El economista liberal asegura que ex extraño el movimiento de la
Bolsa de este martes, a la vez que celebra el control de cambio,
aunque a su entender llegó tarde. Presagia estabilidad por los pró
ximos 20 días, pero abre una incógnita sobre el mercado cuando
se reanude el proceso electoral de cara a las elecciones generales.
Bolsa de este martes, a la vez que celebra el control de cambio,
aunque a su entender llegó tarde. Presagia estabilidad por los pró
ximos 20 días, pero abre una incógnita sobre el mercado cuando
se reanude el proceso electoral de cara a las elecciones generales.
Tras el cierre de una jornada donde el dólar se mantuvo estable
gracias a la intervención del Banco Central, pero la Bolsa mostró
una fuerte caída en el valor de las acciones (casi 12%), La Tecla
dialogó con el economista Jorge Ingaramo, quien fue parte del ac
tual gobierno pero se mostró muy crítico después de las PASO,
precisamente porque no se instauraba el control de cambio.
-¿Cómo analiza la situación desde la instauración del control de
cambio, y de lo que pasó hoy en la Bolsa de Comercio?
-Sobre lo que pasó en la Bolsa no tengo aún una visión muy clara,
me llama poderosamente la atención por qué cayó tanto. En cuanto
al control de cambio esta vez han hecho una medida bien tomad,
inevitable, difícil de digerir para los mercados que estaban acostum
brados a un mercado libre de cambio, pero que había que tomar. El
viernes ya se notaba que no había reservas de libre disponibilidad
para poder enfrentar la corrida cambiaria que podría producirse
esta semana. El control de cambio tiene un dólar flotante, es una
flotación sucia; no desdoblaron el mercado cambiario, porque no
hay dólar comercial y dólar financiero; y al haber un dólar oficial
seguro que iban a aparecer el famoso contado con liquid y el famo
so dólar paralelo. Hay un conjunto de dólares que estuvieron dan
do vueltas dentro del mercado libre por exportaciones declaradas, y
con probable cobro ya, pero que no estaban cursadas va a haber un
ingreso de divisas proveniente de esa fuente, más el potencial ingre
so de divisas proveniente de la liquidación por venta y comercializa
ción de la cosecha gruesa, que son unos 10.000 millones de dólares.
-¿Esa es una solución?
-Con eso el mercado oficial tiene una fluida oferta, que le va a per
mitir al banco Central manejar más o menos bien la política cambiaria,
por lo menos por 15 o 20 días hasta que empiece la campaña elect
oral, que es cuando los factores políticos pueden ser más importan
tes que los económicos.
-¿Esta medida llegó
tarde?
-Sí. Yo la hubiera tomado
el 12 de agosto en la ma
drugada, incluso lo pro
puse. El 12 de agosto,
después de las PASO,
directamente no había
que abrir el mercado
cambiario, porque era inevitable el drenaje de divisas. De hecho, a
esa hora de la mañana ya estaban cayendo los títulos públicos y las
acciones argentinas en Nueva York, así que era evidente que iba a
haber una fuga de los activos argentinos. La medida debió tomarse
el mismo 12 de agosto, después de un feriado cambiario, y quizá
hubiéramos evitado la reprogramación de la deuda de corto plazo
que hubo que hacer la semana pasada, que nos puso en una espe
cie de virtual default.
-¿No debió ser primero el control de cambio y después, eventualmen
te, reprogramar los vencimientos?
-Sí, de acuerdo. Primero debió haber sido el control de cambio. No
hubiera hecho falta la reprogramación.
-¿Se equivocó entonces Lacunza?
-Cuando asumió Lacunza ya habíamos perdido un montón de
reservas, y ya hubo que pagar los vencimientos de Letes y Le
caps de esa semana. No hubo más remedio, porque la no reno
vación de las Letes de esa semana es una consecuencia de no
haber cerrado el mercado de cambio antes.
