La discusión para prohibir la circulación nocturna mantiene trabado el
acuerdo entre el Gobierno y la Ciudad, como anticipó LPO.
El Gobierno nacional no llegó a un acuerdo con la Ciudad para imponer
nuevas restricciones por las diferencias para frenar la circulación noctur
na a partir de las diez de la noche, en una suerte de toque de queda dis
frazado.
Santiago Cafiero volvió a recibir a autoridades porteñas y bonaerenses en
el día de mayor contagios en Argentina desde que se inició la pandemia
y no pudieron llegar a un entendimiento, tras dos días de debates.
Tanto en el Gobierno nacional como en el porteño aseguran que hay
voluntad de consensuar restricciones, pero lo que demora el anuncio
es la falta de acuerdo en la oposición. "Los libertarios de mi partido
no quieren restricciones", dijo Quirós en la reunión.
El ministro de Salud es partidario de aplicar medidas pero encuentra
resistencia en Cambiemos. Quirós es considerado un funcionario sen
sato por la Casa Rosada y tiene el pulso del sistema de salud porteño,
que empieza a mostrar signos de exigencia. Pero en la cúpula de Cam
biemos impera una mirada más ideológica que sanitaria.
No por nada, quince minutos después de terminada la reunión en la Rosada,
el frente opositor, con Patricia Bullrich a la cabeza, sacó un comunicado en
el que pide que no haya restricciones.
El Gobierno nacional se encuentra entonces en la encrucijada de publicar
un DNU -el anterior vence el viernes- sin el apoyo de la oposición, que ha
bía acordado durante todo el año pasado el grueso de las medidas tanto
con la Rosada como con la gobernación bonaerense.
Ahora la traba principal es por la franja horaria y la metodología para limitar
la "nocturnidad". El Gobierno nacional propone cerrar todo de 22 a 6 du
rante tres semanas y Horacio Rodríguez Larreta pide que el cierre sea des
de la medianoche.
El jefe de gabinete de la Ciudad, Felipe Miguel y llevó a la reunión los datos
del impacto que podría tener una medida como la que quiere el Gobierno
nacional en los comercios gastronómicos.
Los enviados porteños dijeron que el 20% de los restaurantes ya cerró y que
si se imponen nuevas restricciones podría cerrar el 50%, porque esta vez no
tendrán la ayuda de ATP y ya empezaron a pagar los créditos de 12 meses
de gracia que recibieron el año pasado. Si se pierden la franja de 22 a 24, se
perderán el turno de mayor consumo, aseguran en el sector, en donde ame
nazan con un cacerolazo.
Sin embargo, la discusión con el Gobierno no pasa sólo por dos horas de
diferencia. La Rosada, con el apoyo de Axel Kicillof, quiere prohibir la circu
lación nocturna. El problema no está tanto en los restaurantes, que acondi
cionaron lugares al aire libre y tienen protocolos, sino las reuniones sociales,
en donde se produce la gran mayoría de los contagios por la falta de cuida
dos. Por eso, prohibir la circulación con una suerte de toque de queda, dificul
taría los encuentros.
En ese sentido buscan imitar el ejemplo de países europeos que ya aplica
ron este tipo de restricciones. En Francia, por ejemplo, los ciudadanos que
violan el "toque de queda" nocturno pagan una multa de 200 euros la pri
mera vez y otra de 5000 euros si son interceptados en la calle por segunda
vez.
La falta de acuerdo sobre esta medida obligó al Gobierno a ignorar la otra
propuesta que empujan ministros de Salud del interior y cuenta con el aval
de Vizzotti: ir a una cuarentena dura de dos semanas, como reveló en ex
clusiva LPO. "Si no podemos consensuar un límite nocturno, no tiene sen
tido hablar de una cuarentena dura", se sinceró un funcionario de la coali
ción gobernante.
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