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sábado, 3 de mayo de 2025

Coliumna Réquiem por el Crucero Belgrano


Se cumplieron cuarenta y tres años del hundimiento del crucero ARA
 General Belgrano. En la guerra no declarada por Malvinas fue el he
cho que produjo más bajas fatales; los entonces guardiamarinas Torla
schi, Sevilla y Aguirre fueron de los 323 héroes los únicos oficiales;
 los otros 320 fueron suboficiales y tropa.


El comandante del barco, capitán de navío Héctor Bonzo, no se suma

ría a la histórica tradición naval de hundirse con su buque.
Antes del conflicto, ese barco era particularmente icónico para el per

sonal naval. Incluso se le mencionaba en una de las canciones tradi

cionales de los cadetes: con la tonada de Adelita, "Si Kawimpy se fue

ra con otro, la seguiría por tierra y por mar. Si es por mar en el ARA Bel

grano, si es por tierra en el tren especial."
Dicho ésto, personas más que calificadas como el general Martín Balza

 (veterano de la guerra de Malvinas) sostienen que el hundimiento del

 crucero no fue un crimen de guerra, sino un acto - precisamente - de 

guerra. He escuchado a oficiales superiores de la Armada adscribir a 

esa postura. Incluyendo nada menos que al segundo comandante del 

buque, el capitán de navío VGM Pedro Galazzi.
Si bien la conducción británica había trazado una zona de exclusión, den

tro de los considerandos se planteaba implícitamente que ante un peligro

 real para la Task Force se procedería. Aquel 2 de mayo de 1982 el subma

rino nuclear HMS Conqueror informó que tenía localizado al Belgrano. La

 orden de hundirlo llegó directamente de Londres. GOTCHA! (¡Te dimos!),

 fue el titular del diario The Sun, de Rupert Murdoch, luego de la confirma

ción del hecho. Las negociaciones de paz quedaban estancadas. Des

pués de esta acción no había vuelta atrás. En cuanto a que se produjo 

fuera de la zona de exclusión, es verdad.
Pero de alguna manera el límite real era el continente. De hecho, y luego 

de las acciones de la aviación naval argentina, hasta se dispuso un ata

que de comandos del SAS (Servicios Especiales del Aire) en la isla gran

de de Tierra del Fuego para neutralizar a los Super Etendard, cuya efecti

vidad trascendería por el hundimiento del HMS Sheffield con un misil 

Exocet. Esa misión inglesa fue abortada.
El propio Almirante Woodward expresó en sus escritos el peligro poten

cial que representaba el Belgrano dado el poder de fuego de sus cañones.
Había sido botado en Estados Unidos como USS Phoenix (Fénix). Sobre

vivió al ataque japonés a Pearl Harbor. El presidente Juan Perón dispuso

 su adquisición y lo rebautizó ARA 17 de Octubre. Luego del golpe de es

tado de 1955, se lo designó con el nombre con el que descansa, junto

 con sus gloriosos tripulantes, y su rica historia, en el lecho del Mar Ar

gentino. Tal vez, en un futuro que quizá no nos sea dado el ver, el viejo 

Phoenix renazca, como la mítica ave, reflotado con una tecnología que 

aún no existe. Quién sabe. n

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