-¿La brecha entre el dólar oficial y el blue no alienta la fuga de
dólares oficiales hacia el mercado negro o informal, debido a
que la gente por ahí busca hacer alguna diferencia comprando
en el banco y vendiendo en la cueva?
-Lo pueden hacer. Es un mercado informal y saben a lo que se
atienen. La fuga no es del dólar oficial al dólar paralelo, la fuga
es de la plata que la gente tiene guardada hacia el dólar paralelo.
Cuando existe el control de cambio hay siempre un dólar
paralelo. En este caso va a haber dos, uno el paralelo negro
y otro el paralelo blanco, que vendría a ser el contado con
liquid. Pero creo que eso es inevitable y no me parece que
sea extremadamente grande, me parece hasta ahora lógica.
Una brecha del seis o siete por ciento en el contado con liquid
sería justificada, básicamente por los costos que tiene la trans
acción del contado con liquid. En el paralelo usted va a la cueva,
y ahí que Dios lo ayude; si le dan dólares falsos o le dan ver
daderos es un riesgo que corre. El Banco Central puede hacer
muy poco para regularlo, sólo lo puede trabajar indirectamente
con el dólar futuro, pero el dólar futuro está regulando al dólar
oficial, y no hay mucho que se pueda hacer ahí. Va a haber un
dólar paralelo, y cuando la campaña electoral se ponga al rojo
vivo la brecha puede llegar a ser grande. Además, cuando
hable (Alberto) Fernández y diga realmente lo que piensa ha
cer puede haber mucha más brecha todavía, porque el merca
do no sabe qué va a hacer y de dónde va a sacar la plata para
hacerlo.
-¿No existe entonces para usted un riesgo importante por gente
que saque dólares oficiales y los cambie en el paralelo?
-Sí, claro que lo va a haber. Ese trasvasamiento existe y el Central
tendrá que estar atento, y si ve que el flujo ese se produce tendrá
que cambiar la regulación del control de cambio. No me parece
que eso sea rígido. Hasta ahora pusieron 10.000 dólares por mes
, que me parece una cifra extremadamente grande. Sandleris dijo
que sólo 27.000 personas físicas tienen esa capacidad de compra
en la Argentina. Si el Banco Central empieza a ver que ese seg
mento empieza a vender en el mercado paralelo supongo que
cambiará la normativa. De todos modos, estamos hablando de
muy poca plata la que podría ir al paralelo. Pero ese flujo es
inevitable.
gracias a la intervención del Banco Central, pero la Bolsa mostró
una fuerte caída en el valor de las acciones (casi 12%), La Tecla
dialogó con el economista Jorge Ingaramo, quien fue parte del ac
tual gobierno pero se mostró muy crítico después de las PASO,
precisamente porque no se instauraba el control de cambio.
-¿Cómo analiza la situación desde la instauración del control de
cambio, y de lo que pasó hoy en la Bolsa de Comercio?
-Sobre lo que pasó en la Bolsa no tengo aún una visión muy clara,
me llama poderosamente la atención por qué cayó tanto. En cuanto
al control de cambio esta vez han hecho una medida bien tomad,
inevitable, difícil de digerir para los mercados que estaban acostum
brados a un mercado libre de cambio, pero que había que tomar. El
viernes ya se notaba que no había reservas de libre disponibilidad
para poder enfrentar la corrida cambiaria que podría producirse
esta semana. El control de cambio tiene un dólar flotante, es una
flotación sucia; no desdoblaron el mercado cambiario, porque no
hay dólar comercial y dólar financiero; y al haber un dólar oficial
seguro que iban a aparecer el famoso contado con liquid y el famo
so dólar paralelo. Hay un conjunto de dólares que estuvieron dan
do vueltas dentro del mercado libre por exportaciones declaradas, y
con probable cobro ya, pero que no estaban cursadas va a haber un
ingreso de divisas proveniente de esa fuente, más el potencial ingre
so de divisas proveniente de la liquidación por venta y comercializa
ción de la cosecha gruesa, que son unos 10.000 millones de dólares.
-¿Esa es una solución?
