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Las posibilidades del armado ante las elecciones de octubre resultó ser la gota que amenaza con rebalsar el vaso. Luego de que el candidato a presidente, Ricardo Alfonsín, señalara que sería “imposible” ganar los próximos comicios, el postulante a la Gobernación bonaerense, Francisco de Narváez, no dudó en confrontar con tal aseveración, pese a que del otro lado estuviera su principal aliado. “Me disgusta esa posición, no hay pelea que se pierda antes de darla, tenemos la responsabilidad de representar a los votantes, en el caso mío, 1,2 millón de bonaerenses que nos dieron su apoyo el 14 de agosto, y seguramente serán más el 23 de octubre”, indicó el diputado nacional, quien además agregó que “la política tiene que ver con las ideas y las propuestas, no con haber ganado o perdido una elección”.
Tras los dichos del exdueño de Casa Tía, el líder de la Unión Cívica Radical (UCR) intentó bajar los niveles de tensión negando la posibilidad de que desistiera de la pelea presidencial. “Yo dije en todo momento que seguiré peleando por ganar las elecciones. Me preguntan si no es difícil, y sí, difícil es. Pero no improbable”, reconoció Alfonsín en declaraciones radiales. A su vez, agregó que van a “trabajar para ganar”, y que “Francisco sabe muy bien que voy a trabajar para ganar”.
Cabe recordar que en la ciudad Udeso se mantuvo fragmentada desde el principio, y la Justicia terminó resolviendo diferencias entre los dos candidatos a intendente, Gonzalo Atanasof y Sergio Panella, quienes a priori eran “potenciales” aliados. Habrá que esperar a los próximos días para ver si los acontecimientos locales finalmente sirvieron de antesala de una ruptura en los planos provincial y nacional.
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