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jueves, 25 de junio de 2020

Molino Cañuelas, al borde de convertirse en el nuevo Vicentin

La empresa quedó debiendo casi 1.400 millones de dólares a los ban
cos y lleva meses sin pagar. Los acreedores se debaten entre pedir el
 concurso y la quiebra.
Aldo Navilli, dueño de Molinos Cañuelas.


La alimenticia de Aldo Navilli está a pasos de convertirse en la nueva 
Vicentin porque sus acreedores llevan meses sin cobrar y no ven po
sible que un acuerdo privado les permita recuperar parte de la multi
millonaria deuda. En septiembre de 2018 los problemas financieros de
 Molino Cañuelas llevaron a la inauguración de un proceso de 25 me
ses de conversaciones con los bancos, que al mes de marzo de 2019
 redundaron en el pedido de concurso por parte del Macro.
Corría enero de 2018 y la empresa estaba endeudada por unos 760
 millones de dólares y con proyecciones de seguir tomando deuda
 para ordenarse financieramente. Con la asesoría de Merrill Lynch, 
Navilli diseñaba la salida de la compañía a las bolsas de valores de
 Buenos Aires y de Nueva York, una forma de recaudar unos 330 millo
nes de dólares con los que reducir sus deudas bancarias.

Sin embargo, dos olas de devaluaciones sacudieron al país y la IPO con
 la que iban a lanzarse nunca tuvo los inversores suficientes, por lo que
 la empresa volvió a pedirles dinero a los bancos llevando sus deudas a
 los 1.400 millones de dólares, cuando se les terminó el financiamiento 
y comenzó una larga negociación con altibajos. En marzo del año pasa
do, el banco Macro directamente pidió la quiebra entre rumores de ma
niobras fraudulentas. Puntualmente, las especulaciones hablaban de 
hasta 300 millones de dólares retirados de las cuentas de la empresa y 
fuera del país. La empresa lo niega rotundamente.
Molinos Cañuelas acumuló bajo la conducción de 
Aldo Navilli una deuda de 1.400 millones de dólares.
 En Marzo de este año el banco Macro pidió la quiebra 
de la compañía, en medio de rumores sobre un re
tiro y giro al exterior de hasta 300 millones de dóla
res de las cuentas de la empresa.
En medio, en abril de 2019 recibió un préstamo de 6,4 millones de dóla
res en concepto por adelanto de exportaciones del BICE -pese a que ya
 estaba en default- que le permitió sostener la actividad. Fuentes del 
banco en su momento aseguraron a LPO que este préstamo con las ex
portaciones como garantía le permitió al BICE reducir su exposición a
 Molino Cañuelas a 15 millones de dólares.
Los casi 40 acreedores -entre los que figura también el Banco Nación -
 que al igual que con Vicentin es el que más expuesto quedó-, el HSBC,
 Rabobank y el Galicia -el que le otorgó un crédito de 30 millones de 
dólares apenas días antes de que la empresa decidiera suspender los
 pagos-, designaron un representante para la negociación y el segui
miento de la empresa. Se trata del contador Juan José López Forastier,
 experto de agronegocios de Deloitte y que en Molino Cañuelas ase
guran que solo es un veedor.
Según pudo saber LPO, con el Galicia las deudas ascienden a los 30 
millones de dólares, con Rabobak a 15 millones y con el HSBC, a 50 
millones de dólares.
Pero las negociaciones se trabaron porque los acreedores no están 
cobrando y no hay unanimidad entre los bancos respecto del curso de
 acción: forzar a Molino Cañuelas a a pedir el concurso de acreedores 
o directamente pedir la quiebra y liquidar Molino Cañuelas para poder 
recobrar el activo. Desde la empresa, con la asesoría de Lazard y Co
lumbus, por el contrario creen que todavía existen "buenas posibilida
des de llegar a un acuerdo privado".
LPO consultó a la empresa y aseguraron que "si bien el detalle de las 
negociaciones es confidencial el documento más reciente habla de 
una transferencia de activos para cancelar una parte importante de la
 deuda y el saldo restante en un plazo razonable a una tasa del 5,5%
. A pesar de todas las dificultades de mercado y de la particular ines
tabilidad de sector agroindustrial, Molino Cañuelas continúa negocian
do con los bancos y tiene expectativas de llegar a un acuerdo razona
ble y cumplible en el corto plazo".
Además, se desmarcaron del caso Vicentin, al remarcar que la deuda es exclusivamente financiera y no tienen deudas comerciales con sus 
proveedores. Y remarcaron que en este período de negociaciones, 
"la empresa continuó operando normalmente a partir del aporte de
 los accionistas y del capital propio, manteniendo su posición de lide
razgo de todos los segmentos de mercado donde opera.
En efecto, Molino Cañuelas es dueño de las marcas "9 de oro" de los 
famosos bizcochitos, de la harinas Pureza, Cañuelas, Trigalia y Moli
nos Florencia, la línea Mamá Cocina, los aceites Cañuelas y también 
de los panificados congelados que se venden a supermercados.
Y también tiene un brazo agroexportador. Mediante la Compañía Ar
gentina de Granos y la terminal portuaria Las Palmas en Zárate, una 
vez consolidado como productor de alimentos, se volcó al negocio
 de la asistencia a los productores de trigo para exportación. En este
 sentido, su recorrido es inverso al de Vicentin que del negocio gra
nario pasó a diversificarse en la industria alimentaria con su bodega 
propia, feedlot, miel y otras incursiones como la adquisición de la lí
nea de yogures Sancor como un fronting de la financiera BASF, la 
cual a su vez también tenía injerencia en Molino Cañuelas.

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