-Con eso el mercado oficial tiene una fluida oferta, que le va a per
mitir al banco Central manejar más o menos bien la política cambiaria,
por lo menos por 15 o 20 días hasta que empiece la campaña elect
oral, que es cuando los factores políticos pueden ser más importan
tes que los económicos.
-¿Esta medida llegó
tarde?
-Sí. Yo la hubiera tomado
el 12 de agosto en la ma
drugada, incluso lo pro
puse. El 12 de agosto,
después de las PASO,
directamente no había
que abrir el mercado
cambiario, porque era inevitable el drenaje de divisas. De hecho, a
esa hora de la mañana ya estaban cayendo los títulos públicos y las
acciones argentinas en Nueva York, así que era evidente que iba a
haber una fuga de los activos argentinos. La medida debió tomarse
el mismo 12 de agosto, después de un feriado cambiario, y quizá
hubiéramos evitado la reprogramación de la deuda de corto plazo
que hubo que hacer la semana pasada, que nos puso en una espe
cie de virtual default.
-¿No debió ser primero el control de cambio y después, eventualmen
te, reprogramar los vencimientos?
-Sí, de acuerdo. Primero debió haber sido el control de cambio. No
hubiera hecho falta la reprogramación.
-¿Se equivocó entonces Lacunza?
-Cuando asumió Lacunza ya habíamos perdido un montón de
reservas, y ya hubo que pagar los vencimientos de Letes y Le
caps de esa semana. No hubo más remedio, porque la no reno
vación de las Letes de esa semana es una consecuencia de no
haber cerrado el mercado de cambio antes.
-¿La brecha entre el dólar oficial y el blue no alienta la fuga de
dólares oficiales hacia el mercado negro o informal, debido a
que la gente por ahí busca hacer alguna diferencia comprando
en el banco y vendiendo en la cueva?
-Lo pueden hacer. Es un mercado informal y saben a lo que se
atienen. La fuga no es del dólar oficial al dólar paralelo, la fuga
es de la plata que la gente tiene guardada hacia el dólar paralelo.
Cuando existe el control de cambio hay siempre un dólar
paralelo. En este caso va a haber dos, uno el paralelo negro
y otro el paralelo blanco, que vendría a ser el contado con
liquid. Pero creo que eso es inevitable y no me parece que
sea extremadamente grande, me parece hasta ahora lógica.
Una brecha del seis o siete por ciento en el contado con liquid
sería justificada, básicamente por los costos que tiene la trans
acción del contado con liquid. En el paralelo usted va a la cueva,
y ahí que Dios lo ayude; si le dan dólares falsos o le dan ver
daderos es un riesgo que corre. El Banco Central puede hacer
muy poco para regularlo, sólo lo puede trabajar indirectamente
con el dólar futuro, pero el dólar futuro está regulando al dólar
oficial, y no hay mucho que se pueda hacer ahí. Va a haber un
dólar paralelo, y cuando la campaña electoral se ponga al rojo
vivo la brecha puede llegar a ser grande. Además, cuando
hable (Alberto) Fernández y diga realmente lo que piensa ha
cer puede haber mucha más brecha todavía, porque el merca
do no sabe qué va a hacer y de dónde va a sacar la plata para
hacerlo.
-¿No existe entonces para usted un riesgo importante por gente
que saque dólares oficiales y los cambie en el paralelo?
-Sí, claro que lo va a haber. Ese trasvasamiento existe y el Central
tendrá que estar atento, y si ve que el flujo ese se produce tendrá
que cambiar la regulación del control de cambio. No me parece
que eso sea rígido. Hasta ahora pusieron 10.000 dólares por mes
, que me parece una cifra extremadamente grande. Sandleris dijo
que sólo 27.000 personas físicas tienen esa capacidad de compra
en la Argentina. Si el Banco Central empieza a ver que ese seg
mento empieza a vender en el mercado paralelo supongo que
cambiará la normativa. De todos modos, estamos hablando de
muy poca plata la que podría ir al paralelo. Pero ese flujo es
inevitable.
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