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jueves, 3 de octubre de 2019

Agroquímicos: el enemigo invisible

La aplicación de fitosanitarios en los campos de la provincia de Bue
nos Aires tiene sus duras secuelas, tanto para las sociedades linde
ras a las zonas productivas como para los consumidores. El caso de
 Pergamino destapó una olla a presión. La política y una deuda de la
 democracia.
Agroquímicos: el enemigo invisible
“Sufrimos junto a mis alumnos constantes fumigaciones con agrotó
xicos en las proximidades de la escuela y en pleno horario escolar. 
En una de esas ocasiones el producto utilizado fue 2,4-D, y me volví 
a mi casa con una parestesia facial y con una insuficiencia respirato
ria. Somos muchas las docentes rurales que padecemos esta misma 
realidad, las fumigaciones nos atravesaron la vida y en muchos
 casos se llevaron por delante nuestra salud”, escribió la docente 
Ana Zabaloy para denunciar, hace algunos años, la trama de aplica
ciones desmedidas de fitosanitarios.
Zabaloy, falleció en junio de este año como causa de un cáncer con 
el que luchó durante mucho tiempo. La docente creadora de la Red 
Federal de Docentes por la Vida se había convertido en una de las
 caras visibles de la lucha contra la fumigación desmedida. Su caso, 
en San Antonio de Areco, acabó por impulsar la normativa local para
 poner un freno a las fumigaciones, que ya lleva cuatro años vigentes.
Como ocurrió con Zabaloy, son varios las situaciones que proliferan 
a lo largo de la patria agroproductiva, con principal foco en la zona
 norte de la Provincia. Los denominados pagos “sojeros” de la Segun
da y Cuarta Sección, dan cuentan de denuncias de vecinos por el uso
 de fitosanitarios.
En las últimas semanas, la Corte Suprema de Justicia dio cuenta de la
 contaminación en Pergamino, comuna conducida por el macrista 
Javier Martínez. Solamente en dos manzanas, se detectaron 53 casos
 de cáncer en Pergamino. En definitiva, se prohibió el uso de glifosato
 en varias zonas por afectar duramente la vida de los pergaminenses.
 Desde pérdida de embarazos hasta diagnósticos de cáncer se dieron
 en la región donde se confirmaron la presencia de diez agrotóxicos 
diferentes en el agua potable. Claro está, la Justicia determinó que no
 es apta para el consumo humano. Como respuesta, el jefe comunal 
Martínez chicaneó: “yo tomo agua de la canilla”.
La situación tomó tal trascendencia mediática que, por ejemplo, el 
conductor televisivo Marcelo Tinelli, lanzó una postura en redes socia
les con fuertes críticas a las fumigaciones. “El glifosato está prohibido
 en 74 países. Acá en Argentina siguen fumigando a personas, escue
las, y a los alimentos que comemos. ¿No vamos a hacer nada?”, sos
tuvo en su Twitter.
Claro, el impacto que generaron las denuncias en la patria sojera, y la
 posterior resolución judicial que avaló las sospechas de los vecinos
 de Pergamino, derivó en una serie de sospechas en distritos aledaños.
 Trenque Lauquen, Chivilcoy, Bragado, y Alberti son algunas de las co
munas que ponen la mirada sobre la aplicación de fitosanitarios y la 
potabilidad del agua.
Por ejemplo, el relevamiento realizado por los Vecinos Autoconvoca
dos en los últimos días en el Barrio Centenario en Trenque Lauquen, 
arrojó números terroríficos: “87 casas, donde viven 4 bebes con mal
formaciones; 6 madres que perdieron su embarazo, 3 de ellas joven
citas; 14 vecinos que hoy, en unas pocas cuadras a la redonda, tienen 
cáncer, y otros 14 que han fallecido en los últimos 10 años. Tres perso
nas nos expresaron que un familiar tenía Lupus”. En dicha región, las
 fumigaciones ocurren hasta a 300 metros de las viviendas.
Al igual que ocurrió en San Antonio de Areco hace varios años ya, y 
como pasa por estos días en Pergamino, la luz de alerta la pusieron 
los propios vecinos organizados ante la falta de una respuesta política.
La ¿solución? política
“Si no sos parte de la solución, sos parte del problema”, un viejo pro
verbio chino que a lo largo de la historia fue adjudicado a una gran
 cantidad de figuras públicas, como el soviético Lenin, puede marcar 
con claridad la realidad que atraviesa en la actualidad a la situación 
de los fitosanitarios en la provincia de Buenos Aires. Es que, con el 
2020 a la vuelta de la esquina, el territorio bonaerense no cuenta con 
una legislación para la aplicación de agrotóxicos en lo que es otra de
 las deudas de la democracia.
La problemática no es novedosa, al contrario. Desde hace varios años
