El Presidente habló luego de que se conocieran las fotos de la fiesta en Olivos por el cumpleaños de la Primera Dama: “Lamento que haya ocurrido, no va a volver a repetirse”, expresó
Alberto Fernández habló por primera vez de la fiesta en Olivos por el cumpleaños de su esposa y reconoció que fue para celebrar la ocasión: “El 14 de julio Fabiola convocó a una reunión, a un brindis, que no debió haberse hecho. Me doy cuenta que no debió haberse hecho y lamento que haya ocurrido”.
Con un mensaje que -en lo central- ocupó apenas 182 palabras, el presidente Fernández dio sus explicaciones sobre lo ocurrido en la Quinta de Olivos, tras la amplia conmoción política y social que generó la difusión de la foto del cumpleaños. Así, dio por cerrado el tema.
El tiempo, en total, que utilizó para referirse al tema se extendió por unos 5 minutos. Pero en todo ese lapso no pronunció la palabra “perdón”, ni “disculpas”. Sí, repitió al menos tres veces la expresión “lo lamento”. Según la Real Academia Española, lamento refiere a “queja con llanto y otras muestras de aflicción”. En el caso del verbo “lamentar”, hace referencia a “sentir algo con llanto, sollozos u otras demostraciones de dolor, pena, contrariedad, arrepentimiento, etc., por alguna cosa”.
En tanto, la misma RAE explica el significado de la palabra “perdón” como “remisión de la pena merecida, de la ofensa recibida o de alguna deuda u obligación pendiente”. Y en lo atinente a “disculparse”, indica: “Dar razones o pruebas que descarguen de una culpa o delito; pedir indulgencia por lo que ha causado o puede causar daño; y no tomar en cuenta o perdonar las faltas y omisiones que alguien comete”.
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El Presidente comenzó su discurso en Olavarría explicando que por su función ejecutiva debía recibir a mucha gente en la residencia debido a la pandemia: “Nos obligó a revisar cosas y cambiar planes, y nos exigió muchas restricciones definidamente. Yo les pedí a muchos argentinos que por favor me acompañaran, porque era necesario cuidarnos, era necesario preservar la salud de todos y cada uno de nosotros. Yo, todos esos meses, me quedé trabajando en Olivos por recomendación de los médicos, pero Olivos se convirtió repentinamente en casi una ciudad, porque allí iban los gobernadores, diputados, los ministros, las ministras, secretarios, empresarios, futbolistas, dirigentes de fútbol, actores, actrices, gente que tenía problemas que la pandemia le había causado y que también necesitaban ser oídos. Como presidente tengo la necesidad de escuchar a todos. Y viví en un gran vértigo que me hizo tener reuniones con cientos de personas y no podía hacer otra cosa porque soy el presidente de la Argentina y tenía que escuchar para ir resolviendo problemas”.
Luego hizo referencia a la primera vez que se conoció que mucha gente había pasado por la Quinta Presidencial y afirmó que el propio Gobierno hizo público ese listado: “Llegó un pedido para ver quiénes habían ingresado a Olivos y lo hicimos público, no escondimos nada porque no tengo nada que ocultar de mi vida personal”.
“Los pibes que me conocen dicen que no soy un careta. Nunca quise dejar de dar la cara cuando debía dar la cara ni esconderme detrás de nadie cuando debía dar la cara yo. Néstor decía que somos hombres y mujeres comunes con responsabilidades importantes”, expresó el mandatario.
Y agregó: “Mirado en retrospectiva debí haber tenido más cuidados, que evidentemente no los tuve. Hoy Santiago Cafiero a la mañana explicó esto. Qué pasó, que todos lo supieron porque nosotros lo contamos, porque no ocultamos nada, porque están los listados de quienes entraron y salieron de Olivos. Pero que lástima a mucha gente, que entró por distintos motivos y que de repente se ve en los diarios. Lástima a los seres queridos. Los que hacemos política ya hay un momento en que el cuero se nos curte y entonces las balas son más difícil de que nos entre, pero los que vivimos con gente que no tiene que ver con la política, sufre y padece mucho todo esto”.
“Desde esa condición humana que tenemos los que hacemos política lamento lo que ocurrió. No va a volver a ocurrir”, completó el jefe de Estado.
La polémica comenzó el jueves luego de varias semanas de trascendidos sobre reuniones en la Quinta de Olivos en plena cuarentena estricta cuando se conoció una foto de julio de 2020 en la que están Alberto Fernández y Fabiola Yáñez con un grupo de amigos en un momento en que el confinamiento era estricto y obligatorio en la Argentina.
En la imagen se puede ver a doce personas -más uno más que es el que sacó esa instantánea- reunidos alrededor de una mesa en el comedor de la quinta presidencial. Ninguno está con barbijo, un elemento de cuidado obligatorio.
Se sacó el 14 de julio del año pasado, día de cumpleaños de la Primera Dama. Fue presentada en una investigación de la periodista Guadalupe Vázquez, difundida en el programa +Data del canal LN+. En ese momento en Argentina regía una cuarentena dura como consecuencia de la gestión sanitaria que el gobierno nacional llevó a cabo para enfrentar la pandemia. Estaban prohibidos los encuentros sociales en espacios cerrados y era obligatorio la utilización del barbijo según el DNU 576/2020.
Antes de que hablara Alberto Fernández en Olavarría, el primer funcionario en hacer referencia al tema fue Santiago Cafiero, jefe de Gabinete: “Es evidente que hubo un descuido, se cometió un error, no debería haber ocurrido. Fue un evento social que no debería haber ocurrido”, reconoció en Radio 10.
“Nosotros somos distintos, reconocemos el error, pero esto no nos va a hacer distraer de los temas que verdaderamente importa, porque estos no son los temas que le importan a la gente”, agregó.
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