Lo determinó un informe de la Asamblea de Vecinxs Autoconvocadxs
de Dique Chico. Delia Aiassa, doctora en Ciencias Biológicas, docente e
investigadora en la Universidad Nacional de Río Cuarto, estuvo a cargo
del estudio que se realizó en 2020. En diálogo con el programa radial
Tengo una idea, Aissa brindó detalles del informe y precisó cuáles se
rían las consecuencias a futuro.
Por Nicolás Rosales para La Retaguardia
La Asamblea de Vecinxs Autoconvocadxs de Dique Chico realizó un
informe sobre la presencia de glifosato en la zona y sus consecuencias.
El estudio en concreto fue llevado a cabo en niños y niñas de entre
5 y 13 años, habitantes de la Comuna de Dique Chico, localidad ubi
cada en la provincia de Córdoba a 50 kilómetros de la capital, en el
Valle de Paravachasca. Se realizó en 2020, en dos etapas de mues
treo y en momentos de alta y baja frecuencia de pulverizaciones con
agrotóxicos para el trabajo del agronegocio en zonas aledañas al
pueblo.
Desde la Asamblea, denunciaron al Ministerio de Agricultura y Gana
dería de la Provincia de Córdoba, y a sus agentes fiscalizadores por
la complicidad y protección de los intereses del agronegocio en de
trimento de la salud de toda la población. La imagen de la activista
ambientalista Sofía Gatica intentando impedir las fumigaciones en
esta parte de Córdoba y su posterior detención quedará para el recuer
do de muchos y muchas.
“Desde el ámbito privado y desde mi laboratorio, hacemos análisis to
xicológicos y clínicos. En este ámbito, ofrecemos el servicio de la toxi
cología en sangre y en niños, y desde el área genética, estudios de ge
notoxicidad. En ese marco, la localidad de Dique Chico nos contacta
y realizamos los estudios también de plaguicidas de los que esa co
munidad relata son los más utilizados en la zona y fundamentalmente
en los cultivos de soja que se llevan adelante”, explicó Delia Aiassa,
doctora en Ciencias Biológicas e investigadora en la Universidad Na
cional de Río Cuarto.
En referencia a los daños que podría ocasionar el glifosato en términos
generales, Aiassa puntualizó: “Cuando uno trabaja con niños, tiene una
ventaja, que es sacar la mayoría de los factores de confusión que puede
tener una persona adulta. Por ejemplo, si una persona adulta fuma, tiene
alterado el daño en su material genético, o si toma bebidas alcohólicas,
medicación. En cambio, en los niños, como no tienen todo eso, uno pue
de atribuir o asociar el daño al agente tóxico que se encuentra en el am
biente o en su propio organismo. En el caso de Dique Chico, nosotros
buscamos glifosato y AMPA (ácido aminometilfosfónico), que es su me
biente cercano donde viven. Son geografías muy particulares que se re
piten en otras zonas de la provincia, donde el sector urbano limita con
los campos de cultivo donde arrojan distintas sustancias químicas. El
glifosato no es el único, son mezclas que se utilizan de herbicidas e in
secticidas. Cuando encontramos esto en los organismos, tienen un va
lor de daño aumentado y se ha visto en las muestras que hemos hecho.
Si esto a mediano o largo plazo se mantiene, el daño ocasionado no se
repara en el organismo. La probabilidad de que se desarrolle algún tipo
de cáncer es mayor. En personas adultas, se observan problemas repro
ductivos con infertilidad, malformaciones. En los niños, es un sistema
de alerta y el daño genético podría ser reversible”.
Cabe mencionar que, hace cinco años, la Cámara en lo Contencioso
Administrativo N°2 dispuso a pedido de productores locales la suspen
sión de la Resolución 242/17, que establece la creación de una Zona
de Resguardo Ambiental (ZRA) de mil metros a partir del límite exterior
o más extremo de la planta urbana. Así como también de la Escuela
Bernardo de Monteagudo y Jardín de infantes Mariano Moreno, Anexo
Bajo Chico ubicados aproximadamente a 1.500 kilómetros del pueblo.
Gracias a la organización vecinal de manera asamblearia y pese al con
tinuo embate del lobby del agronegocio, se logró una medida cautelar
que impide la aplicación o fumigación con agrotóxicos, pero solo en un
radio de 500 metros alrededor de la escuela y no para toda la comuna,
como pedían las y los vecinos.
Por último, la especialista advirtió: “Desde la salud, observan un aumen
to en los cánceres que en otro momento veían como raros. Y que si exis
ten daños aumentados quiere decir que hay una sustancia que lo está
causando. Resulta interesante ver cómo otras localidades que no tienen
estas características ambientales tienen un daño genético menor. Ne
gar que se provocan daños en la salud en Dique Chico es no querer ver
la realidad”.
*Por Nicolás Rosales para La Retaguardia / Imagen de portada: Asam
blea de Vecinxs Autoconvocadxs de Dique Chico.
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