La titular de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNa
Di), Claudia Carlotto, manifestó que el nieto recuperado 131 “es extrema
damente tranquilo” y que “tuvo una actitud muy amorosa” con las per
sonas que trabajaron para restituir su identidad, “especialmente cuando
le di la foto de sus padres el día de su casamiento”. El hijo de Lucía
Ángela Nadin y de Aldo Hugo Quevedo, ambos desaparecidos en 1977
vive en la provincia de Buenos Aires y nunca se presentó a Abuelas de
Plaza de Mayo.
En declaraciones a Siete Colores, por FM 97Une, reveló que “cuando
le pregunté qué necesitaba, me respondió ‘tiempo’”, mientras que
“ahora estamos conteniendo a las familias porque los Nadín y los Que
vedo están en plena ebullición. Ellos no habían seguido en contacto”
tras la desaparición de los jóvenes.
Carlotto aseguró que se trata de “una historia que condensa la tarea de
estos 30 años que articuló la CoNaDi, Abuelas, el Banco Nacional de
Datos Genéticos y la Procuración”, y consideró que “es un trabajo muy
aceitado que permite resolver casos que hasta ahora no tenían ningún
tipo de posibilidad”, debido a que “no es fácil reconstituir los datos ge
néticos de una familia”.
En tanto, informó que “no habíamos podido hacer contacto con él y por
eso Abuelas decidió que CoNaDi denunciara el caso”. Sin embargo,
aclaró que “cuando el juez lo citó, se acercó voluntariamente para ha
cerse la extracción y no hubo conflicto”.
A su vez, indicó que “sus padres eran militantes políticos en Mendoza
y se conocieron en la Facultad de Filosofía y Letras” pero que “cuando
pusieron preso a uno de sus compañeros más cercano se trasladaron
a Buenos Aires, donde fueron desaparecidos”. En ese marco, agregó
que “ahora su familia y compañeros de militancia le va a contar cómo
vivieron en precautiverio”.
Asimismo, subrayó que al momento de la desaparición de Lucía Nadin
“no había confirmación de embarazo porque era muy reciente” y preci
só que “nosotros contactamos a la familia en 2004 y en ese momento
ya teníamos confirmado que el embarazo había seguido, y su familia
tuvo actitud de búsqueda”.
Por otra parte, destacó que “este muchacho estudió lo mismo que sus
padres. Cuando me enteré, me quedé… a pesar que nos pasa con fre
cuencia. El caso de mi sobrino es muy emblemático porque siempre se
preguntó de dónde venía el amor por la música y hasta que no supo su
origen biológico no tuvo explicación. No podemos explicarlo pero suce
de en muchos de los casos. Las abuelas dicen que ‘la sangre no es agua,
la sangre llama’”.
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