El mercado respaldó la ortodoxia del ministro financiando la mitad del
déficit fiscal del primer trimestre, el más bajo de los últimos seis años.
Los datos del déficit fiscal del primer trimestre le permitieron al ministro
Guzmán ganar aire en el mercado local luego del tropiezo con dos colo
caciones de deuda. El ministro mostró que, además de la reducción del
gasto por servicio de deuda, también redujo gastos corrientes histórica
mente rígidos.
En particular el gasto por jubilaciones se redujo en el primer trimestre en
42.600 millones de pesos respecto del de igual período dos años atrás, lo
que equivale a una caída del 6,2% en términos reales, es decir descontan
do el efecto de la inflación. Así se desprende del análisis de la consultora
Invecq, titulado "Que esta golondrina haga verano". La suspensión de la
fórmula de actualización de haberes de Macri primero y la nueva fórmula
después fueron parte del ajuste que dejó el consolidado del gasto en
jubilaciones por detrás de la inflación.
El reporte muestra que la recaudación ya logró equiparar el nivel de enero-
marzo de 2019, y que el gasto total se redujo 3%, siempre comparando con
el primer trimestre de dos años atrás. De esta forma, se llegó al déficit finan
ciero del 0,5% del PBI, el más bajo de los últimos seis años.
Esta reducción del gasto se compone de dos partes: por empezar, la fuerte
contracción del servicio de deuda gracias a la reestructuración de la deuda
privada, del orden del 56,4%; y en segundo lugar, un reordenamiento del
gasto público que contuvo el alza del gasto primario al 5,4% bianual, gra
cias a la reducción del 10,9% del gasto en salarios, del 6,2% en jubilaciones
y pensiones contributivas, y del 17,3% en pensiones no contributivas.
"Consecuentemente, como resultado se evidencia una reducción del déficit
público total desde unos 240.000 millones de pesos en 2019 (en pesos cons
tantes actuales) a poco más de 180.000 millones de pesos, equivalente a una
corrección del 24% real. Si centráramos el análisis en el resultado primario,
la realidad cambia un poco, pero sigue siendo promisorio. El gasto primario
(excluye intereses) creció en dos años un 5,4%, lo que resulta en un déficit
primario de casi 70.000 millones de pesos, partiendo de un superávit prima
rio de casi 22.000 millones de pesos en el primer trimestre de 2019", señala
el informe.
En cambio, lo que subieron fueron muchas partidas de las prestaciones
sociales, de modo tal que duplicaron el gasto en pensiones no contributi
vas. Y también los subsidios económicos, que crecieron 65,2% por el con
gelamiento de las tarifas de gas, luz y el atraso en la actualización de las
tarifas de transporte. En esencia, el gasto subió en los dos rubros en los
que Guzmán se muestra menos flexible a que sigan creciendo.
En menor medida, el gasto avanzó también en infraestructura. Los gastos
de capital del primer trimestre fueron 0,6% mayores a los de hace dos años.
"De esta manera, podríamos decir que el gobierno está llevando a cabo
un ajuste fiscal tanto en relación al 2020 como al 2019, al menos durante
el primer trimestre. Un 'ajuste malo' quizás, porque se concentra más en
retrotraer rebajas de impuestos y volver a subir otros en lugar de seguir
reduciendo el gasto primario, pero ajuste al fin", celebraron en Invecq.
No son los únicos que celebran que el ajuste silencioso de Guzmán.
Incluso si tienen dudas de que sea sostenido en el tiempo -en particular
por la amenaza de un nuevo parate generalizado de la economía por la
segunda ola de coronavirus-, los economistas reconocen que el minis
tro muestra consistencia respecto de la necesidad de recuperar el equi
librio fiscal en su postura sobre las tarifas -que no es la que se impuso-
y ya generó una corrección real en aquellas partidas más difíciles de
bajar: jubilaciones y salarios.
Así y todo, saben que en 2022 es factible que estas señales de austeri
dad se reviertan, pero centran sus advertencias en el corto plazo. Si la
disciplina fiscal de Guzmán se revierte, la contención que está haciendo
el Banco Central para evitar que toda le emisión de 2020 se derrame en
inflación y en una disparada del dólar podría verse desbordada.
Desde la consultora 1816, también destacan el comportamiento del
financiamiento del déficit. Y si bienes es frecuente que, por cuestio
nes estacionales, el Tesoro no necesite pedirle asistencia financiera al
Banco Central en los dos primeros meses del año, la novedad podría
ser que en abril Guzmán no le pida a Pesce que emita pesos. De esta
forma, 2021 empezaría sin asistencia monetaria en tres de cuatro me
ses gracias al impuesto extraordinario a las grandes fortunas y, sobre
todo, al financiamiento del mercado local, que entre enero y marzo cu
brió al menos la mitad del déficit fiscal.
Es que si bien el gobierno tambaleó con un par de licitaciones este mes
la respuesta flexible del equipo de Finanzas con más tasa y vencimientos
algo más cortos, le permitió recuperarse de la salida de fondos como
Templeton y Pimco. Y si esta semana logra renovar vencimientos por
118.000 millones de pesos, podrá cerrar el mes sin necesitar emitir.
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