 ya, el glifosato, por caso, pasó a ser la estrella de los agroquímicos 
en los campos argentinos y su aplicación desmedida trae consecuen
cias fatales para la sociedad. Vale recordar el emblemático caso de Per
gamino, con vecinos afectados de cáncer en unas escasas cuadras de
 distancia.
En ese sentido, el ministerio de Agroindustria bonaerense que condu
ce Leonardo Sarquis ensayó una resolución, sin consenso legislativo,
 pero debió dar marcha atrás ante la presión judicial. Conforme lo de
tallado en su momento, a finales de 2018, desde la cartera se buscó 
generar una alternativa mientras diputados y senadores avanzan en 
consensos para legislar sobre la aplicación de fitosanitarios. Lo cier
to es que, en los cajones de la Legislatura ni siquiera duerme un pro
yecto de Ley relacionado a la problemática.
La resolución oficial fue dejada sin efecto una vez que la abogada
 Florencia Casamiquela, en representación de escuelas rurales de
 Chivilcoy, presentó un amparo por la fumigación cerca de zonas 
urbanas y establecimientos educativos. Dicho punto es el que pre
senta el mayor de los conflictos a la hora de avanzar en una solu
ción a la aplicación de fitosanitarios. Es que, desde sectores pro
ductores buscan libertad plena a la hora de aplicar herbicidas so
bre las plantaciones. Incluso, una vez que la Provincia dio marcha
 atrás con la resolución que permitía fumigar cerca de zonas urba
nas y escuelas, desde la Confederación de Asociaciones Rurales 
de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), pusieron el grito en el cielo
 y reclamaron “que tomen el toro por las astas”. Claro, la medi
a firmada por Sarquis que quedó sin efecto era a gusto de los pro
ductores.
Con dicho panorama, Casamiquela remarcó a LaTecla.info que para
 evitar situaciones donde corra riesgo la vida de los bonaerenses 
“tiene que existir por lo menos en una primera instancia mecanis
mos de compensación desde lo administrativo y también el estímu
lo de llevar adelante otro modo de producción”. De esa manera, re
marcó que “es rentable” avanzar en un modo productivo que no
 abuse de fitosanitarios.
“El agro negocio se encargó de generar esta dependencia (a los 
fitosanitarios) donde pareciera que no hay lugar para hacerlo de 
modo más saludable, tanto para el que produce y para el que co
me los alimentos”, subrayó la abogada y candidata a diputada
 bonaerense de Consenso Federal por la Cuarta Sección. Así,
 sostuvo que con políticas públicas se puede avanzar en un con
trol. Actualmente, “el contralor está en manos de los municipios,
 delegando el poder de policía y no tienen el poder suficiente pa
ra hacerlo”.
Uno de los casos testigos de la Provincia es el de San Antonio de 
Areco, que junto con Bolívar, se convirtieron en los primeros dis
tritos en generar ordenanzas que regularicen la aplicación. “Hace
 4 años que esta prohibida la fumigación aérea y no hemos tenido
 ningún problema con eso. Siempre hay puja de intereses con pro
ductores y no son todos iguales. Quienes más reaccionaron fue
ron los grandes, pero hoy convivimos con eso y nadie dejó de pro
ducir”, lanzó a este medio, el intendente Francisco Durañona.
En ese marco, sostuvo que “si de verdad queremos promover el
 arraigo, hay que regular el uso del suelo para el hábitat y la pro
ducción, regular la aplicación de agroquímicos con sus límites y
 prohibiciones, garantizar cinturones y zonas verdes para la agri
cultura familiar natural, y garantizar propiedad de los predios a 
los pequeños y medianos productores familiares”.
En tanto, después de la marcha atrás de Agroindustria, y en el con
texto de un año en clave electoral, la cartera que conduce Sarquis
 direccionó su trabajo en materia preventiva y fiscalizadora. De esa
 manera, al tiempo que destacan que quienes deben llevar las rien
das son los gobiernos municipales, detallaron que se realizaron
 211 cursos de capacitación a operarios y se entregaron más de 
7 mil carnets habilitantes, además de unas 500 fiscalizaciones.
 Asimismo, en el equipo provincial destacan la creación de un la
boratorio para controlar la plaga de “tucuras”, que deriva en la
 disminución del uso de agroquímicos.
En definitiva, la aplicación a fitosanitarios no cuenta con una le
gislación provincial y los distritos están a la suerte de las políti
cas que puedan –o quieran – impulsar. Mientras, los productores
 aprovechan el vacío legal para continuar con la utilización des
medida en detrimento de los vecinos.

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