La política en materia educativa puesta en operación por Finlandia tuvo
como objetivo disminuir las desigualdades entre sus habitantes. Finlandia
es hoy una de las sociedades menos desiguales.
Las políticas públicas Finlandia desafían el sentido común. Dan
vivienda, sin condiciones, a personas que de otra forma tendrían
como techo el cielo y sus nubes —a lo que debe sumarse la nieve
, recordando que es un país situado al norte del mundo—, y les
otorgan asistencia para buscar trabajo. Este país tiene en marcha
un programa, en fase experimental, de entregar una renta básica
a cada ciudadano por el solo hecho de ser ciudadano, es decir, a
cambio de nada.
El sistema escolar finlandés prescinde de las tareas —esas labo
res que sistematizan la repetición y que nos preparan además
para ser productivos a toda hora—, y se enfoca en que el apren
dizaje sea una actividad placentera, como señala el cineasta
Michael Moore
en su documental “¿Qué invadimos ahora?”.
A pesar de éstos y otros contrasentidos, el sistema escolar
finlandés es uno de los más celebrados en el mundo gracias
a que en las evaluaciones de desempeño sus niños y adoles
centes alcanzan los más altos puntajes a nivel global, por lo
que es objeto de estudio.
Queriendo dar con la quintaescencia del sistema escolar de
Finlandia y replicar su éxito en otras latitudes, se le ha descom
puesto en partes para examinarlo. Así, se ha descrito que éste
pondera la cooperación por encima de la competencia, que sus
maestros gozan de gran prestigio social, o que la educación es
pública y gratuita entre los 7 y los 16 años.
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