El vínculo entre el radicalismo y el denarvaísmo asoma latente. Sin embargo, esta fusión rompería viejas alianzas y derivaría en portazos. El entuerto bajo el ojo de los analistas
El acuerdo que podrían urdir Ricardo Alfonsín y Francisco de Narváez ocupa el análisis de los consultores ávidos de certezas y escenarios.Uno de los primeros puntales se anida en la necesidad mutua ante el vacío de ofertas. Es decir, la UCR no presentaría candidato en Provincia y el Colorado no exhibe un apellido para Presidente.
El contraefecto evidenciaría una herida costosa de suturar: los partidarios del PF no vota-rían al radical y los leales a Yrigoyen no elegirían al peronista disidente.
La conformación del dueto partiría acuerdos de probado juego político. Si el chascomunense cierra con el diputado nacional, el GEN y el PS se cortarían del Frente Progresista, sustrayéndole los tonos de centroizquierda al viejo ACyS. Esa movida sabe a casi cantada hoy.
Según los politólogos, habría que medir cómo responderían los resortes de los boina blanca a escala provincial. El runrún indica que el convenio arriba no se correspondería abajo.
En la cadena de consecuencias los coletazos llegan hasta los pagos de la Provincia, donde los rumores también se encienden sobre caminos no conducentes: por un lado, los intendentes de la UCR favorecerían el corte de boleta, por sentir a De Narváez todavía opositor; por el otro, los jefes no pueden competir sin candidato a Presidente y avalarían la lista completa.
Pablo Knopoff (Isonomía Consultores)
“El corte de boleta es un miedo real”
El corte de boleta, propiciado por intendentes, es una práctica que se ha dado en diferentes momentos, siendo, por ejemplo, en la última elección, uno de los elementos que acercó a Francisco de Narváez al triunfo frente a Néstor Kirchner. La potencialidad de que sea una situación presente en la próxima elección resulta ser un miedo real para algunos dirigentes, que creen que el acuerdo De Narváez-Alfonsín podría generarlo en intendencias radicales o peronistas fuertes. En este sentido cobra especial fuerza la necesidad de contener y hacer parte a actores intermedios en la toma de decisiones y respetar las lógicas locales de las diferentes ciudades de la Provincia. Con el recuento de votos, como en 2009, resultará evidente si el corte de boleta fue propiciado y si existieron ‘traidores’ sobre el acuerdo.
Rosendo Fraga (Nueva Mayoría)
“¿Se unifica la oposición?”
La oposición parece confluir en la provincia de Buenos Aires para apoyar la candidatura de Francisco de Narváez. Es el candidato natural del PJ disidente y el PRO, pese a las diferencias que tiene tanto con Macri como con Duhalde. Alfonsín se inclina por apoyarlo para la Gobernación, dado que la UCR no tiene un candidato con posibilidades de ganar, y sin uno que reúna votos en la provincia de Buenos Aires, que es el 40% del total, no se puede llegar a la segunda vuelta. En la Provincia no hay balotaje, y se da la paradoja de que mientras el oficialismo debilita la candidatura de Scioli, quitándole votos con Sabbatella y, eventualmente, con Massa, el principal candidato de la oposición, que es De Narváez, está logrando la unidad opositora, que es más difícil en el ámbito nacional.
Alfonsín quizás prefiere una coalición de centroizquierda con el socialismo y el GEN, pero si avanza en esta dirección se queda sin posibilidad de un acuerdo con el peronismo disidente y el PRO, sin los cuales no sólo le resulta fácil ganar, sino también gobernar. La unidad opositora que parece haberse gestado en la Provincia (peronismo disidente, radicalismo y Pro) podría gestarse a nivel nacional. La primera, en beneficio de Narváez, y la segunda, de Alfonsín. En cuanto al peronismo disidente, bien podría tener tanto el candidato a vicepresidente de Alfonsín como el vicegobernador de De Narváez”.
Pablo López (Ibarómetro)
“La UCR no votaría a De Narváez y el PF no votaría a Alfonsín”
ALÑ
“Francisco de Narváez carece de candidato presidencial, y Ricardo Alfonsín se beneficiaría con votos que provienen de otra vertiente política. Una suma perfecta.
Según nuestras mediciones provinciales, aquellos que pretenden votar a Alfonsín para Presidente eligen a Margarita Stolbizer como candidata a Gobernadora, mientras que aquellos que votan a Francisco de Narváez eligen a Mauricio Macri o Eduardo Duhalde como candidatos a Presidente.
La foto, por ahora, es contundente: los radicales no votarían a De Narváez y los peronistas federales no votarían por Alfonsín.
Una posible explicación para la elección de los electorados es la vertiente ideológica diferente de ambos candidatos. Uno proviene de la socialdemocracia y el otro de la centroderecha. Otra explicación podría remarcar que ambos poseen estructuras políticas diferenciadas, que son, muchas veces, competencia entre sí. ¿Están dispuestos los intendentes radicales de la Provincia a apoyar a De Narváez? Aquellos dirigentes que apoyan a De Narváez, ¿estarán dispuestos a renunciar a sus apetencias electorales locales en pos de una alianza “por arriba”? Sea cual fuera la explicación, el acuerdo no tiene repercusión positiva para ambos, y parecería ser una suma que resta”.
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