El revés electoral dejó a Juntos por el Cambio al borde del abismo,
y los radicales plantean cortarse solos en octubre. El futuro incierto
de la alianza después del 10 de diciembre y el pase de facturas
y los radicales plantean cortarse solos en octubre. El futuro incierto
de la alianza después del 10 de diciembre y el pase de facturas
a un tema de los Fabulosos Cadillacs, podría atribuírsele a un
sector de la Unión Cívica Radical que, en los últimos meses, advirtió
sobre los efectos que tendrían las medidas económicas que el
Gobierno llevó adelante, sin consultar a su partido durante todo el
mandato. Las quejas incluyen, además, el pase de facturas para la
conducción nacional de Alfredo Cornejo, y la provincial, de Daniel
Salvador.
La durísima derrota de Juntos por el Cambio en las urnas les dio la
razón a aquellos boinas blancas que despotricaban contra Mauri
cio Macri y su gabinete, aunque, estiman, ya es demasiado tarde.
En tanto, a las conducciones partidarias les cuestionan la falta de
firmeza a la hora de participar de las decisiones importantes y haber
cedido espacios de poder.
Cabe apenas recordar la insistencia de Alfredo Cornejo para que le
otorguen a su partido la vicepresidencia, que, finalmente, el Pro de
cidió cedérsela a Miguel Angel Pichetto, nada más y nada menos que
un peronista. Hoy, Cornejo se para en las antípodas y se suma a los cuestionamientos de la mayor parte del radicalismo, que ve cómo se
esfuma la posibilidad de seguir en el poder.
“Acá no funcionó nunca una coalición, pero mirar para atrás en medio
de este desorden económico, no ayuda en lo más mínimo; ahora hay
que preocuparse para ver cómo la política arregla estos problemas
económicos”, dijo el gobernador mendocino, a la vez que añadió:
“Me arrepiento de no haberme propuesto a incidir en el presidente
Macri”.
En cambio, el vicegobernador bonaerense sigue sumiso a los man
datos del PRO y no alza la voz ante los errores que llevaron a la derro
ta. Eso enoja cada vez más a la tropa provincial. Los alcaldes del
partido argumentan haber recibido una ayuda nula durante la campa
ña por parte del partido. Un nuevo pedido a los viejos reclamos de
que el radicalismo nunca consiguió en la Provincia lugares de poder
. Además se le cuestiona cada vez más a Salvador haber priorizado
un lugar para su hijo Sebastián en la lista de diputados nacionales en
detrimento de otros dirigentes con más pergaminos. Esa factura, si
se concreta la derrota, le llegará al titular de la UCR provincial.
Los 15 puntos de diferencia en Nación y los 18 en Provincia parecen
hoy un abismo difícil de superar, y si bien algunos mantienen la espe
ranza, otros ya dan por perdida la guerra, aunque no todavía la batalla;
local, claro. Por eso, de cara a octubre, la UCR enfocará sus esfuerzos
en retener los distritos que posee, en tanto que, en segundo plano,
impulsará el resto de la boleta de la alianza.
Después de las primarias son once los jefes comunales radicales que
ven complicado el camino hacia octubre, donde, finalmente, se dirimirá
la cuestión electoral. Algunos, por supuesto, todavía tienen serias
chances de ganar. Es que, viendo toda la película, muchos alcaldes
fueron superados por la sumatoria de votos que reunieron los cand
idatos del Frente de Todos que se midieron en interna, pero, de mane
ra individual, hubo radicales que cosecharon más adhesiones. Otros,
sin embargo, no tuvieron la misma suerte y llegarán al 27-O corriendo
de atrás.
“Hay que cuidar las intendencias. Le pedimos a la Provincia que abra
la canilla, que haga más política y nos dé una mano. Vamos a trabajar
la nuestra”, sentenció, en diálogo con La Tecla, un alcalde radical que
se mostró resignado con el resultado. En este contexto, no dudó en
echar culpas a la dirigencia amarilla. “Fueron muy soberbios.
El PRO es como un estudiante que estudia poco y saca buenas notas,
y creyó que ahora aprobaba. Nos ningunearon muchísimo. Tendría
mos que haber pataleado más. La política es una combinación de
ciencia y arte. Acá hubo mucha ciencia y poco arte”, añadió el man
damás de tierra adentro.
El ala alfonsinista, que desde un buen tiempo a esta parte había ma
nifestado disconformidad con las políticas del Gobierno, ya trabaja
en un armado propio para el 10 de diciembre. Saben que el resultado
es casi imposible de revertir y que se deberá “refundar” la UCR de
cara a lo que viene. “Somos más los radicales que no nos gustaba
todo esto. Vamos a juntarnos a trabajar. Después de octubre, Juntos
por el Cambio no existe más. Si se pierde Nación y Provincia, el
PRO vuelve a ser el partido municipal porteño”, expresó a La Tecla
un dirigente boina blanca del Conurbano.
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