuelta contra
Daniel Scioli en 2015 fue considerada un triunfo) y hay quienes toda
vía recuerdan su cara desfigurada la mañana del 15 de septiembre
de 2003.
En su libro Sinceramente Cristina Kirchner intentó explicar lo inex
plicable: que no le entregó la banda presidencial a su sucesor por
que lo consideraba una rendición. No hay ningún motivo para supo
ner que Macri pudiera negarse a participar del traspaso de mando,
pero quienes lo conocen bien saben que para él también sería una
humillación.
plicable: que no le entregó la banda presidencial a su sucesor por
que lo consideraba una rendición. No hay ningún motivo para supo
ner que Macri pudiera negarse a participar del traspaso de mando,
pero quienes lo conocen bien saben que para él también sería una
humillación.
El Presidente volvió a jugar al pádel pese a que arrastra dolores en
una de sus rodillas y en la cintura. La última semana fue la menos
mala de las peores. El lunes en la Casa Rosada se respiró alivio por
la reacción de los mercados frente a los anuncios del Banco Central
para controlar el dólar. El viernes, en la quinta de Olivos, se vivió
cierto entusiasmo ante las repercusiones por la búsqueda de los
10 puntos de consenso con la oposición. Se trata de una propuesta
que venía impulsando el radical Ernesto Sanz. "Si yo fuera el PJ no
K en lugar de esperar a que se caiga todo trataría de salvar a todo
el arco no kirchnerista proponiendo un gran acuerdo. Para el oficia
lismo ya es más difícil convocarlo", había transmitido en privado.
Parece que lo escucharon.
una de sus rodillas y en la cintura. La última semana fue la menos
mala de las peores. El lunes en la Casa Rosada se respiró alivio por
la reacción de los mercados frente a los anuncios del Banco Central
para controlar el dólar. El viernes, en la quinta de Olivos, se vivió
cierto entusiasmo ante las repercusiones por la búsqueda de los
10 puntos de consenso con la oposición. Se trata de una propuesta
que venía impulsando el radical Ernesto Sanz. "Si yo fuera el PJ no
K en lugar de esperar a que se caiga todo trataría de salvar a todo
el arco no kirchnerista proponiendo un gran acuerdo. Para el oficia
lismo ya es más difícil convocarlo", había transmitido en privado.
Parece que lo escucharon.
Macri también tiene necesidad de que lo escuchen. "Está frustrado",
le dijo a Infobae un funcionario de la Jefatura de Gabinete. Y contó
que esta semana lo oyó lamentarse: "A veces siento que creen que
uno está acá al pedo todo el día". El Presidente se queja de que
muchos de los que lo visitan le
proponen soluciones que el califica como mágicas, como si las cosas
fueran tan simples. Está convencido de que el Fondo Monetario nunca
hubiera accedido a acordar con la Argentina sin la presión de los prin
cipales países del mundo. Y reconoce que fue Guido Sandleris, a partir
de la confianza que generó con los técnicos del FMI, quien obtuvo la
autorización para que el Central pueda vender dólares cuando lo con
sidere oportuno.
le dijo a Infobae un funcionario de la Jefatura de Gabinete. Y contó
que esta semana lo oyó lamentarse: "A veces siento que creen que
uno está acá al pedo todo el día". El Presidente se queja de que
muchos de los que lo visitan le
proponen soluciones que el califica como mágicas, como si las cosas
fueran tan simples. Está convencido de que el Fondo Monetario nunca
hubiera accedido a acordar con la Argentina sin la presión de los prin
cipales países del mundo. Y reconoce que fue Guido Sandleris, a partir
de la confianza que generó con los técnicos del FMI, quien obtuvo la
autorización para que el Central pueda vender dólares cuando lo con
sidere oportuno.
En el Gobierno creen que esa medida, sumada a los anuncios de los
precios congelados, comenzó a revertir el mal clima que había empe
zado a amenazar a Cambiemos. Pero reconocen que la incertidumbre
no termina acá ni mucho menos. Seguirá, suponen, al menos hasta
el 22 de junio, fecha límite para la presentación de las candidaturas.
En la Casa Rosada son mayoría los que creen que Cristina Kirchner
será candidata. Eso los entusiasma porque entienden que Macri la de
rrotaría en un ballotage y los preocupa porque mantiene en estado de
alteración permanente a los mercados.
precios congelados, comenzó a revertir el mal clima que había empe
zado a amenazar a Cambiemos. Pero reconocen que la incertidumbre
no termina acá ni mucho menos. Seguirá, suponen, al menos hasta
el 22 de junio, fecha límite para la presentación de las candidaturas.
En la Casa Rosada son mayoría los que creen que Cristina Kirchner
será candidata. Eso los entusiasma porque entienden que Macri la de
rrotaría en un ballotage y los preocupa porque mantiene en estado de
alteración permanente a los mercados.
El Presidente y su equipo repiten que la inflación terminará cediendo.
Se basan, aunque no suene científico, en la ley de gravedad: al igual
que el resto de los objetos tirados al aire, en algún momento terminará
cayendo. ¿La inflación de abril volverá a estar arriba del 4 por ciento?
"Vamos a ver, vamos a ver", fue la respuesta enigmática de quienes a
esta altura ya tendrían indicios del número más temido. No termina de
quedar claro si juegan al misterio porque tienen algún dato favorable
o volverán a sorprenderse como les ocurrió el mes pasado con el 4,7
por ciento.
Se basan, aunque no suene científico, en la ley de gravedad: al igual
que el resto de los objetos tirados al aire, en algún momento terminará
cayendo. ¿La inflación de abril volverá a estar arriba del 4 por ciento?
"Vamos a ver, vamos a ver", fue la respuesta enigmática de quienes a
esta altura ya tendrían indicios del número más temido. No termina de
quedar claro si juegan al misterio porque tienen algún dato favorable
o volverán a sorprenderse como les ocurrió el mes pasado con el 4,7
por ciento.
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