15 millones de británicos recibieron al menos la primera dosis, pero
en el Gobierno prefieren no apurar la reapertura.
Las expectativas de un rápido rebote de la economía se derrumban en
Inglaterra, incluso tras el hito que marcó el Gobierno vacunando con
tra reloj a las 15 millones de personas que integran los cuatro grupos
de mayor riesgo. Lejos de haber decretado el fin de la cuarentena es
tricta, Boris Johnson asegura que no van a volver a abrir hasta, al me
nos, mayo.
La agresiva campaña de vacunación que desplegó el Reino Unido no
basta, como reclaman los conservadores para dejar atrás el confinamiento.
Mientras los Tories en el Parlamento insisten en que ya no hay razones pa
ra dilatar un cronograma de reapertura, en el 10 de Downing Street no están
de acuerdo: la vacunación de todas las personas de riesgo es solo el primer
paso y harán falta al menos tres semanas para empezar a ver los resulta
dos y evaluar paso por paso qué restricciones se dejan sin efecto.
El cierre generalizado fue la reacción inmediata por la superposición del
invierno, la nueva cepa y la tercera ola. Y no se ha terminado de cuantifi
car su impacto antes de poder evaluar cómo impacta en las curvas de
contagio la campaña de vacunación. Por eso, la única fecha sobre la me
sa es el 8 de marzo para que los chicos vuelvan a las aulas. Todo lo de
más, que espere.
De esta forma, las proyecciones de un rebote en el segundo trimestre
pasarían al tercer trimestre recién, dependiendo de que los resultados
de la fase 3 de la vacunación se repliquen a escala y no haya nuevas
sorpresas.
La teoría indica que en 3 semanas la población vacunada con la primera
dosis adquiere una respuesta inmunitaria suficiente como para que, en
caso de contagiarse, no se desarrollen casos severos que requieran inter
nación ni casos letales. Pero no previene los contagios. Por eso, las auto
ridades instan a toda la población a no dejar de usar barbijos ni relajar la
distancia y las precauciones. Recién a las 12 semanas, con una dosis de
refuerzo se reduce la contagiosidad, por lo que hasta marzo no va a haber
evidencia palpable del impacto real de la vacunación masiva.
El primer ministro Boris Johnson sostiene que recién a partir de ese momen
to se puede volver a abrir gradualmente y permitir el repunte de la econo
mía. Su secretario de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, ya aseguró a los
medios que la reapertura será en etapas y conforme no se disparen los con
tagios, se podrán reabrir comercios empezando por los rubros más esencia
les y dejando para la última etapa las actividades recreativas a puertas cerra
das. Y que no tomarán un "compromiso arbitrario" de someterse a un calen
dario de reapertura, sin evaluar primero los ratios de internaciones y de
contagios.
Mientras tanto, la campaña de vacunación continúa con el eje puesto ahora
en vacunar al menos con la primera dosis a las personas que no son pobla
ción de riesgo, pero son mayores de 50. Solo el 13 de febrero, medio millón de
británicos fueron inoculados con la primera dosis y 3.000 con la segunda.
Para los Conservadores no hay ninguna razón para que las restricciones
a la movilidad de extiendan en el tiempo una vez que los mayores de 50
hayan sido inoculados, lo que se calcula será a más tardar en abril. De
allí el reclamo de que para mayo no quede ningún resabio de la cuarentena.
Mark Harper, referente de los Tories en el Grupo para la Recuperación del
Covid, explicó a la BBC que "No hay razones para seguir con las restric
ciones legales" toda vez que el 99% de la población para la que el covid le
supone un riesgo de vida y el 80% de aquellos que podrían presentar un
caso severo, ya estén protegidos por la vacuna.
En cambio, en el gobierno británico el principal temor es que con todavía
menos del 25% de la población vacunada, la gente se descuide y se acelere
la llegada de una cuarta ola de Covid-19.
En Estados Unidos, el enfoque es similar. Con 1,6 millones de personas re
cibiendo la vacuna, el país se acerca a los 56 millones de personas (17%)
con una dosis y 8% con las dos dosis. Esto se tradujo en una drástica baja
de los reportes de nuevos casos diarios -que pasaron de los 176 mil por día
en el pico de la pandemia a los 90 mil diarios actuales; pero por sobre todo
se tradujo en una caída acuciada de las muertes -que pasaron de ser 4.000
diarias a 2.700-.
Así y todo, tanto las tasas de mortalidad como de contagios siguen siendo
elevadas y optan por la cautela ante la posibilidad de entrar en una cuarta
ola. Al fin y al cabo, la pandemia dejó en claro que las proyecciones ni están
exentas del factor sorpresa y pueden quedar truncas por nuevas cepas, nue
vos plazos en la entrega de las vacunas, como así también por nuevas con
ductas sociales y nuevos tratamientos.
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